Planeabas la altura y volabas gracil y lejana. Yo, que de pronto te veia en tus piruetas, otras te perdia y ansioso buscaba en desespero. Tu, volabas para otro quiza... para otro tu alarde de gracia alada...para el tu bella exposicion. Pero no importaba, si podia usufructuar de una belleza ajena, aunque fueran solo mis ojos los que robaran un poco de magia. Musa de quien no merece tenerla. Y el odio parido en mi mente por que no tengo una yo, mas bien, por que no fuiste mi alada que alumbra. Te podria haber dado mas altura, creeme. Pero volabas para otro. Y yo, en mi ego alzado, odioso y autorecriminatorio, que termine pensando que si tus cabreolas etereas fueran para mi, quiza podria quitarte las alas. destrui los momentos y busque dentro de mi para crear una musa que hiciera cabreolas en mi mente. Ya me encargaria yo de dibujarte en noches de febril inspiracion, y por que no, probablemente te aterrizaria, te haria mia, y asi no te veria, como te veo ahora...una bella musa dormida, o en camino de derretir alitas. Sabes? Pienso ahora que es mejor verte volar para otro, que verte a mi altura, pero dormida.
...Y sin embargo durmiendo sigues siendo inspiradora belleza, una alada calma, un desasosiego que prende una mente, una inquietud que hace que no sepa donde ir, pero que donde vaya igual quiere estar a tu vista.-