NADA NUEVO BAJO EL SOL

Algunos ignorantes, mediocres o envidiosos
declaran sentenciosamente:
No escribas en malos versos
lo que ya fue dicho en buena prosa.
¡Totalmente de acuerdo!
 
Pero a la vez yo digo:
No temas escribir en buenos versos
lo que ya fue dicho en mala prosa,
aunque el verso cumplió su cometido
y derivó hacia una prosa fragmentada.
 
Prosa o verso le son indiferentes
a la buena poesía...
¡La mala no tiene salvación!
La buena se halla en todas partes
y lo impregna todo;
es una de las formas de ser del universo.
 
Todo tiene su piso cuando es sólido
y los grandes poetas investigan,
no desprecian el pasado
ni pretenden descubrir el agua tibia
extrayendo sus poemas de la nada.
 
¿Qué sería de La Eneida si Virgilio
hubiera ignorado La Ilíada y La Odisea?
¿De Romeo y Julieta, el Rey Lear,
Otelo, Hamlet o Ricardo III
si Shakespeare hubiera imaginado
sus dramas y tragedias en el aire?
Don Quijote de la Mancha no existiera
si Cervantes hubiera desechado
los viejos libros de caballería.
 
Al carecer de talento y no ser original,
me atengo a lo sabido y recurrente
escribiendo sobre cosas que conozco
por lectura, experiencia, o escuchadas,
pues creo en esa frase que me advierte:
Nada nuevo se mira bajo el Sol.