La carne fatigada gime.
Publicado en Oct 25, 2010
En el pulso ritual de las costumbres,
labios ardientes se asoman, rasgando la sombra decapitando maleficios, en el desafío de la palabra. La carne fatigada gime, trepidando bisuntas gasas en el amplio reposo apetecido deslumbradas lluvia de cuarzos, hurgando en las simplezas extasiada de olvidos. despertando cadenciosos sueños aromados de maletas selladas por siglos, bajo las hojas tibias de los almendros rompen sus viejos odres Arrebatando el temor que inventa el vuelo, en la basta desnudez de los contornos leves, sobre un oleaje de tul ensimismado y acaudaladas clavijas de violas
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doris melo
daih
Un abrazo, Doris