Infielmentemio 9a parte el encuentro
Publicado en Oct 23, 2010
Ese beso… Carlos hizo en mí, una total revolución… Fue un beso muy largo… que me estremeció hasta lo más profundo de mi ser…
Muy lentamente Carlos comenzó a besarme el cuello al mismo tiempo que trataba de desabotonar mi blusa... _ ¿Qué estaba haciendo? no podía seguir con esto, no podía caer en una situación como esta... ¡no ahora! mis sentimientos eran totalmente vulnerables… _Carlos… perdóname, pero debo irme… no quiero cometer una locura, no quiero lastimarte, ni lastimarme... esto no está bien… no debí permitir que pasara… _Carlos me tomó de los brazos, me acercó a él y me dijo: -Melissa… sabré esperar el momento adecuado, te entiendo perfectamente… No haré nada que tú no quieras… me besó en la frente y me llevó hasta la casa de huéspedes. No quería pensar en lo que estuve a punto de hacer, no quería… así que tomé una ducha y me dormí profundamente, pues al siguiente día debía ir con mi psicóloga. _Me sentía terriblemente culpable y apenada por lo que había sucedido con Carlos, y pensaba en que como pudo Fernando llegar una y otra vez a casa habiendo estado con otra sin sentir culpa... Cuando llegué a mi cita… rompí en llanto, y le conté lo sucedido a Begoña, mi psicóloga, me aterraba contestar a todas sus preguntas, sentía como latigazos en mi corazón cada vez que ella me cuestionaba, no podía contestar a ninguna porque no estaba segura de nada… _¿Te estás dando cuenta de que te has dejado llevar por la ira, el dolor, la decepción? _ No puedes interpretar lo que sucedió ayer con Carlos como amor, o pasión… Lo que quieres es lastimarte más tratando de saber que tan culpable se sintió Fernando… al serle infiel… No te engañes Melissa, enfrenta todo esto que sientes… debes hablar con Fernando y decirle todo eso que hasta ahora has callado… tú sabes que lo sigues amando y que tu orgullo herido, tus sentimientos, tu dignidad ha sido lastimada… pero no dejes de darte esa oportunidad que tanto anhelas, búscalo , dile que lo amas, date la oportunidad de ser feliz y dásela a él... asenté con la cabeza y salí dispuesta a darle una oportunidad a Fernando si el me pedía que regresara. Durante el camino solo imaginaba como sería el encuentro con Fernando, que nos diríamos, ¿Lloraríamos? ¿Gritaríamos?... ¡Dios mío! sentía un nudo en mi garganta que no podía contener… Me estacioné cerca de la entrada del hotel donde trabajaba Fernando, bajé de la camioneta mientras sentía una mirada, y al voltear me di cuenta que me observaban, era la chica rubia que había visto besarse con Fernando… ¡Era… Rocío...! Ella al verme intentó huir, pero me armé de valor y le dije: _Oye, ¿Tu eres Rocío? titubeante contestó con una voz irónica, si…. soy yo. Cuándo escuche su respuesta… sentí que me hervía la sangre _ ¿Cómo te atreviste a destrozar mi matrimonio? _ ¿Cómo pudiste enredarte con Fernando? Eres una… _Momento señora, no se le ocurra insultarme… _¿Insultarte? no, no es necesario... perfectamente sabes como se les dice a las mujeres como tú… ¿qué es lo que buscas con mi marido? Me interrumpió… y con todo el cinismo me dijo: -¡Lo que busco ya lo obtuve señora! Ya no ésta usted junto a él… y estamos esperando un hijo… ¿No es maravilloso? No me pude contener, le di una bofetada haciéndola caer al suelo. ¡Eso es mentira! ¡Jamás lo vuelvas a repetir! Fernando no haría una cosa así… ¡no lo haría! En ese momento llegó Fernando al ver la escena nos miró a las dos, e inmediatamente se acercó a mi tomándome del brazo mientras caminábamos hacia el hotel, hasta que llegamos a su oficina y una vez más rompí en llanto… Fernando me abrazó, me limpiaba las lágrimas, y cuando trató de hablar le dije: _¡No quiero escuchar lo que me quieres decir, no digas nada, me basta con saber lo que me acaba de decir esa mujer! ¿Cómo puedes estar esperando un hijo con ella? Fernando me miró asombrado mientras él trataba de hablar yo gritaba y lloraba pero no podía pronunciar palabra alguna porque las palabras se ahogaban en mi pecho… me dijo: Melissa, se que he cometido muchos errores pero te pido en nombre de nuestra hija que me perdones por favor, perdóname déjame demostrarte cuánto te amo… Te suplico que me des una oportunidad… y también rompió en llanto… _¿Cómo me puedes pedir una oportunidad mientras esa mujer está esperando un hijo tuyo? _¡Eso no es verdad! ¡No es verdad!, gritaba al mismo tiempo que daba puñetazos en el escritorio... y te lo voy a demostrar, no puedo haber sucedido eso, ¡porque yo jamás, escúchalo bien, jamás me he acostado con ella! Los dos llorábamos amargamente, Fernando me tomó en sus brazos y me dijo: _No sabes como he sufrido al no verte todos estos días, no sabes como te he extrañado, tu aroma, tus ojos, por favor Melissa, perdóname, dame una oportunidad, di que sí… Hubiera querido estar entre sus brazos una eternidad, pero me negué a su petición, no podía pensar con claridad, ¿quién mentía… él o Rocío? no sabía que creer, así que le dije: No te daré una oportunidad, ¡quiero el divorcio!, sabes que venía dispuesta a darte esa oportunidad que tanto anhelas, pero con esto que supe, olvídalo, ¡no te daré una oportunidad! Salí corriendo de la oficina, encendí mi camioneta y salí a toda velocidad, estaba aturdida, confundida, sentía que me volvería loca de la angustia y del dolor… iba a toda velocidad… sin darme cuenta pasé un semáforo en rojo y un camión se impactó contra mí… y ya no supe más… perdí el sentido… Esta historia continuará…
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Oscar Franco
te envio estrellas y va mis favoritos.
te invito a leer alguno de mis poemas. un abrazo.
www.textale.com/osquitarxp
Tu Amigo Oscar Franco