Maestro
Publicado en Oct 05, 2010
MAESTRO Qué puedo decir? Tal vez mucho, tal vez, poco, tal vez nada o seguramente todo. Quiero poner en palabras mi sentir, mi vivir y mi experimentar diario, en compañía de unos seres que empiezan su aventura por el mundo de las letras, de los juegos, de las risas, de las carreras, las caídas y los pequeños triunfos que en su lenguaje son grandísimos. Vivo la dicha de estar rodeada de niños y niñas pequeñas, de verlos, correr, venir, jugar, gritar, llorar, compartir y considero que antes de creer que "soy yo quien les enseña"...siento, desde lo más dentro que son ellos/as mis más sabios maestro/as. Por qué?...Qué es ser maestro? Aún no lo sé, y tal vez nunca lo quiero saber, porque es bello, noble, inmenso, sublime, profundo y de la vida, el corazón y el alma....cuando la vida, me permite la oportunidad de tomar sus manitas y enseñarles a realizar los primeros trazos...es tan gratificante cuando ellos/as empiezan a balbucear las primeras letras, frases, oraciones!!! Es tan maravilloso! Que reconozco con toda la humildad necesaria, que difícilmente puede existir gozo igual o parecido. Quien ha olvidado a su maestro que le enseñó a leer? Quien ha podido olvidarse de aquel maestro/a que le hizo sentir persona, respetada, sentida, querida, tenida en cuenta? Quien puede olvidar aquel gesto humano de un ser que te esperaba, recibía y estuvo pendiente de cuanto necesitaste en ese momento? Es tan bello, es tan hermoso, saber que en sus ojos, en sus manos, y en sus pequeños cuerpecitos, se está gestando y latiendo en sus más genuinos albores un Ingeniero, un Arquitecto, un Médico, un Pintor, un Escritor, un escultor, un Panadero, un Padre, una Madre, un Abogado, un Juez, un músico y con ellos y en ellos, todas las profesiones que existen y que la creación quiere ofrendar a la vida misma... Es tan sublime, admirable, profunda, trascendente... la misión de Educar (prefiero la palabra acompañar) que cada día que estoy con mis niños/as, comprendo que son los hijos/as que vida, pone en mis manos y en mi camino, para que como hábil arquero, lance cada fecha hacia el infinito, hacia la misma vida, hacia su propia y única vocación. Sí, sólo eso y no puedo hacer más, pues la vida, se encargará del resto; yo, solo puedo indicarles y ponerles en pista de despegue, jamás de aterrizaje, pues estaría impidiendo su libre vuelo, en la vasta gama de posibilidades. Por es doy gracias al Cielo, a Dios y a la vida, por darme la dicha, el gozo y la inmensa satisfacción de acompañar a mis niños y niñas... Siento que mi misión, de Educar (acompañar) trasciende la vida, las estructuras, las normas, los conceptos y cualquier otro parámetro creado. Pues estando cerca de ellos/as, la vida me permite sentirlos Hijos/as, sentirlos parte de mi existencia y que mi vida les pertenece casi que por entero.
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