Tal es vez es solo ilusión,
el creer que soy tu dueño.
El soñar con que sos mía,
esté dormido o despierto.
Si me encuentro cerca tuyo,
siento que tiembla mi cuerpo,
siento que me falta el aire;
y que te robas mi aliento.
Y cuando estás cerca de mí,
y me abrazas sin recelo,
encadenado, a tu amor,
disfruto ser prisionero.
Si rozo tu boca, ¡Por Dios!,
esa adicción sin remedio,
tan solo quiero perderme,
eternamente en tus besos.
Y si me besas o rozas,
tus labios sobre mi cuello,
siento calor, siento frío,
y, un temblor  dulce e intenso.
Cuando te encuentras desnuda,
esas líneas de tu cuerpo,
me llaman y me dominan...
como un enorme magneto.
Cuando me encuentro desnudo,
extasiado en nuestro lecho...
Nos entregamos mil veces,
a la tempestad de besos...
Cuando los dos nos amamos,
con el deseo, por cielo...
Nos quemamos, nos unimos,
como dos lenguas de fuego.
Tú eres mi amor y mi vida,
y nunca morirá eso...
Mi carne, es débil porque...
fue hecha con polvo de sueños.