El poeta infiel
Publicado en Oct 10, 2010
Pobre carta que quedó olvidada
en el bolsillo del poeta miserable. Soberbia muerte fue la de él cuando quiso amarla otra vez. Del deseo no pasó porque no hubo elección intermedia entre los dos, pecadores tampoco fueron, pues la filosofía del amor nunca volvió. El festín desnudo se extraño por el destino de ninguna respuesta. El desánimo de sus manos no sustrajeron su isla sagrada, ni el desconsuelo reencarnado pudo haberla amado así. Lo dejó libre en un otoño solitario, sin reencontrarse jamás. Él fue él, el extranjero de su alma gemela, la letra con sangre que aprendió a vivir con dolor y sin amnesia. Ellos fueron los ojos crueles de la humanidad, los sin nombres, los cuales murieron de amor en la bruma de los sueños y, aunque el poema llevaba una lágrima, se negó la amada intangible. Demencia fue la de él con una crueldad gratuita, pensando en las noches la tregua de su sonrisa. La pena de amor llegó por el desamor infernal, sin el brillo en sus pupilas, y el hielo de su cuerpo su corazón también lloró. La soledad de un abrazo negro y blanco, hicieron volar las gaviotas fuera del mar. Nunca hubo más inviernos, más veranos ni primaveras. Con una nostalgia común se envolvieron en un oscuro resplandor del pecado, y por la senda equivocada, ríos y selvas se extinguieron por extrañar la humedad de su cuerpo engañado, siendo la venganza su final, de ese gran amor.
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Mara Ester Rinaldi
Tiene un contenido con un dejo de tristeza
pero esta escrito magnìficamente.
Un gran poema.
Bellisimo.
Abrazos...Maritè.
Todas las estrellas para un gran poeta.