Infielmentemio 6a parte
Publicado en Oct 23, 2010
Pues las salidas de Fernando ya no eran solo por las noches entre semana, se prolongaban también sábados y domingos…
Ya no había tiempo para mi y para nuestra hija… Que triste era ver el cambio tan drástico que había dado mi vida… me sentía más sola que nunca… Pero a partir de que había hablado con Rebeca, fui mucho más observadora con Fernando... Y poco a poco iba descubriendo pequeños detalles que empezarían a disipar mis dudas… era obvio que salía con alguien. Se esmeraba demasiado en su arreglo personal, y sus actitudes al salir en familia, eran nerviosas… Ya no me hablaba con cariño como solía hacerlo, sus llamadas por teléfono eran tan misteriosas… Cuando lo buscaba en su trabajo la mayor parte de veces estaba fuera… Sus negativas a que fuera al hotel a buscarlo cada vez eran más impulsivas… y por supuesto, el estado de cuenta de la tarjeta era más evidente cada mes de lugares como de ropa, perfumes, accesorios, joyas, etc.; que por supuesto no habían sido para mi, pero había algo que me hacía dudar de mis sospechas. Muy a menudo, y aunque a veces estuviéramos disgustados, Fernando me buscaba para hacerme el amor… Hasta que hubo dos detalles que me hicieron confirmar que… Fernando me era infiel!… Uno de esos días que iba a salir, mientras él se duchaba, pensé en darle una sorpresa había preparado una exquisita cena… Tomé la botella predilecta de vino tinto de Fernando, y en nuestra recámara, a la luz de unas velas… Un camisón muy seductor… perfume… y música, tenía todo listo para una excelente velada, cuando sonó su celular, y contesté: Si?... ¿Bueno?... ¡bueno! Solo escuchaban… nadie había respondido… Fernando con la música que tenía en la ducha y el baño tan relajante del jacuzi no había escuchado nada… Y nuevamente sonó el teléfono… Pero al contestar nada… No había quien respondiera, miré el número del cual llamaban… y el registro de teléfono decía: Contador Rocha. ¿Mi pregunta era, porque llamarle el contador Rocha a las 9.00 de la noche?... Me apresuré a buscar en el registro las llamadas… Y había 17 del contador Rocha, OH Dios… No quería pensar mal… De pronto iba a anotar el número cuando Fernando salió del baño, justo a tiempo puede dejar el teléfono en su lugar… Un poco nerviosa, y tratando de ocultarlo pregunté, _ ¿estuvo relajante el baño? _ Si… estaba muy estresado, contestó Fernando. Cuando volteó la cabeza y miro la cena y las velas, me dijo: _ ¿Y esto? _Mi vida, hace tanto tiempo que no salimos a cenar juntos, y solos, como cuando éramos novios… que quería darte la sorpresa… _mmmm_ (su expresión fue de disgusto) _ ¿Qué?, pregunté… _No nada, es que iba a salir… Mientras le masajeaba la espalda le dije: _Ahhhhh, no me habías dicho nada, últimamente no me dices cuando vas a salir… _¿Es reproche? _ Pues no precisamente, pero me gustaría saberlo… Ven, siéntate, vamos a cenar, abre la botella… Mientras destapaba el vino Fernando, le dije: _Te llamaron 2 veces por teléfono _Y nervioso preguntó: ¿Quién? _No se, no contestó nadie… De inmediato se molestó, y casi gritando ¡¿Por qué no me pasaste el celular?! _Mi amor, es que no pensé que fueran a llamar otra vez… _ ¿y quién era? _ Pues no se, el registro decía contador Rocha… Su expresión cambió por completo, demasiado nervioso diría yo… _Ah es que… este… pues… con él iba a salir, quizás me habló para cambiar la hora de la cita… Terminamos de cenar… Y comenzaba a besar a Fernando cuando se escuchó: ¡Mamá! Era Azul que se había despertado exaltada. Le guiñé el ojo a Fernando mientras salí a ver como estaba Azul… cuándo regresé después de unos minutos me quedé tras la puerta de la recamara escuchando a Fernando que hablaba por teléfono con alguien, (con esa voz tan particular que hacía de coqueto cuando éramos novios)… _Si… Claro que si… No, no puedo ahora, si, sé que te dije que a las 9:30… te parece si nos vemos a las once, es que tengo un asunto… No, no tardo… Decidí entrar a la recámara y justo cuando me vio Fernando dijo: _Si contador, no se preocupe, revisaremos esos gastos, si a las once no importa que sea tarde yo estaré ahí… Con un nudo en la garganta, casi a punto de llorar me di cuenta de todo… solo lo miré sin decir nada… y dijo: _Era el contador. Necesita que vaya al hotel… es que han pasado algunas cosas que... lo interrumpí. _Si, Fernando ya veo… quiero preguntarte algo… Dime Fernando, si me dejaras de amar, si te dejara de gustar, o te llega a interesar alguien más… ¿me lo dirías? _A ¿que viene esto Melissa? Por Dios, como dices esas cosas… Me abrazaba apretándome contra su cuerpo, (cómo queriéndome ocultar su expresión) me desprendí de él y le dije: _Si pasara eso me lo dirías ¿verdad? _¿A que viene todo esto? Lo enfrenté _¿Andas con alguien más? _ Muy nervioso no, no claro que no, Melissa, de donde sacas ¿eso?, y trataba de abrazarme, de besarme, de seducirme, pero yo estaba demasiado confusa, y renuente, -No Fernando, ¡déjame! Fernando, si sales con alguien más dímelo… Lo hablaremos, vamos a discutirlo, si me lo dices ahora estoy dispuesta a perdonarte, a olvidarlo... Fernando se quedó callado… me miró a los ojos y mientras me abrazaba fuertemente hacía él me dijo: _No Melissa, no salgo con nadie más… Me besó apasionadamente… y me decía te amo, eres todo para mi, se que he cambiado pero es el exceso de trabajo... Y mis lágrimas rodaban por mi rostro mientras las caricias llegaron hasta hacernos el amor de manera tal que parecía querer convencerse y convencerme de que todo estaba bien… Al terminar el momento, me dio un beso en la frente, se bañó nuevamente y en menos de 15 minutos estaba listo para irse… No podía creerlo, se iba con ella… ¡estaba segura! _Regreso tarde, no me esperes…. ¿Cómo descubrirlo? Sabía que mis sospechas no eran infundadas, hablé por teléfono con Rebeca, y le dije: _Rebeca, soy Melissa… Dime, sabes si en el hotel hay algún contador Rocha, _¿Rocha? Si, necesito saberlo, pero no le digas a Pool que yo pregunto, háblame cuando lo sepas. Al día siguiente eran las 7:00 de la mañana y Fernando no había llegado a dormir, así que estaba dispuesta a descubrirlo ¡todo!... Me apresuré a llevar a Azul a la escuela y le dejé instrucciones al chofer de pasar a recogerla al colegio, ya que no sabía cuanto tardaría… Llegué al hotel y Fernando estaba saliendo de la recepción cuando topamos, ¿Qué haces aquí? Me dijo… Cuando una chica rubia tenía intención de hablarle, él se volteó y me tomó del brazo, ¡vámonos! _Oye_ espera, no me jales, ¿Qué te pasa Fernando? _¡Te he dicho que no me vengas a buscar! ¡No has entendido!, no me hables así, sus comentarios en cuanto a mi vestimenta, eran despectivos y groseros… ¡que vieja te ves!... No llegaste a dormir, pensé que te había sucedido algo… _Pues ya vez que no, estoy bien, ahora vámonos, necesito regresar al hotel en una hora… Cuando llegamos a casa, mientras él se duchaba, tomé su celular y revisé los mensajes que tenía no podía creer lo que leía: _Fernando, Mi vida, déjate querer, ¡me encantas! Y se que no te soy indiferente… Chío._, _Hola cariño, siempre estás en mi corazón y en mi mente… Chío_, _Fernando, anoche estuviste genial… Chío_, Miré nerviosamente el número de registro… Era el contador Rocha, no podía creerlo, no podía… En ese momento fue cuando salió Fernando de la ducha, le dije, poniéndole los mensajes del teléfono a la vista: _ ¿Ahora pregúntame de donde saco esas cosas? ¿Cómo es posible que me hagas esto? ¿Por qué?, ¿Qué te he hecho yo? ¿En que te fallé?... He sido buena esposa, te he impulsado en los momentos difíciles, tengo buena comunicación contigo, somos compatibles en el sexo, soy buena madre, dime, ¿en que te fallé? Estaba dispuesta a perdonarlo si me decía que era solo una aventura, pero no contestó lo que esperaba, mi corazón estaba destrozado. _Fernando, le pregunté gritando, solo dime una cosa… Aún ¿me amas? Fernando bajo la cabeza, y me dijo no lo se… _Me partió el corazón en mil pedazos... sollozando me quite la argolla de matrimonio y mi anillo de compromiso se los puse en la mano y le dije: _Ya no hay más compromiso entre nosotros Fernando, me has herido en lo más profundo de mi ser.... Le di una bofetada, tomé las llaves de la camioneta y salí corriendo… Mientras manejaba pasaron por mi mente tantas cosas, ¿Por qué me engañé a mi misma, lo sabía desde el primer momento, lo sabia las mujeres tenemos un sexto sentido que no nos falla, y no podía creer que las cosas hubieran llegado hasta ahí porque así lo había permitido, quizás si no hubiera tardado tanto en enfrentarlas cosas, esa relación no se hubiera dado… Por Dios… Ahora me culpaba yo de la infidelidad de Fernando, bajé de la camioneta y compré cigarrillos y bebidas embriagantes. No se cuantas tomé, solo sé que fueron los suficientes para abrir más la herida para llorar amargamente, había perdido la noción del tiempo… No podía dejar de llorar, eran tantos recuerdos… Doce años juntos… Doce años tirados a la basura, nos conocimos desde la adolescencia, y antes de hacernos novios fuimos los mejores amigos durante dos años, conocía los gustos de Fernando, sus inquietudes, sus esfuerzos, tres años maravillosos de noviazgo y siete años de matrimonio, no podía creer que esto sucediera… Y mi adorada Azul… que hacer… Dios mío, entre más trataba de aclarar mi mente menos podía, pues las imágenes una a una de los recuerdos felices y de las salidas de Fernando no me dejaban entender… No podía… gritaba y lloraba como una niña desvalida sin consuelo alguno… Mientras en la radio tocaban la melodía de “Sabor a mi” que cuantas veces no me la había cantado al oído Fernando… Me sentía tan denigrada, todo lo que habíamos pasado, había dejado todo por él, mi familia, amigos, gente, mi ciudad, todo… Hasta pasar grandes dificultades económicas cuando yo estaba acostumbrada a vivir bien y sin preocupaciones económicas, todo por el amor que le tenía… no me merecía esto… Dios mío… mi cuerpo que era esbelto había cambiado por darle un hijo, a mi niña linda, a mi Azul… Estuve a punto de morir al dar a luz… tantas cosas que habíamos pasado… Pero quien era Chío, que mujer era con la que se había atrevido a revolcarse, porque no se le puede dar otro nombre a aquella mujer que no tiene principios… más que de... quien era… porque cuando salimos del hotel me dijo: que vieja te ves… Como si en ese momento me comparara con alguien, ni al caso decirlo en ese momento… Solo había salido una persona del hotel… era… aquella chica rubia, que se quiso acercar a Fernando y se detuvo… ¡era ella!… lo se, no podía tener más de 20 años… ¿Cómo se atrevió a enredarse con Fernando, en destruir mi hogar... a dónde pretendía llegar? ¡¡ahhhhhhhhhhh!!, que confundida me sentía, no podía dejar de llorar… todo me dolía tanto el alma, el engaño, la burla. ¿Cómo pudo?... ¿Por qué no pensó en los años maravillosos que hemos pasado juntos?, ¿Por qué decirme entonces que yo era única?, ¿Por qué mientras hacíamos el amar me decía que me amaba?, ¿Por qué cuando le pregunté si había alguien más negarlo?, ¿Por qué llegar a este momento?... de tanta amargura y desconsuelo que me hería mi alma como lanzas filosas y envenenadas... ¿Por qué?... y después de, meditarlo largamente… mi decisión estaba tomada, si Fernando no sabía que sentía por mi… No tenía caso seguir a su lado…
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Oscar Franco
te envio estrellas y va mis favoritos.
te invito a leer alguno de mis poemas. un abrazo.
www.textale.com/osquitarxp
Tu Amigo Oscar Franco