Llevo conmigo, tu recuerdo grabado a fuego,
Marcan tus caricias, todo mis recovecos,
Conservo aún intacto, el soplo de tu audacia,
Y me maravillo, de aquello que fue nuestro.
Prieto en mis manos, tu corazón  impoluto,
Marca el tibio compás, de música en mis versos.
Pienso con denuedo, que tu amor es mío...
Y puedo enfrentar la adversidad del mundo, ciego.
Yacen a tus plantas, mis últimos desatinos,
Y el último bastión, de mis inútiles recelos.
Soy tuyo en cuerpo y alma, señora de mis días,
Y en tus manos, mi alma y mi corazón entrego.
Quiero darte, mi primera y verdadera sonrisa,
Mi canto matinal y mis más utópicos sueños.
La luna en abril, y un eclipse de amor y mar,
El suelo de mi esperanza y el mástil de mis besos.
Deseo, mejor dicho, mi vida, que pretendo,
Una mirada cómplice, o un brillo pasajero,
Un rubor, por mi presencia, ante tu rostro,
Y la promesa inverosímil, de un...te quiero.
No quiero que parezca, esto, un acto desesperado,
Solamente que hoy es lunes, mi cielo, y solo quiero...
Saber si es que mañana, será ayer y hoy será pasado,
Porque en vos, amor, convergen y brotan mis sueños.