Tus versos son galaxias que existen en tu mente,
las dibujas todo el día en forma frecuente,
la inspira la vida, esa que te mata y que te entraña,
profundo sabes que nada puedes contra el viento,
aquel que empuja tu pluma a escribir hambriento,
buscas ese alimento, ese combustible, y lo siento,
pero no hay cura para ese sentimiento.
 
Entras al portal textale.com
pones tu nombre con letras doradas,
abres el cofre y sacas la llave, pones tu clave, 
quizá revisas el buzón para saber si hubo mención,
y te inspiras y presionas al botón verde,
Aparece la pagina de papiro color amarillo,
ese pergamino en blanco que espera ser tocado,
es como la mujer que te espera en la cama desnuda,
para que escribas una historia sobre su cuerpo sediento de ti.
 
Algunos la han poseído a esa mujer incansablemente, 
por la tarde, mañana, noche y madrugada,
lo hacen con amor, furia y pasión,
otros son precoces y acaban rápido en pocas lineas,
otros interminables copan paginas en ese orgasmo,
pero así experimentan y tomamos a esa misma mujer,
tantas veces que no tiene fin su historia ni su servicio.
 
Amigos que esperan los comentarios a diario,
que son fugaces como el viento en el muro,
les dedico este poema reflejo quizá de cada día,
donde somos protagonistas de este pecado de escribir.