EL HOJARASQUÍN DEL MONTE
Publicado en Jun 16, 2009
EL HOJARASQUÍN DEL MONTE
Aparezco en formas muy diversas protegiendo bosques y animales, sementeras y todo lo selvático. Me cubro con líquenes y helechos, flores silvestres, hojas y bejucos que me coronan como dios mayor de los fértiles Andes colombianos. Árbol caminante, quizás monstruo, soy mitad asno y mitad hombre, cuando no colosal simio peludo. El vestido lo adquiero revolcándome en la miel que derraman las colmenas. Fui engendrado por alguien lujurioso, que se unió carnalmente a una bestia. Cuando alguno me parece bien le indico el camino verdadero, pero en el caso contrario lo dejo en la mitad del monte para que muera por inanición. Los que han perdido la ruta me invocan siempre seguros para que los vuelva al camino, o me maldicen con violencia si empeoro su extravío. Cuando talan el bosque los colonos me oculto en forma de tronco seco hasta que brote de nuevo la floresta, momento en que vuelvo a levantarme para sorpresa y terror de los intrusos. Entre musulmanes y españoles tengo un primo parecido a mí. Los indios guaraníes me suponen peludo como soy, en forma humana, devorando animales que les robo a imprudentes y furtivos cazadores. Si espantaban los sátiros en Grecia con sus cuernos y orejas puntiagudas a pávidos o intonsos caminantes, también yo con mi musgoso cuerpo, mis ramas, mi hojarasca y mis bejucos, mis helechos y pezuñas de venado, aterro cuando me aparezco a los que quieren destruir los bosques. Soy la fertilidad aunque me teman, pero ayudo y protejo a los honestos que respetan fauna y flora, porque encarno espirituales fuerzas que son vida y esencia de los montes.
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Enrique Dintrans A:
auténtico testimonio de un bárbaro
hojarasquín
inspirador de los poetas de la tierra.
Saludos Verano
MAVAL
por algo que escuché en mi región...donde viví muchos años
ellos contaban de un ser (parecido a este )
que vivía en una laguna , entre el valle del lugar
y que se apareció y espantó
hasta a los obreros hasta enfermarse de miedo
cuando abrieron ruta por el bosque intocado
con máquinas e hicieron camino y llegar a esta...
dejando de paso un sendero de grandes coigues , tepas,
ulmos y arrayanes desparramados ...
Todo un decir de boca en boca!
Igual me gustó mucho!
Maval.-