Intenta vencer las vicisitudes día a día. Camina con tu carga paso a paso, sin abrumarte contemplando horizontes oscuros que pueden no llegar.Si un día la melancolía te carcome trata de descansar ese día y dejar a cada mañana su afán.No está en las manos del hombre el entender sus propios caminos sino en las manos del que lo creó.Si una meta se ve muy difícil divídela en secciones y ve pasándolas poco a poco: Este tipo de ejercicio de la vida genera paciencia, virtud casi negada e inexistente en los tórridos tiempos actuales. Y, en lo que dependa de ti, sigue adelante conforme a la magnitud de tus fuerzas, sin exigirte más de lo que sabes puedes dar. Y recuerda que cada amanecer se recuperan las fuerzas y que habrá el necesario vigor para enfrentar esa jornada.Duerme, come, diviértete, ama....Al final nada nos llevaremos de debajo del Sol sino lo vivido.