Curso de Milagros, Me cuentro entre los ministros de Dios
Publicado en Oct 27, 2010
Nota del editor
* Si bien Un Curso de Milagros fue dictado con terminología cristiana, no se trata de un libro religioso. El Curso es un método para alcanzar la paz interior, y en este sentido, el Espíritu Santo hace las veces de intermediario entre Dios y el Hijo de Dios, es la Voz que habla por Dios y por ti. Personalmente, paso por alto esa atmósfera religioso y simplemente lo visualizo como una energía espiritual cósmica. Al fin de cuentas, el valor de la enseñanza no radica en su vocabulario, sino en la transformación del ser cuando realmente cae en cuenta de que el amor, la armonía y la paz proviene de su interior, y de que es capaz de crearse una vida de plenitud por la razón de haber sido creado por Dios a su imagen y semejanza. Un Curso de Milagros está formado por tres partes: El Texto, El Libro de Ejercicios y el Manual del Maestro. Su propósito consiste en deshacer el chip mental heredado e implementar otro chip con un nuevo sistema de pensamiento. LECCIÓN 154 Me cuento entre los ministros de Dios 1. No seamos hoy ni arrogantes ni falsamente humildes. 2Ya hemos superado tales necedades. 3No podemos juzgarnos a nosotros mismos, ni hace falta que lo hagamos. 4Eso no es sino aplazar la decisión y posponer entregarnos de lleno al ejercicio de nuestra función. 5Nuestro papel no es juzgar nuestra valía, ni tampoco podríamos saber cuál es el mejor papel para nosotros o qué es lo que podemos hacer dentro de un plan más amplio que no podemos captar en su totalidad. 6Nuestro papel se nos asigna en el Cielo, no en el infierno. 7Y lo que pensamos que es debilidad puede ser fortaleza, y lo que creemos que es nuestra fortaleza a menudo es arrogancia. 2. Sea cual sea el papel que se te haya asignado, fue seleccionado por la Voz que habla por Dios, Cuya función es asimismo hablar por ti. 2El Espíritu Santo* escoge y acepta tu papel por ti, toda vez que ve tus puntos fuertes exactamente como son, y es igualmente consciente de dónde se puede hacer mejor uso de ellos, con qué propósito, a quién pueden ayudar y cuándo. 3Él no actúa sin tu consentimiento. 4Pero no se deja engañar con respecto a lo que eres, y escucha solamente Su Voz en ti. (...) 5. El mensajero no escribe el mensaje que transmite. 2Tampoco cuestiona el derecho del que lo escribe, ni pregunta por qué razón ha escogido aquellos que han de recibir el mensaje del que él es portador. 3Sólo necesita aceptarlo, llevárselo a quienes va destinado y cumplir con su cometido de entregarlo. 4Si trata de determinar cuáles deben ser los mensajes, cuál es su propósito o adónde se deben llevar, no estará desempeñando debidamente su papel de portador de la Palabra.(...) Un curso de milagros, Libro de Ejercicios, Primera Parte, Lección 154, pg. 309 Traducción Rosa María González de Wynn y Fernando Gómez Fundación para la Paz Interior
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