HEBREOS: ESCRITURA PARA CONOCER A JESUCRISTO.
Publicado en Oct 30, 2010
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Hebreos: ESCRITURA PARA CONOCER A JESUCRISTO.

      
A la Palabra de Dios no se le puede agregar ni quitar nada, porque ella es viva (Verbo hecho carne), y eficaz, es decir, no necesita de interpretaciones ni del estudio de otros libros para entenderla, porque ella se explica a sí misma. En este estudio solo tomaremos lo que ella dice respecto al tema de que se trate, o sea, usando para ello lo que está revelado.
A LOS HEBREOS MIEMBROS DEL CUERPO DE CRISTO, BAJO LA GRACIA OBTENIDA POR FE.
Para entender esta carta escrita a los hebreos para persuadirlos en esforzarse por  entrar en el reposo de Dios o cuerpo de Cristo, es necesario é ineludible conocer lo que dice la Biblia en cuanto a las promesas de Dios a Abraham, a quien Dios llamó para que de él naciese la nación de Israel.
Veamos lo dicho en:
Génesis 12:2 Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición.12:3 Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.
13:15 Porque toda la tierra que ves, la daré a ti y a tu descendencia para siempre.
13:16 Y haré tu descendencia como el polvo de la tierra; que si alguno puede contar el polvo de la tierra, también tu descendencia será contada. 15:4 Luego vino a él palabra de Jehová, diciendo: No te heredará éste, sino un hijo tuyo será el que el que te heredará
15:5 Y lo llevó fuera, y le dijo: Mira ahora los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: Así será tu descendencia.
15:6 Y creyó a Jehová, y le fue contado por justicia. 17:1 Era Abram de edad de noventa y nueve años, cuando le apareció Jehová y le dijo: Yo soy el Dios Todopoderoso: anda delante de mí y sé perfecto.
17:2 Y pondré mi pacto entre mí y ti, y te multiplicaré en gran manera. 
17:3 Entonces Abram se postró sobre su rostro, y Dios habló con él, diciendo: 
17:4 He aquí mi pacto es contigo, y serás padre de muchedumbre de gentes. 
17:5 Y no se llamará más tu nombre Abram, sino que será tu nombre Abraham, porque te he puesto por padre de muchedumbre de gentes. 
17:6 Y te multiplicaré en gran manera, y haré naciones de ti, y reyes saldrán de ti. 
17:7 Y estableceré mi pacto entre mí y ti, y tu descendencia después de ti en sus generaciones, por pacto perpetuo, para ser tu Dios, y el de tu descendencia después de ti.
17:8 Y te daré a ti, y a tu descendencia después de ti, la tierra en que moras, toda la tierra de Canaán en heredad perpetua; y seré el Dios de ellos. 
17:9 Dijo de nuevo Dios a Abraham: En cuanto a ti, guardarás mi pacto, tú y tu descendencia después de ti por sus generaciones.
17:10 Este es mi pacto, que guardaréis entre mí y vosotros y tu descendencia después de ti: Será circuncidado todo varón de entre vosotros
17:11 Circuncidaréis, pues, la carne de vuestro prepucio, y será por señal del pacto entre mí y vosotros.
17:12 Y de edad de ocho días será circuncidado todo varón entre vosotros por vuestras generaciones; el nacido en casa, y el comprado por dinero a cualquier extranjero, que no fuere de tu linaje.
17:13 Debe ser circuncidado el nacido en tu casa, y el comprado por tu dinero; y estará mi pacto perpetuo.
17:14 Y el varón incircunciso, el que no hubiere circuncidado la carne de su prepucio, aquella persona será cortada de su pueblo; ha violado mi pacto. 
 Deuteronomio 4:19-20:No sea que alces tus ojos al cielo, y viendo el sol y la luna y las estrellas, y todo el ejército del cielo, seas impulsado, y te inclines a ellos y les sirvas; porque Jehová tu Dios los ha concedido a todos los pueblos debajo de todos los cielos. Pero a vosotros Jehová os tomó, y os ha sacado del horno de hierro, de Egipto, para que seáis el pueblo de su heredad como en este día.
7:6 Porque tú eres pueblo santo para Jehová tu Dios; Jehová tu Dios te ha escogido para serle un pueblo especial, más que todos los pueblos que están sobre la tierra. 14:2 Porque eres pueblo santo a Jehová tu Dios, y Jehová te ha escogido para que le seas un pueblo único de entre todos los pueblos que están sobre la tierra. 14:2 Porque eres pueblo santo a Jehová tu Dios, y Jehová te ha escogido para que le seas un pueblo único de entre todos los pueblos que están sobre la tierra. 26:18-19 Y Jehová ha declarado hoy que tú eres pueblo suyo, de su exclusiva posesión, como te lo ha prometido, para que guardes todos sus mandamientos; a fin de exaltarte sobre todas las naciones que hizo, para loor y fama y gloria, y para que seas un pueblo santo a Jehová tu Dios, como él ha dicho.
Éxodo 19:5 Ahora, pues, si diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra. 
1ª de Pedro 2:9 Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable.
 Tito 2:14 quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras. 
No podemos ignorar que ningún ser humano puede llegar a ser santo por sus acciones, ni por ningún medio diferente al que santifica, que es el Padre en su Hijo Jesucristo; por eso en esta carta dice claramente: el que santifica y los que son santificados, de uno son todos. Dios llamó a Abraham para de sus lomos sacar al pueblo santo, apartado para él; si Dios dijo que Israel es un pueblo santo ¿Quién se atreve a decir lo contrario? De ese pueblo Dios se guardó un remanente en cual se cumplirá la promesa a Abraham, pues son santos que continuarán la raza humana, y nadie los podrá contar, pues se procrearán eternamente y para siempre, poblarán las naciones, como la única raza humana, pues tendrán un solo Dios, el Padre, de quien proceden todas las cosas, y un solo Señor, Jesucristo, por medio de quien son todas las cosas. El Israel santo redimido por la promesa, que no entró en el reposo del Señor, por quedar en servidumbre perpetua debido a la promesa cuya señal es la circuncisión, serán servidores en cuerpos celestiales en el reino de los cielos, y conjuntamente con el remanente y su descendencia incontable, y que tendrán cuerpos terrenales, seguirán ejerciendo el sacerdocio y servicio a Dios contemplado en la ley de Moisés, eternamente y para siempre.
DIOS HA HABLADO POR EL HIJO.
Capítulo 01
1:1 Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, (¿Cómo? Por medio de sueños, visiones, por palabras a través de su Santo Espíritu).
1:2 en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo; (¿Quién es el Hijo? La Biblia dice en Juan 1: 1-4: En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios; este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. En él (Verbo) estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. Está clarísimo que en el principio existía el Verbo ¿Qué es el Verbo? El Logos, la Palabra, la acción creadora; con el Verbo estaba el Verbo, o sea, con la Palabra, estaba la Palabra; este Verbo, esta Palabra era Dios. Dios es la Palabra, pero la Biblia dice en Juan 4:24 que Dios es Espíritu; si Dios es Espíritu y se nos dice que también es Verbo o Palabra, entonces el Espíritu y la Palabra son lo mismo, y lo mismo no es otra cosa que Dios. Jesús dijo en Juan 6:64 que las palabras que él hablaba eran Espíritu y vida; en Juan 1:4 dice que en Verbo o Palabra estaba la vida, concordando con lo anterior en que la Palabra es Espíritu y es vida. Aquí en Hebreos 1:2 dice que Dios nos ha hablado por el Hijo, y que por el Hijo hizo el universo; en Juan 1: 3 nos afirma que todo fue hecho por el Verbo, o la Palabra, que estaba con Dios y era Dios; igual lo dice en 2ª de Pedro 3:5: Estos ignoran voluntariamente, que en el tiempo antiguo fueron hechos por la palabra, los cielos y la tierra que proviene del agua, y que por el agua subsiste; igual en el Salmo 33:6: Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos; y todo el ejército de ellos por el aliento de su boca. En el Salmo 104:30 dice que el Espíritu crea: Envías tu Espíritu y son creados, y renuevas la faz de la tierra. En Colosenses 1.15-16 dice: El (¿Quién? Cristo! El Hijo de Dios) es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación; porque en él fueron hechas todas las cosas, las que hay en los cielos, y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios; sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él. De esta forma entendemos que: el Verbo crea; la Palabra crea; el Espíritu crea, y Cristo, Jesucristo, el Hijo de Dios crea; Dios dice que todo lo hizo en el Hijo y para el Hijo, luego entonces, el Verbo, la Palabra, el Espíritu, Cristo, es el mismo Jesucristo, el Hijo de Dios viviente. Esto fue oído desde el principio; que Dios era el Verbo, y con Dios estaba el Verbo y nadie más; desde el principio y en el principio solo existía el Verbo con el Verbo y este era Dios; por eso Juan en 1ª de Juan 2:24 dice: Lo que habéis oído desde el principio permanezca en vosotros (no lo que se ha oído después en los Concilios ú otros eventos religiosos). Si lo que habéis oído desde el principio permanece en vosotros (el Verbo con el Verbo), también vosotros permaneceréis en el Hijo y en el Padre. El Verbo con el Verbo son Espíritus, son co-iguales; Dios es Luz, el Espíritu es Luz; la Palabra es Luz, es vida, y la vida procede de Dios; en el Salmo 36:9 dice: Porque contigo está el manantial de la vida; en tu luz, veremos la luz; cuando Dios decidió crear dijo: Hágase la luz, y la luz fue hecha; esa luz que no es otro que el Hijo que salió del Padre, vino a dar a conocer al Padre; el Verbo que estaba con el Verbo, la luz que estaba con la luz; el Hijo que estaba con el Padre, al ser enviado (Mesías) por el Padre, salió del Padre ( y por salir del Padre, es su Hijo en el Espíritu) para crear y dar a conocer al Padre; él Hijo dijo: Yo soy la luz del mundo; había salido del Padre como luz, como Espíritu para crear; así era en forma de Dios, igual a él; es claro que al Dios constituirlo heredero de todo, es confirmar que después de despojarse y de humillarse para hacerse hombre, en esa condición no es igual a Dios, sino que es el segundo hombre, el segundo Adán, quien sin pecar y obedeciendo en todo al Padre, este lo declara heredero de todo ) .Dios no se va a constituir a él heredero de lo que es de él, pues de Jehová es la tierra y su plenitud, el mundo y los que en él habitan; por eso afirma en versículo siguiente:
1:3 el cual, siendo el resplandor de su gloria (luz y luz), y la imagen misma de su sustancia (Espíritu, Espíritu; Verbo, Verbo; Palabra, Palabra), y quien sustenta todas las cosas con la palabra (Verbo) de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas, (Para entender como se hizo hombre, debemos mirar lo dicho en Filipenses 2:5-11: Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.)
Cristo Jesús desde el principio era en forma de Dios (el Verbo con el Verbo; la Palabra con la Palabra; el Espíritu con el Espíritu, ya fuera del otro o Padre, a quien también la Palabra identifica como el Padre de los espíritus); era igual a Dios el Padre, pero tuvo el sentir de no estimar el ser igual a él como cosa a que aferrarse, sino que se despojó, entregó al Padre ese poder de igualdad a él, para poder hacerse siervo, no sabiendo nada ni haciendo su voluntad, sino la voluntad del Padre que lo envió primero a crear en el Espíritu, pero que para redimir al hombre caído, era necesario despojarse de sus atributos de igualdad con el Padre, para que este, en ese poder de igualdad que él le entregaba, la Palabra Santa, el Verbo Santo, el Espíritu Santo, le engendrara  en el vientre de María, y de esta manera  naciera Jesús, el segundo Adán, el hombre celestial, por el cual, para el cual y por medio del cual, el Padre en la Palabra, había hecho el universo; y hecho hombre, fuese crucificado, y el poder que había entregado, el Espíritu Santo, lo levantase de los muertos al tercer día, venciendo a la muerte y redimiendo con su sangre al primer hombre, el Adán, el hombre caído; y después subiese a los cielos y el Padre lo sentase a la diestra de su gloria, hasta que ponga a sus enemigos por estrado de sus pies. Para esta finalidad de redimir al hombre pecador, él, hecho semejante al hombre caído, se humilló a sí mismo (voluntariamente se sometió al Padre) haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz; en esa condición de hombre, no era ni es igual al Padre, pues, es el segundo hombre, el celestial, no hecho del polvo de la tierra, sino engendrado por el Espíritu Santo, por el Verbo, por la Palabra de Dios. En esa obediencia Dios lo exaltó hasta lo sumo, dándole un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla, y toda boca confiese que Jesucristo es el Señor, para que el Padre sea quien reciba la gloria y más ninguno. Guiados por las Escrituras podemos entonces entender lo dicho por la Biblia en el versículo siguiente:
JESÚS ES SUPERIOR A LOS ÁNGELES
 1:4 hecho tanto superior a los ángeles, cuanto heredó más excelente nombre que ellos. Las Escrituras enseñan que los ángeles son mayores que los hombres en  fuerza y en potencia (2ª Pedro 2:11); pero Jesucristo, el varón aprobado por Dios, por su obediencia, Dios lo hizo superior a los ángeles, cuanto heredó más excelente nombre que ellos.
1:5 Porque ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás: Mi Hijo eres tú, Yo te he engendrado hoy, y otra vez: Yo seré a él Padre, Y él me será a mí hijo? El ejército de los cielos, los ángeles, fueron hechos por Dios, el Espíritu Santo, con el aliento de su boca; pero a Jesús, lo engendró por la Palabra, como se lo dice aquí: Yo te he engendrado hoy; y otra vez: Yo seré a él por Padre, y él me será mi hijo. Este es el segundo hombre al cual el pecado ni la muerte vencerían, y que es hoy por hoy, el heredero de todo lo del Padre, así como él lo dijo: Todo lo que tiene el Padre es mío (recordemos que el poder de la Palabra al despojarse, él se lo entregó al Padre Si el Padre mismo declara que él le será por Padre, y Jesucristo le será por Hijo ¿Qué atrevido los hace iguales después de esto?).
De esta manera, el Espíritu Santo, el Verbo encarnado, el Primogénito (no como cosa creada, sino que ha existido siempre), el Unigénito del Padre es introducido en la creación (Dios Padre Espíritu está fuera de la creación puesto que nada lo puede contener ni sostener); esto lo afirma la Biblia en:
1:6 Y otra vez, cuando introduce al Primogénito en el mundo, dice: Adórenle todos los ángeles (es superior a ellos) de Dios. Que bueno es que la Escritura nos enseñe que la orden dada por Dios en cuanto a su Hijo amado, es que le adoren todos los ángeles de Dios, y nunca los hombres, porque éstos deben adorar solo al Padre en espíritu y en verdad (Juan 4:24). Jesucristo en la oración nos enseñó que debemos orar al Padre (nunca a él), y que todo lo que le pidiésemos al Padre, debe ser pedido en su nombre. De los ángeles dice:
1:7 Ciertamente de los ángeles dice: El que hace a sus ángeles espíritus;( Hay una clara diferencia entre los ángeles y Jesucristo y su cuerpo, puesto que los ángeles son solo espíritus, pero.) y a sus ministros llama de fuego. (¿Quienes son los ministros del Padre? Los que han sido llamados y escogidos desde antes de la fundación del mundo para ministrar los misterios de Dios). La Biblia aquí dice que Dios en Cristo los hace llama de fuego, no llamas de fuego como varios que son, sino llama de fuego, como uno a donde van a parar, o sea, a la misma gloria del Hijo, puesto que estos ministros o iglesia, son miembros del cuerpo de Cristo, quien es la cabeza de ella.
1:8 Mas del Hijo dice: Tu trono, oh Dios (El Verbo o Espíritu en igualdad con el Padre, antes de despojarse y ser hecho carne), por el siglo del siglo (la eternidad); cetro de equidad (justicia) es el cetro de su reino (en el cielo).
El Padre mira y se complace en los atributos de su Hijo o Verbo, o Luz, o Espíritu, y los resalta cuando este voluntariamente decide despojarse de ellos y entregárselos al Padre, por lo cual el Padre le dice:
1:9 Has amado la justicia, y aborrecido la maldad, Por lo cual te ungió Dios, el Dios tuyo, con óleo de alegría más que a tus compañeros ( Profetizado en Isaías: 61:1 El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel; y de total cumplimiento en el bautismo al salir del río Jordán: Mateo 3:16 Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él. 3:17 Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia.) Dice que esta unción fue mayor que la de sus compañeros (Dios no tiene compañeros, pues es único), refiriéndose a todos aquellos hombres que habían sido utilizados por Dios para hablar de su palabra antes que él, y de los que le acompañarían de allí en adelante.
Y dejando claro su anterior igualdad con el Padre, le dice:
1:10 Y: Tú, oh Señor, en el principio fundaste la tierra, Y los cielos son obra de tus manos (Dios todo lo hizo en su Hijo en el Espíritu, Verbo, Palabra, Cristo, antes de que el Verbo hiciera lo dicho en Juan 1:14 Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad. 
Y también aludiendo a su preexistencia y eternidad aún después de la muerte, dice:
1:11: Ellos perecerán, mas tú permaneces; Y todos ellos se envejecerán como una vestidura, 1:12 Y como un vestido los envolverás, y serán mudados; Pero tú eres el mismo, Y tus años no acabarán.
Y clarificando que Jesús hombre, el Verbo hecho carne es superior a los ángeles, dice:
1:13 Pues, ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás: Siéntate a mi diestra, Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies? (Salmo 110: 1-2: Jehová dijo a mi Señor, siéntate a mi diestra; hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies; Jehová enviará desde Sión, la vara de tu poder; domina en medio de tu enemigos. Esta vara no es otra cosa que la palabra, Espíritu o poder del cual él se despojó para hacerse hombre, la cual le será enviada desde Sión.
Los ángeles solo son:
1:14 ¿No son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación?
Este es el papel de los ángeles como espíritus mensajeros al servicio de los que heredamos la salvación; pero Jesucristo hombre no es simplemente un espíritu a la manera de ellos, sino que como segundo hombre, engendrado por la palabra y no hecho del polvo de la tierra, es mayor que ellos; esto lo afirma también la Biblia en: 1ª a los Corintios 15:44 Se siembra cuerpo animal, resucitará cuerpo espiritual. Hay cuerpo animal, y hay cuerpo espiritual. 15:45 Así también está escrito: Fue hecho el primer hombre Adán alma viviente; el postrer Adán, espíritu vivificante. 15:46 Mas lo espiritual no es primero, sino lo animal; luego lo espiritual. 15:47 El primer hombre es de la tierra, terrenal; el segundo hombre, que es el Señor, es del cielo.
Jesucristo hombre no es un simple espíritu como los ángeles, sino que además de servir como espíritu, es espíritu vivificante que da vida y vida en abundancia.
Capítulo 02
EL AUTOR DE LA SALVACIÓN.
UNA SALVACIÓN TAN GRANDE. (la palabra griega soteria que significa salud, fue erróneamente traducida por salvación).
2:1 Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos (La palabra los exhorta a que con diligencia atiendan las cosas que han oído ¿Qué han oído desde el principio? Que en el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Que este Verbo se hizo hombre y que el Padre lo exaltó hasta lo sumo haciéndole Señor y Cristo; que ahora es espíritu vivificante mayor que los ángeles, y que a los ministros de pacto, son hechos llama de fuego como él, porque son miembros de su cuerpo; que el es el Primogénito de la creación y de todos sus hermanos, y que nos recuerda en su palabra que atender estas cosas, o perderán la primogenitura o derecho de estar en su cuerpo.
¿Por qué?
2:2 Porque si la palabra dicha por medio de los ángeles fue firme, y toda transgresión y desobediencia recibió justa retribución, (Dios no dejó sin retribución o pago a los que han desobedecido su palabra, dicha a través de mensajeros o ángeles)
2:3 ¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? La cual, habiendo sido anunciada primeramente por el Señor, nos fue confirmada por los que oyeron, (se trata de una salud tan grande el ser parte del cuerpo de Cristo, la cual después de salvarlos les brinda con todo amor; esto les fue dicho por el mismo Jesucristo y confirmado por sus apóstoles, que por fe se es miembro de su cuerpo. Jesucristo es el reposo de Dios al cual han sido llamados y han entrado en su reposo, pues en ese reposo, son como nuestro Señor y reinarán juntamente con él, si es que juntamente con él padecen. Por eso se les exhorta a no perder esta primogenitura, este derecho de ser como él, descuidando esa salud tan grande.)
2:4 testificando Dios juntamente con ellos, con señales y prodigios y diversos milagros y repartimientos del Espíritu Santo según su voluntad.(Dios deja constancia de todo esto con las señales y prodigios y milagros que él hace a través de quienes entran en ese reposo, puesto que él es el Hacedor, y en su reposo, él hace todas las cosas en Cristo Jesús, repartiendo su Espíritu, su Palabra según su voluntad y no la de Jesucristo ni la nuestra,; a todos tanto judío como gentiles, nos toca creer y obedecer.)
JESUCRISTO REINARÁ Y LOS QUE CREAN EN ÉL, EN SU CUERPO, porque
2:5 Porque no sujetó a los ángeles el mundo venidero, acerca del cual estamos hablando;(el presente siglo malo está bajo el poder del maligno y sus ángeles caídos, pero el mundo venidero no fue sujeto a ningún ángel, sino a Jesucristo Hombre; esto está escrito en 1ª a los Corintios15:27 Porque todas las cosas las sujetó debajo de sus pies. Y cuando dice que todas las cosas han sido sujetadas a él, claramente se exceptúa aquel que sujetó a él todas las cosas.) 
15:28 Pero luego que todas las cosas le estén sujetas, entonces también el Hijo mismo se sujetará al que le sujetó a él todas las cosas, para que Dios sea todo en todos. (Vemos la clara diferencia entre el Hijo de Dios, Jesucristo Hombre, y el Padre Espíritu, porque el Padre le sujetó todas las cosas, pero el Padre no se sujetó a él; al final del reinado de Jesucristo, este entregará el reino a su Padre, para que el Padre sea todo en todos, como ha sido desde el principio, como lo dice 1ª a los Corintios en: 8:6 para nosotros, sin embargo, sólo hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas, y nosotros somos para él; y un Señor, Jesucristo, por medio del cual son todas las cosas, y nosotros por medio de él. 
Tenemos que entender por el Espíritu de Dios, su Palabra Santa, que Dios hizo todo por el hombre y para el hombre, para reinase en la creación.)
2:6 pero alguien testificó en cierto lugar, diciendo: ¿Qué es el hombre, para que te acuerdes de él, o el hijo del hombre, para que le visites? 2:7 Le hiciste un poco menor que los ángeles, le coronaste de gloria y de honra, Y le pusiste sobre las obras de tus manos (Esto no lo entendieron los Israelitas porque les era encubierto, y quisieron apedrear a Jesucristo, porque siendo hombre, se hacía igual a Dios, y esto para ellos era blasfemia. Jesucristo les aclara que: Juan 10:34 Jesús les respondió: ¿No está escrito en vuestra ley: Yo dije, dioses sois? 10:35 Si llamó dioses a aquellos a quienes vino la palabra de Dios (y la Escritura no puede ser quebrantada), 10:36 ¿al que el Padre santificó y envió al mundo, vosotros decís: Tú blasfemas, porque dije: Hijo de Dios soy? 
2:8 Todo lo sujetaste bajo sus pies. Porque en cuanto le sujetó todas las cosas, nada dejó que no sea sujeto a él; pero todavía no vemos que todas las cosas le sean sujetas (Porque su reino es del siglo venidero, y quiere que muchos israelitas junto con los gentiles que creamos, en su cuerpo, reinemos con él).
2:9 Pero vemos a aquel que fue hecho un poco menor que los ángeles, a Jesús, coronado de gloria y de honra, a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios gustase la muerte por todos. (Jesús, el varón perfecto, el Verbo hecho carne, el segundo Adán, quien por encarnarse fue hecho un poco menor que los ángeles, y murió por todos los pecadores; al resucitar, Dios Padre le corona de gloria y de honra, para que reine sobre la creación.) Era necesario que así sucediera, para perfeccionar el Padre de esa manera al segundo Adán, al Señor, a Jesucristo
2:10 Porque convenía a aquel por cuya causa son todas las cosas, y por quien todas las cosas subsisten, que habiendo de llevar muchos hijos a la gloria, perfeccionase por aflicciones al autor de la salvación de ellos. (La aflicción para perfección de Jesucristo nos concede el derecho de ser hijos de Dios, y no descuidar la primogenitura que nos hace miembros de su cuerpo, y templo de su Santo Espíritu, su Palabra Santa; a Dios le convenía hacerlo así.)
2:11 Porque el que santifica y los que son santificados, de uno son todos; por lo cual no se avergüenza de llamarlos hermanos (Cristo Jesús, el Verbo hecho carne, en su sangre, los santifica y los hace al igual que él, hijos de Dios; y tanto él como santificador y los santificados, son de uno, del Padre; y por eso Jesucristo, no se avergüenza de llamarlos hermanos ¿Veis? Son hermanos de nuestro Señor Jesucristo; el es su hermano mayor y Dios es su Padre.)
2:12 diciendo: Anunciaré a mis hermanos tu nombre, en medio de la congregación te alabaré. (Jesús les anuncia en él, el nombre de su Padre ¿Cuál es ese nombre? ¿Cuál nombre le dio el Padre a su Hijo? Jesús! Este es el nombre del Padre; este es el nombre del Verbo o Espíritu Santo, y este es el nombre del Hijo o Verbo hecho carne; por esa razón los apóstoles bautizaban en el nombre de Jesús. Anunciando el nombre de su Padre, Jesucristo lo alababa en medio de la congregación.
Y confiando en su Padre, afirmó:
2:13 Y otra vez: Yo confiaré en él. Y de nuevo: He aquí, yo y los hijos que Dios me dio. (los Ministros; los primogénitos del Padre)
Por todos se despojó y se humilló:
2:14 Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo (Oh, muerte, yo seré tu muerte; 1ª a los Corintios 15:53 Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad. 15:54 Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria.)
Y así los libró del pecado de condenación, de la muerte eterna:
2:15 y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre. 2:16 Porque ciertamente no socorrió a los ángeles, sino que socorrió a la descendencia de Abraham. (Dios había dado a Abraham la promesa que serían nación santa, y de heredar la tierra perpetuamente; la señal que él dejó fue la circuncisión perpetua en los israelitas como nación; de esta manera Israel quedó perpetuamente sujeto a servidumbre; al heredar la nueva tierra en el mundo venidero, este servicio de Israel como nación hacia Dios, es eterno; pero Dios socorrió (tomó en el griego, traducido por socorrer), a la descendencia de Abraham (pareciera que desechara al resto de la humanidad, pero no es así), es decir, para que de esta descendencia, quienes recibieran a Cristo como el Mesías Salvador, serían llamados a libertad y hechos miembros del cuerpo de Cristo, quitando por la sangre de Cristo, el yugo de servidumbre impuesto por la promesa y que tiene como señal la circuncisión; por eso Pablo escribió que en Cristo la circuncisión ni la incircunsición  valen nada. Israel será nación eternamente delante de Dios, y como nación, el pacto perpetuo seguirá con ellos en la nueva tierra (Jeremías 31:33 Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo; Jeremías 31:36 Si faltaren estas leyes delante de mí, dice Jehová, también la descendencia de Israel faltará para no ser nación delante de mí eternamente; allí tendrán que aplicar el mandato de la circuncisión y todos los ritos dados por medio de la ley, porque esto para ellos es mandamiento perpetuo.),
2:17 Por lo cual debía ser en todo semejante a sus hermanos, para venir a ser misericordioso y fiel sumo sacerdote en lo que a Dios se refiere, para expiar los pecados del pueblo. (Jesucristo, el Verbo hecho carne, el varón perfecto, el segundo hombre, en todo fue hecho semejante a sus hermanos, para quitar el pecado del mundo, y tomar de ellos, a quienes serían con los gentiles redimidos, miembros del cuerpo de Cristo, o iglesia de Dios.)
2:18 Pues en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados. (Por haber sido tentado como hombre en todo, es poderoso para entendernos y socorrernos en nuestras debilidades)
Capítulo 03
JESÚS ES SUPERIOR A MOISÉS.
Siendo Jesús Dios, de ninguna manera se podría comparar con Moisés; todos sabemos que Dios es superior a Moisés, y que no se puede establecer jamás comparaciones entre el Creador y sus criaturas; pero como Verbo hecho carne, varón perfecto, segundo hombre, si se puede por igualdad de naturalezas.
3:1 Por tanto, hermanos santos, participantes del llamamiento celestial, considerad al apóstol y sumo sacerdote de nuestra profesión, Cristo Jesús;(La palabra les recuerda la santidad adquirida por la promesa y les recuerda que hay un llamamiento celestial a través de la sangre de Cristo. Les afirma que este llamamiento es celestial, puesto que el fin es que entren en el reposo de Dios, en el cuerpo de Cristo como miembros de su cuerpo, el segundo Adán, que no es terrenal, sino del cielo; y les exhorta a considerar al sumo sacerdote y apóstol de esa profesión, pues son ministros del nuevo pacto establecido por medio de su sangre santa.)
3:2 el cual es fiel al que le constituyó, como también lo fue Moisés en toda la casa de Dios. (Jesucristo es fiel al Padre, como Moisés lo fue en toda la casa de Dios, el tabernáculo  hecho por él, el cual era figura del que iba a venir: Jesucristo.)
3:3 Porque de tanto mayor gloria que Moisés es estimado digno éste, cuanto tiene mayor honra que la casa el que la hizo. (Dios hizo todo en Cristo Jesús su Hijo amado, quien ha preexistido siempre, y por lo tanto, tiene mayor gloria que Moisés, lo cual nos confirma que no es cualquier hombre como Moisés, sino que es el Verbo hecho carne.) Así está escrito y es
3:4 Porque toda casa es hecha por alguno; pero el que hizo todas las cosas es Dios.
3:5 Y Moisés a la verdad fue fiel en toda la casa de Dios, como siervo, para testimonio de lo que se iba a decir;(Moisés fue fiel ministrando las cosas de Dios, para testimonio de lo que se iba a decir de Jesucristo)
Pero Cristo tiene más gloria porque:
3:6 pero Cristo como hijo sobre su casa, la cual casa somos nosotros, si retenemos firme hasta el fin la confianza y el gloriarnos en la esperanza. (Cristo hace morada en el creyente por el Espíritu; los hace templo de su Santo Espíritu, pero no la Escritura les recuerda a los hebreos, que no se pueden deslizar ni descuidar este privilegio, sino que tienen que retener hasta el fin esa confianza, y gloriarse en la esperanza de ser como él.
EL REPOSO DEL PUEBLO DE DIOS.
3:7 Por lo cual, como dice el Espíritu Santo: Si oyereis hoy su voz, (La voz del Espíritu Santo de Dios, el Verbo que estaba con el Verbo, la escuchamos al leer las Escrituras, porque ellas son las que dan testimonio del Verbo-Espíritu y del Verbo hecho carne; de lo contrario, corremos el riesgo de oír a espíritus engañadores y doctrinas de demonios). Hay un reposo de Dios al cual les quiere introducir y less introduce por gracia por medio de la fe: Este reposo es Verbo encarnado, Jesucristo; él dijo: Venid a mí todos los que estéis trabajados y cansados, que yo les haré descansar. Solo en él descansamos de nuestras obras tanto gentiles como judíos, porque Dios Padre hace todas las cosas en él, por medio de él y para él. Por eso no se debe descuidar el llamamiento celestial de participar de su naturaleza divina, y les recuerda que:
3:8 No endurezcáis vuestros corazones, como en la provocación, en el día de la tentación en el desierto (Israel, endureció el corazón tentando a Dios, al dudar de él y descuidaron la confianza en él, la cual tiene grande galardón, y les pide que no lo vuelvan a hacer al llamamiento celestial), y entonces..
3:9 Donde me tentaron vuestros padres; me probaron, y vieron mis obras cuarenta años (De nada les aprovechó el ver las obras de Dios, porque habían perdido la fe),. 

3:10 A causa de lo cual me disgusté contra esa generación, y dije: siempre andan vagando en su corazón, y no han conocido mis caminos (Ante la posición de Israel de no creerle a Dios a pesar de haber visto sus obras por cuarenta años, Dios, se llena de ira contra ellos).Y juró!
3:11 Por tanto, juré en mi ira: no entrarán en mi reposo (En su ira Dios hizo juramento de que aquellos que le tentaron en el desierto, no entrarían a hacer parte del cuerpo de Cristo, porque habían perdido la fe a causa de su incredulidad.
Y ahora hablándonos por el Hijo les exhorta a que eso no suceda con ellos
3:12 Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo;
Sino que se exhorten unos a otros para no desmayar a causa del pecado
3:13 antes exhortaos los unos a los otros cada día, entre tanto que se dice: Hoy; para que ninguno de vosotros se endurezca por el engaño del pecado. 
Porque hay en esto un grande galardón
3:14 Porque somos hechos participantes de Cristo, con tal que retengamos firme hasta el fin nuestra confianza del principio (Ser hechos participantes de la gloria con la que el Padre exaltó a su Hijo Jesucristo, haciéndoles como a nosotros los gentiles que hemos creído, miembros de su cuerpo,)
Y por eso el Consolador les reitera que permanezcan en la fe, alimentándoles con las Escrituras, cuando les dice..
3:15 entre tanto que se dice: Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones, como en la provocación.
Mostrándoles quienes por incredulidad, perdieron el derecho de ser participantes de la naturaleza de nuestro Señor Jesucristo. (No pueden confundir el llamamiento celestial a ser como él, con la promesa hecha a Israel de ser nación eternamente).
3:16 ¿Quiénes fueron los que, habiendo oído, le provocaron? ¿No fueron todos los que salieron de Egipto por mano de Moisés?
3:17 ¿Y con quiénes estuvo él disgustado cuarenta años? ¿No fue con los que pecaron, cuyos cuerpos cayeron en el desierto?
3:18 ¿Y a quiénes juró que no entrarían en su reposo, sino a aquellos que desobedecieron?
3:19 Y vemos que no pudieron entrar a causa de incredulidad. (Con Israel en los que le provocaron, estuvo Dios disgustado cuarenta años, y murieron en el desierto, jurando Dios que no entrarían en su reposo, o sea, en el cuerpo de Cristo; por incredulidad descuidaron la promesa de ser igual a Jesucristo ¿Se perdieron?  Dios los llamó y los santificó.)
Capítulo 04
4:1 Temamos, pues, no sea que permaneciendo aún la promesa de entrar en su reposo, alguno de vosotros parezca no haberlo alcanzado (Tienen los hebreos que conservar la fe de Dios que es en Cristo Jesús).
4:2 Porque también a nosotros se nos ha anunciado la buena nueva como a ellos; pero no les aprovechó el oír la palabra, por no ir acompañada de fe en los que la oyeron (Al Israel de ese tiempo se le anunció esto, y al Israel después de Cristo; todo el que ha oído esta palabra con fe y ha permanecido en ella, tiene segura entrada en el reposo de Dios: al cuerpo de Jesucristo nuestro Señor). 
4:3 Pero los que hemos creído entramos en el reposo, de la manera que dijo: 
Por tanto, juré en mi ira, No entrarán en mi reposo; aunque las obras suyas estaban acabadas desde la fundación del mundo (Los que creyeron han entrado, y en su presciencia Dios sabe quienes entrarán en su reposo, puesto que sus obras están acabadas desde de la creación.)
Así lo confirma su palabra cuando dice:
4:4 Porque en cierto lugar dijo así del séptimo día: Y reposó Dios de todas sus en el séptimo día.
4:5 Y otra vez aquí: No entrarán en mi reposo (Dios lo sabe de antemano).
4:6 Por lo tanto, puesto que falta que algunos entren en él, y aquellos a quienes primero se les anunció la buena nueva no entraron por causa de desobediencia, 
4:7 otra vez determina un día: Hoy, diciendo después de tanto tiempo, por medio de David, como se dijo: Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones
4:8 Porque si Josué les hubiera dado el reposo, no hablaría después de otro día. (El reposo de Dios no es solo la vida eterna, ni la herencia de la tierra; Dios le dio a Israel la tierra por promesa, pero también quiere librar a muchos de ellos del tugo de la servidumbre, entrando en el reposo de Dios: el cuerpo de Cristo, a quien rechazaron)
4:9 Por tanto, queda un reposo para el pueblo de Dios (Claro, el cuerpo del Señor). 
4:10 Porque el que ha entrado en su reposo, también ha reposado de sus obras ( En Jesucristo se vive por fe, no por obras; cesan los ritos de la circuncisión, de la ley, porque al que cree todo le es posible; y reposa de sus obras o ritos, como Dios reposó de las suyas en su Hijo Jesucristo, en quien hizo todo.)
4:11 Procuremos, pues, entrar en aquel reposo, para que ninguno caiga en semejante ejemplo de desobediencia (Si los hebreos viven en la ley, de la gracia han caído, de Cristo se desligaron puesto que el fin de la ley es Cristo, y por ser llamados santos, quedarán como siervos en el reino de los cielos.)
4:12 Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón (Sin dudar les recuerda lo que es la palabra de Dios, el Verbo hecho carne, Jesucristo el hijo del Hombre, quien juzgará al mundo por las palabras que él habló, las cuales le dio el Padre. 
4:13 Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta (La palabra de Dios de quien nos habla esta Escritura, nos afirma que ella tiene presencia, y es verdad esto, puesto que es el Verbo encarnado, Jesucristo, ante quien se harán manifiesta todas las cosas, pues nada hay oculto que no sea manifestado ante él, en su segunda venida a juzgar a los vivos y a los muertos).
JESÚS EL GRAN SUMO SACERDOTE.
4:14 Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión (les insta a estar firmes en la fe en quien es el único que ha traspasado los cielos, derribando la palabra el argumento de que Enoc y Elías lo hicieran con antelación)
4:15 Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. 4:16 Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro (En su gracia, en su fe, hallarán gracia para el oportuno socorro).
Capítulo 05
5:1 Porque todo sumo sacerdote tomado de entre los hombres es constituido a favor de los hombres en lo que a Dios se refiere, para que presente ofrendas y sacrificios por los pecados (el sacerdocio Levítico).
5:2 para que se muestre paciente con los ignorantes y extraviados, puesto que él también está rodeado de debilidad.
5:3 y por causa de ella debe ofrecer por los pecados, tanto por sí mismo como también por el pueblo.
5:4 Y nadie toma para sí esta honra, sino el que es llamado por Dios, como lo fue Aarón (Es totalmente Bíblico que para el sacerdocio Levítico, nadie puede ser nombrado sino que tiene que ser escogido por Dios, y además ser de la tribu de Leví. Hoy hay quienes se llaman sacerdotes, estudian para sacerdotes, ofician como sacerdotes, violando la palabra de Dios, y hacen un sincretismo del sacerdocio Levítico que es de este siglo, mezclándolo con el sacerdocio de Cristo, el cual es un sacerdocio de los bienes venideros; son sacerdotes para utilizar ciertos ritos de la ley, como el tomar los diezmos del pueblo, y al mismo tiempo afirman estar ministrando las cosas que pertenecen al reino de los cielos, el cual Jesucristo, el Gran Sumo Sacerdote, aún no ha instalado, pues está sentado a la derecha del Padre, hasta el tiempo del cumplimiento de las cosas.) .
5:5 Así tampoco Cristo se glorificó a sí mismo haciéndose sumo sacerdote, sino el que le dijo: Tú eres mi Hijo, Yo te he engendrado hoy.(Que ejemplo de obediencia tan ejemplar el de nuestro Señor Jesucristo, el cual haríamos muy bien al imitarlo.)

5:6 Como también dice en otro lugar: Tú eres sacerdote para siempre, Según el orden de Melquisedec. (El Padre es quien asegura que Jesucristo es Sumo Sacerdote del orden de Melquisedec, el Rey de paz, Cristo en el Espíritu, el Verbo antes de encarnarse, el cual recibió los diezmos de Abraham)
5:7 Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a causa de su temor reverente (El segundo Adán, Jesucristo, pide al Padre lo libre de la muerte eterna que era el pago de todos los pecados nuestros, y debido a su obediencia fue oído; él lo había pedido al Padre en el Espíritu, antes de encarnarse: Hechos 2:27: Porque no dejarás mi alma en el Hades, ni permitirás que tu Santo vea corrupción.) 
5:8 Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia; (el hijo de Dios tiene que padecer como Jesucristo, para poder reinar juntamente con él),
5:9 y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen;
5:10 y fue declarado por Dios sumo sacerdote según el orden de Melquisedec.
Y SE LES EXHORTA POR SER TARDOS PARA OÍR
5:11 Acerca de esto tenemos mucho que decir, y difícil de explicar, por cuanto os habéis hecho tardos para oír
5:12 Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche, y no de alimento sólido.
5:13 Y todo aquel que participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia, porque es niño;
5:14 pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal (Les ha pasado igual que al Israel que salió de Egipto, cuarenta años vagando en el desierto por la tardanza en el oír con fe, puesto que la iglesia judía, participante del llamado celestial, no ha querido oír lo que fue dicho desde el principio, escuchando y aplicando lo determinado por Concilios extrabíblicos de hace más de dieciocho siglos, en vez de volver al las sendas antiguas en donde la palabra nos advierte que no se le agregue ni quite nada, sino que nos quedemos con su eficacia; 1ª de Juan 2:24 Lo que habéis oído desde el principio, permanezca en vosotros. Si lo que habéis oído desde el principio permanece en vosotros, también vosotros permaneceréis en el Hijo y en el Padre; esto se ha adulterado, porque hemos dejado lo oído desde el principio; Juan 1:1-3: En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. (En el principio con el Verbo estaba el Verbo y más ningún otro ser; este Verbo era Dios, y al salir el Verbo de él, o su Santo Espíritu, por el hecho de salir del Padre, es su Hijo; este Verbo o Espíritu Santo, se despojó y se humilló: Juan 1:14 Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad. Se han hecho tardos para oír que la Palabra de Dios enseña que todo está fundamentado en la doctrina del Padre y del Hijo, escuchando a espíritus engañadores de doctrinas de demonios, adoptadas fuera de la Palabra de Dios, por lo que aún tienen necesidad de leche y no de alimento sólido.) Jesucristo dijo en Juan 8:47 El que es de Dios, las palabras de Dios oye; por esto no las oís vosotros, porque no sois de Dios. Recordemos también por él en cuanto  su doctrina la cual admiraba a la gente: Juan 7:16 Jesús les respondió y dijo: Mi doctrina no es mía, sino de aquel que me envió ¿Quién lo envió? El Padre y solo él; pues él es el Creador, el Hacerdor. 
7:17 El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta (Clarísimo que Jesucristo no hace referencia a más ningún ser en la doctrina del Padre y del Hijo, quienes han existido desde el principio).   .
Capítulo 06
6:1 Por tanto, dejando ya los rudimentos de la doctrina de Cristo, vamos adelante a la perfección; no echando otra vez el fundamento del arrepentimiento de obras muertas, de la fe en Dios. (Tienen los judíos la salvación, son pueblo santo; han sido santificados en la promesa del que los escogió; ahora la lucha constante es en la fe que no les permita deslizarse, sino que permanezcan en él, y él en ellos; sabiendo por la palabra que si  fallan, abogado tienen para con el Padre, a Jesucristo, y no tienen que volver al arrepentimiento de obras muertas)
6:2 de la doctrina de bautismos, de la imposición de manos, de la resurrección de los muertos y el juicio eterno (observamos que son varios los bautismos, incluido el bautismo de la muerte, por el cual Jesucristo se angustió, de que tengan que imponer las manos de nuevo para confirmar un don ya recibido, de la resurrección de los muertos y del sabido juicio eterno). 
6:3 Y esto haremos, si Dios en verdad lo permite. 
6:4 Porque es imposible que los que una vez fueron iluminados y gustaron del don celestial, y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo, 
6:5 y asimismo gustaron de la buena palabra de Dios y los poderes del siglo venidero,
6:6 y recayeron, sean otra vez renovados para arrepentimiento, crucificando de nuevo para sí mismos al Hijo de Dios y exponiéndole a vituperio. 
6:7 Porque la tierra que bebe la lluvia que muchas veces cae sobre ella, y produce hierba provechosa a aquellos por los cuales es labrada, recibe bendición de Dios;(Quien de ellos toma para sí el llamamiento celestial por la fe en Jesucristo, y recae, no tiene que volver a recibirlo como al principio ya lo hizo; sino volverse a su abogado Jesucristo, para el perdón de reconciliación o comunión perdida por la falta cometida, y por fe, estar seguro de recibir el perdón implorado por ese desliz, y proseguir hacia la perfección.)
6:8 pero la que produce espinos y abrojos es reprobada, está próxima a ser maldecida, y su fin es la de ser quemada. (No sucede así con quienes oyen la palabra y no la reciben, sino que continúan en el mismo estado anterior, que los va a llevar a que sus cuerpos sean quemados en el lago de fuego, dejando de existir para siempre, por no arrepentirse de sus pecados.)
6:9 Pero en cuanto a vosotros, oh amados, estamos persuadidos de cosas mejores, y que pertenecen a la salvación, aunque hablamos así. 
6:10 Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los santos y sirviéndoles aún. (Claramente explicado aquí por la misma justicia de Dios)
6:11 Pero deseamos que cada uno de vosotros muestre la misma solicitud hasta el fin, para plena certeza de la esperanza (Caminando hacia la perfección, puesto los ojos en Jesús, sirviendo al Señor con fe en su promesa, no hay duda de quien de ellos así se comporta, alcanzará la perfección de entrar en el reposo de Dios, Jesucristo, el varón perfecto aprobado por Dios.
6:12 a fin de que no os hagáis perezosos, sino imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas. (Es claro que esta esperanza está íntimamente ligada al servicio al Señor, pues el no vino para ser servido, sino para servir; por eso se less exhorta a no ser perezosos, pues esto no por causa de la salvación, porque esta ya la tienen en la escogencia como pueblo santo de Dios.
6:13 Porque cuando Dios hizo la promesa a Abraham, no pudiendo jurar por otro mayo, juró por sí mismo,
6:14 diciendo: De cierto te bendeciré con abundancia y te multiplicaré grandemente (Esta promesa juramentada por Dios a Abraham consta de dos factores: la bendición en la perfección de entrar su descendencia en el reposo, y por el hecho de pasar por la resurrección, ni se casan ni se dan en casamiento, porque son como los ángeles; y la de que su descendencia nadie la podría contar, pues esta continuaría con el remanente sellado para Dios y que no pecan, por lo tanto no mueren, y pueden procrear de tal manera que su descendencia no podrá ser jamás contada en su proliferación de la única raza humana en la eternidad, de la misma que hay un solo Dios, y un solo Señor :Jesucristo (1ª a los Corintios 8:6).
6:15 Y habiendo esperado con paciencia, alcanzó la promesa (Por eso es llamado el padre de la fe)
6:16 Porque los hombres ciertamente juran por uno mayor que ellos, y para ellos el fin de toda controversia es el juramento para confirmación. 
6:17 Por lo cual, queriendo Dios mostrar más abundantemente a los herederos de la promesa la inmutabilidad de su consejo, interpuso juramento; 
6:18 para que por dos cosas inmutables, en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos un fortísimo consuelo los que hemos acudido para asirnos de la esperanza puesta delante de nosotros (Dios juró por si mismo, o sea, juró por el Verbo que estaba con el Verbo, el cual es él; el Padre juró por dos cosas inmutables : Por el Padre y por su Hijo, cosas escritas que son inmutables, pues, nadie va al Hijo, si el Padre no le llevara; y nadie va al Padre, si el Hijo no le llevara; esos dos hechos son inmutables, y nadie puede cambiarlos, por que de forma contumaz y atrevida, ignore que Dios interpuso juramento por ellos.

6:19 La cual tenemos como segura y firme ancla del alma, y que penetra hasta dentro del velo (Esa es la esperanza a la que están también llamados en el llamamiento celestial; y todo el que tiene esa esperanza, se purifica a sí mismo, así como él es puro),
6:20 donde Jesús entró por nosotros como precursor, hecho sumo sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec (Jesucristo no entró al lugar Santísimo de un templo judío, según el sacerdocio Levítico, sino dentro del velo de la presencia del Padre, ante el cual está sentado a la derecha de su gloria, donde estuvo primero cuando en el Espíritu ejerció según el orden de Melquisedec. Toda doctrina que enseñe que otros han traspasado los cielos y están en la presencia de Dios, no es la doctrina del Padre, la que el Hijo vino a enseñar, pues Jesucristo es el precursor de este hecho, y vendrá hasta las nubes a meternos tanto a judíos como gentiles que vivimos por fe, en su cuerpo de  gloria ante su Padre)
  
  
Capítulo 07
7:1 Porque este Melquisedec, rey de Salem, sacerdote del Dios Altísimo, que salió a recibir a Abraham que volvía de la derrota de los reyes, y le bendijo, 
7:2 a quien asimismo dio Abraham los diezmos de todo; cuyo nombre significa primeramente Rey de justicia, y también Rey de Salem, esto es, Rey de paz; 
7:3 sin padre, sin madre, sin genealogía; que ni tiene principio de días, ni fin de vida, sino hecho semejante al Hijo de Dios, permanece sacerdote para siempre. 
7:4 Considerad, pues, cuán grande era éste, a quien aun Abraham el patriarca dio diezmos del botín (Ya lo hemos dicho: El Verbo, Cristo en el Espíritu quien ha existido siempre con el Padre).
7:5 Ciertamente los que de entre los hijos de Leví reciben el sacerdocio, tienen mandamiento de tomar del pueblo los diezmos según la ley, es decir, de sus hermanos, aunque éstos también hayan salido de los lomos de Abraham (los diezmos para hombres mortales se han de tomar según la ley; Jesucristo por eso no ejerció su sacerdocio según la ley, porque al cumplirla, instituyó el período de la gracia, y será Sumo Sacerdote para siempre pero de los bienes venideros). 
7:6 Pero aquel cuya genealogía no es contada de entre ellos, tomó de Abraham los diezmos, y bendijo al que tenía las promesas (Por existir siempre, y ejerciendo el Sumo Sacerdocio pero en el Espíritu; este es Melquisedec.
7:7 Y sin discusión alguna, el menor es bendecido por el mayor (Clarísimo). 
7:8 Y aquí ciertamente reciben los diezmos hombres mortales; pero allí, uno de quien se da testimonio de que vive (Es el Verbo, en quien está la vida).
7:9 Y por decirlo así, en Abraham pagó el diezmo también Leví, que recibe los diezmos; (Porque terrenalmente Leví no iba a tener un sacerdote mayor que él)
7:10 porque aún estaba en los lomos de su padre cuando Melquisedec le salió al encuentro. 
7:11 Si, pues, la perfección fuera por el sacerdocio levítico (porque bajo él recibió el pueblo la ley), ¿qué necesidad habría aún de que se levantase otro sacerdote, según el orden de Melquisedec, y que no fuese llamado según el orden de Aarón? 
7:12 Porque cambiado el sacerdocio, necesario es que haya también cambio de ley; (Ahora nuestra ley es la ley de la libertad en Cristo Jesús)
7:13 y aquel de quien se dice esto, es de otra tribu, de la cual nadie sirvió al altar. 
7:14 Porque manifiesto es que nuestro Señor vino de la tribu de Judá, de la cual nada habló Moisés tocante al sacerdocio.
7:15 Y esto es aun más manifiesto, si a semejanza de Melquisedec se levanta un sacerdote distinto (Jesucristo).
7:16 no constituido conforme a la ley del mandamiento acerca de la descendencia, sino conforme al poder de una vida indestructible (En el Verbo estaba la vida, y esta era la luz de los hombres).
7:17 Pues se da testimonio de él: Tú eres sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec.
7:18 Queda, pues, abrogado el mandamiento anterior a causa de su debilidad e ineficacia 
7:19 (pues nada perfeccionó la ley), y de la introducción de una mejor esperanza, por lo cual nos acercamos a Dios (Esa mejor esperanza es el sacerdocio de Jesucristo).
7:20 Y esto no fue hecho sin juramento; 
7:21 porque los otros ciertamente sin juramento fueron hechos sacerdotes; pero éste, con el juramento del que le dijo: Juró el Señor y no se arrepentirá: Tú eres sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec (¿Quién ha sido, es y será el atrevido contumaz que ignore é invalide este juramento hecho por Dios, de que Jesucristo es y será Sumo Sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec? ¿Cómo se han atrevido a afirma que es Dios, si es el varón perfecto, el segundo Adán a quien Dios jurando decreta que es Sumo Sacerdote para siempre?
7:22 Por tanto, Jesús es hecho fiador de un mejor pacto. 
7:23 Y los otros sacerdotes llegaron a ser muchos, debido a que por la muerte no podían continuar;
7:24 más éste, por cuanto permanece para siempre, tiene un sacerdocio inmutable; (Por favor, entendamos que Jesús tiene un Sacerdocio inmutable)
7:25 por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos (La salvación que él nos da es perpetua).
7:26 Porque tal sumo sacerdote nos convenía: santo, inocente, sin mancha, apartado de los pecadores, y hecho más sublime que los cielos; 
7:27 que no tiene necesidad cada día, como aquellos sumos sacerdotes, de ofrecer primero sacrificios por sus propios pecados, y luego por los del pueblo; porque esto lo hizo una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo.7:28 Porque la ley constituye sumos sacerdotes a débiles hombres; pero la palabra del juramento, posterior a la ley, al Hijo, hecho perfecto para siempre (Para siempre significa que es el hombre perfecto por quien, en quien, y para quien Dios hizo la creación).
  
Capítulo 08
8:1 Ahora bien, el punto principal de lo que venimos diciendo es que tenemos tal sumo sacerdote, el cual se sentó a la diestra del trono de la Majestad en los cielos,
8:2 ministro del santuario, y de aquel verdadero tabernáculo que levantó el Señor, y no el hombre (Ese tabernáculo, Jesucristo Hombre, vino engendrado por el poder del Espíritu Santo, poder del cual se había despojado, o sea el poder de la palabra; no vino engendrado de hombre como cualquier hombre débil; por eso el dijo que solo hablaba lo que el Padre le daba que hablase).

8:3 Porque todo sumo sacerdote está constituido para presentar ofrendas y sacrificios; por lo cual es necesario que también éste tenga algo que ofrecer. 
8:4 Así que, si estuviese sobre la tierra, ni siquiera sería sacerdote, habiendo aún sacerdotes que presentan ofrendas según la ley; (Nunca en la tierra ejerció el sacerdocio; fue declarado Sumo Sacerdote por Dios, después de padecer, morir y ser levantado por el mismo poder que le engendró; la iglesia, tiene que entender que no se puede ejercer sacerdocio terrenal en el presente siglo, tanto los gentiles miembros de Cristo, como también los hebreos que ya han entrado al reposo de Dios, libres también de la servidumbre de la ley; el nos hizo reyes y sacerdotes, y reinaremos con él, si juntamente padecemos con él (no dice que reinamos, pues el reino es venidero).
8:5 los cuales sirven a lo que es figura y sombra de las cosas celestiales, como se le advirtió a Moisés cuando iba a erigir el tabernáculo, diciéndole: Mira, haz todas las cosas conforme al modelo que se te ha mostrado en el monte.
8:6 Pero ahora tanto mejor ministerio es el suyo, cuanto es mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas (La Escritura despeja toda duda al respecto, y afirma que el sacerdocio Levítico sirve a lo que es figura y sombra de lo que ha de venir; Jesucristo es el mediador del nuevo pacto el cual lleva a su reposo o participación de su naturaleza divina).
8:7 Porque si aquel primero hubiera sido sin defecto, ciertamente no se hubiera procurado lugar para el segundo.
8:8 Porque reprendiéndolos dice: He aquí vienen días, dice el Señor, en que estableceré con la casa de Israel y la casa de Judá un nuevo pacto: Aquí está en Jesucristo establecido el nuevo pacto, el cual, además de salvarlos, los lleva a la perfección.
8:9 No como el pacto que hice con sus padres 
El día que los tomé de la mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos no permanecieron en mi pacto, y yo me desentendí de ellos, dice el Señor.
8:10 Por lo cual, este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice el Señor: Pondré mis leyes en la mente de ellos, y sobre su corazón las escribiré; y seré a ellos por Dios, y ellos me serán a mí por pueblo; 
8:11 Y ninguno enseñará a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce al Señor; porque todos me conocerán, desde el menor hasta el mayor de ellos(Eso es lo dicho en Romanos 11, donde la Palabra afirma que todo Israel será salvo).
8:12 Porque seré propicio a sus injusticias, y nunca más me acordaré de sus pecados y de sus iniquidades. 8:13 Al decir: Nuevo pacto, ha dado por viejo al primero; y lo que se da por viejo y se envejece, está próximo a desaparecer. (El pueblo hebreo debe seguir el ejemplo de los apóstoles y profetas que creyeron a Dios, y en el nuevo pacto entraron al reposo de Dios, sabiendo que dice hay un reposo en el cual es necesario que algunos entre, puesto que Josué los introdujo a la tierra de Canáan, pero Jesucristo a su cuerpo. La Escritura dice que en Jesucristo ya no hay judío ni griego, es decir, ningún gentil o griego en Jesucristo será judío, ni ningún judío será gentil, sino todos miembros del cuerpo de él.
Capítulo 09
EL TABERNÁCULO TERRENAL HECHO POR MOISÉS.
9:1 Ahora bien, aun el primer pacto tenía ordenanzas de culto y un santuario terrenal. 
9:2 Porque el tabernáculo estaba dispuesto así: en la primera parte, llamada el Lugar Santo, estaban el candelabro, la mesa y los panes de la proposición.
9:3 Tras el segundo velo estaba la parte del tabernáculo llamada el Lugar Santísimo,
9:4 el cual tenía un incensario de oro y el arca del pacto cubierta de oro por todas partes, en la que estaba una urna de oro que contenía el maná, la vara de Aarón que reverdeció, y las tablas del pacto.9:5 y sobre ella los querubines de gloria que cubrían el propiciatorio; de las cuales cosas no se puede hablar ahora en detalle.
9:6 Y así dispuestas estas cosas, en la primera parte del tabernáculo entran los sacerdotes continuamente para cumplir los oficios del culto;
9:7 pero en la segunda parte, sólo el sumo sacerdote una vez al año, no sin sangre, la cual ofrece por sí mismo y por los pecados de ignorancia del pueblo;
9:8 dando el Espíritu Santo a entender con esto que aún no se había manifestado el camino al Lugar Santísimo, entre tanto que la primera parte del tabernáculo estuviese en pie (El Verbo no se había encarnado).
9:9 Lo cual es símbolo para el tiempo presente, según el cual se presentan ofrendas y sacrificios que no pueden hacer perfecto, en cuanto a la conciencia, al que practica ese culto (La perfección la da Jesucristo, el reposo de Dios).
9:10 ya que consiste sólo de comidas y bebidas, de diversas abluciones, y ordenanzas acerca de la carne, impuestas hasta el tiempo de reformar las cosas. 
9:11 Pero estando ya presente Cristo, sumo sacerdote de los bienes venideros, por el más amplio y más perfecto tabernáculo, no hecho de manos, es decir, no de esta creación (Dios mío, los que lean entiendan)

9:12 y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre, entró una vez para siempre en el Lugar Santísimo, habiendo obtenido eterna redención. 
9:13 Porque si la sangre de los toros y de los machos cabríos, y las cenizas de la becerra rociadas a los inmundos, santifican para la purificación de la carne, 
9:14 ¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo?
9:15 Así que, por eso es mediador de un nuevo pacto, para que interviniendo muerte para la remisión de las transgresiones que había bajo el primer pacto, los llamados reciban la promesa de la herencia eterna (Los del llamamiento celestial)
9:16 Porque donde hay testamento, es necesario que intervenga muerte del testador. 
9:17 Porque el testamento con la muerte se confirma; pues no es válido entre tanto que el testador vive.

9:18 De donde ni aun el primer pacto fue instituido sin sangre. 
9:19 Porque habiendo anunciado Moisés todos los mandamientos de la ley a todo el pueblo, tomó la sangre de los becerros y de los machos cabríos, con agua, lana escarlata e hisopo, y roció el mismo libro y también a todo el pueblo, 
9:20 diciendo: Esta es la sangre del pacto que Dios os ha mandado.
9:21 Y además de esto, roció también con la sangre el tabernáculo y todos los vasos del ministerio.
9:22 Y casi todo es purificado, según la ley, con sangre; y sin derramamiento de sangre no se hace remisión.
9:23 Fue, pues, necesario que las figuras de las cosas celestiales fuesen purificadas así; pero las cosas celestiales mismas, con mejores sacrificios que estos. 
9:24 Porque no entró Cristo en el santuario hecho de mano, figura del verdadero, sino en el cielo mismo para presentarse ahora por nosotros ante Dios; 
9:25 y no para ofrecerse muchas veces, como entra el sumo sacerdote en el Lugar Santísimo cada año con sangre ajena.
9:26 De otra manera le hubiera sido necesario padecer muchas veces desde el principio del mundo; pero ahora, en la consumación de los siglos, se presentó una vez para siempre por el sacrificio de sí mismo para quitar de en medio el pecado. 
9:27 Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio.
9:28 así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan (Los que le esperan son los Israelitas que no le recibieron en su primera venida, pero Dios es fiel y le cumple a Israel la promesa dada a través de Abraham; los que hemos creído ya tenemos la salvación y vamos camino a la perfección).
Capítulo 10
10:1 Porque la ley, teniendo la sombra de los bienes venideros, no la imagen misma de las cosas, nunca puede, por los mismos sacrificios que se ofrecen continuamente cada año, hacer perfectos a los que se acercan. 
10:2 De otra manera cesarían de ofrecerse, pues los que tributan este culto, limpios una vez, no tendrían ya más conciencia de pecado. 
10:3 Pero en estos sacrificios cada año se hace memoria de los pecados; 
10:4 porque la sangre de los toros y de los machos cabríos no puede quitar los pecados.
10:5 Por lo cual, entrando en el mundo dice: Sacrificio y ofrenda no quisiste; más me preparaste cuerpo (El primogénito de la creación, Cristo, fue introducido en el mundo, Dios no; dice que Dios para introducirlo no quiso los sacrificios y ofrendas de la ley, sino que le preparó cuerpo, es decir, el Verbo se encarnó.)
Sigue diciendo:
10:6 Holocaustos y expiaciones por el pecado no te agradaron. 
10:7 Entonces dije: He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad, como en el rollo del libro está escrito de mí (Esto está escrito que el Hijo vendría a hacer la voluntad del Padre)
10:8 Diciendo primero: Sacrificio y ofrenda y holocaustos y expiaciones por el pecado no quisiste, ni te agradaron (las cuales cosas se ofrecen según la ley), 
10:9 y diciendo luego: He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad; quita lo primero, para establecer esto último (Claramente la Palabra les enseña que era necesario que el Hijo se hiciera hombre, y fuese introducido en el mundo, para redimir a la humanidad, no por obras de la ley, sino por gracia por medio de la fe;)
10:10 En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre
10:11 Y ciertamente todo sacerdote está día tras día ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados;
10:12 pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios (sacrificio que quita el pecado de condenación)
10:13 de ahí en adelante esperando hasta que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies;(Cuando eso suceda, vendrá por su iglesia hasta las nubes) ¿Por qué?10:14 porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados (A lo ya santificados, a los ya salvos, Jesús en su sacrificio hizo perfectos como él, a los que le reciben, a los creen en su nombre). 
10:15 Y nos atestigua lo mismo el Espíritu Santo; porque después de haber dicho: 
10:16 Este es el pacto que haré con ellos, después de aquellos días, dice el Señor:
Pondré mis leyes en sus corazones, Y en sus mentes las escribiré,
10:17 añade: Y nunca más me acordaré de sus pecados y transgresiones.
10:18 Pues donde hay remisión de éstos, no hay más ofrenda por el pecado. 
10:19 Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo,
10:20 por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne, (al morir en la cruz)
10:21 y teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios, 
10:22 acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura.
10:23 Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que lo prometió.
10:24 Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; 
10:25 no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.
10:26 Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados, 
10:27 sino una horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios (en espera del castigo); y recordando lo que dice la palabra en Jeremías 30:11 Porque yo estoy contigo para salvarte, dice Jehová, y destruiré a todas las naciones entre las cuales te esparcí; pero a ti no te destruiré, sino que te castigaré con justicia; de ninguna manera te dejaré sin castigo.
10:28 El que viola la ley de Moisés, por el testimonio de dos o de tres testigos muere irremisiblemente.
10:29 ¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado, e hiciere al Espíritu de gracia?
10:30 Pues conocemos al que dijo: Mía es la venganza, yo daré el pago, dice el Señor. Y otra vez: El Señor juzgará a su pueblo.
10:31 ¡Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo! (La palabra dice: No te destruiré, pero de ninguna manera te dejaré sin castigo; será juzgado y pagará por ello)
10:32 Pero traed a la memoria los días pasados, en los cuales, después de haber sido iluminados, sostuvisteis gran combate de padecimientos (exhortación a proseguir hacia la perfección; a entrar en el reposo de Dios); 
10:33 por una parte, ciertamente, con vituperios y tribulaciones fuisteis hechos espectáculo; y por otra, llegasteis a ser compañeros de los que estaban en una situación semejante.
10:34 Porque de los presos también os compadecisteis, y el despojo de vuestros bienes sufristeis con gozo, sabiendo que tenéis en vosotros una mejor y perdurable herencia en los cielos (Ser como Jesucristo).
10:35 No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón; 
10:36 porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios obtengáis la promesa (Entrar al reposo de Dios).
10:37 Porque aún un poquito, y el que ha de venir vendrá, y no tardará. 
10:38 Mas el justo vivirá por fe; Y si retrocediere, no agradará a mi alma (Quedará fuera del reposo de Dios).
10:39 Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para preservación del alma.
  
Capítulo 11
JESUCRISTO, EL ESPÍRITU DE DIOS, LA PALABRA LES RECUERDA QUE ANTES DE ELLOS, QUIENES NISIQUIERA VIERON AL VERBO ENCARNADO, FUERON EJEMPLOS DE FE INQUEBRANTABLE; AÚN ENTRE ELLOS HOMBRES COMO ABEL, ENOC, NOÉ, Y ABRAHAM, ISAAC, JACOB Y JOSÉ, QUE NO CONOCIERON LA LEY QUE  FUE DADA A MOISÉS.
Veamos:
11:1 Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. 
11:2 Porque por ella alcanzaron buen testimonio los antiguos. 
11:3 Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía. 
11:4 Por la fe Abel ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín, por lo cual alcanzó testimonio de que era justo, dando Dios testimonio de sus ofrendas; y muerto aún habla por ella.
11:5 Por la fe Enoc fue traspuesto para no ver muerte, y no fue hallado, porque lo traspuso Dios; y antes que fuese traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado a Dios. (Traspuesto: la palabra griega usada aquí para traspuesto, es metátesis, que tiene connotación de trasponer de un lado para otro, en el mismo cuerpo, y en este caso, la tierra. Es usada para designar cuando el cáncer que se origina en un órgano del cuerpo, y que hace metátesis o trasposición a otro órgano; esto fue lo que sucedió con Enoc y Elías, puesto que en el verso 13 dice que murieron todos estos, de los cuales en esta lista sin duda se menciona a Enoc)
11:6 Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan. 
11:7 Por la fe Noé, cuando fue advertido por Dios acerca de cosas que aún no se veían, con temor preparó el arca en que su casa se salvase; y por esa fe condenó al mundo, y fue hecho heredero de la justicia que viene por la fe. 
11:8 Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a donde iba. (Hoy si sabemos que vamos para el reposo de Dios)
11:9 Por la fe habitó como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena, morando en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa;
11:10 porque esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios.
11:11 Por la fe también la misma Sara, siendo estéril, recibió fuerza para concebir; y dio a luz aun fuera del tiempo de la edad, porque creyó que era fiel quien lo había prometido. 
11:12 Por lo cual también, de uno, y ése ya casi muerto, salieron como las estrellas del cielo en multitud, y como la arena innumerable que está a la orilla del mar. 
11:13 Conforme a la fe murieron todos éstos sin haber recibido lo prometido, sino mirándolo de lejos, y creyéndolo, y saludándolo, y confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra.
11:14 Porque los que esto dicen, claramente dan a entender que buscan una patria; 
11:15 pues si hubiesen estado pensando en aquella de donde salieron, ciertamente tenían tiempo de volver.
11:16 Pero anhelaban una mejor, esto es, celestial; por lo cual Dios no se avergüenza de llamarse Dios de ellos; porque les ha preparado una ciudad. 
11:17 Por la fe Abraham, cuando fue probado, ofreció a Isaac; y el que había recibido las promesas ofrecía su primogénito.
11:18 habiéndosele dicho: En Isaac te será llamada descendencia; 
11:19 pensando que Dios es poderoso para levantar aun de entre los muertos, de donde, en sentido figurado, también le volvió a recibir. 
11:20 Por la fe bendijo Isaac a Jacob y a Esaú respecto a cosas venideras.
11:21 Por la fe Jacob, al morir, bendijo a cada uno de los hijos de José, y adoró apoyado sobre el extremo de su bordón.
11:22 Por la fe José, al morir, mencionó la salida de los hijos de Israel, y dio mandamiento acerca de sus huesos.
11:23 Por la fe Moisés, cuando nació, fue escondido por sus padres por tres meses, porque le vieron niño hermoso, y no temieron el decreto del rey.
11:24 Por la fe Moisés, hecho ya grande, rehusó llamarse hijo de la hija de Faraón,
11:25 escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los deleites temporales.
11:26 teniendo por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de los egipcios; porque tenía puesta la mirada en el galardón (El cuerpo de Cristo).
11:27 Por la fe dejó a Egipto, no temiendo la ira del rey; porque se sostuvo como viendo al Invisible.
11:28 Por la fe celebró la pascua y la aspersión de la sangre, para que el que destruía a los primogénitos no los tocase a ellos.
11:29 Por la fe pasaron el Mar Rojo como por tierra seca; e intentando los egipcios hacer lo mismo, fueron ahogados.
11:30 Por la fe cayeron los muros de Jericó después de rodearlos siete días.
11:31 Por la fe Rahab la ramera no pereció juntamente con los desobedientes, habiendo recibido a los espías en paz.
11:32 ¿Y qué más digo? Porque el tiempo me faltaría contando de Gedeón, de Barac, de Sansón, de Jefté, de David, así como de Samuel y de los profetas; 
11:33 que por fe conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas, taparon bocas de leones.
11:34 apagaron fuegos impetuosos, evitaron filo de espada, sacaron fuerzas de debilidad, se hicieron fuertes en batallas, pusieron en fuga ejércitos extranjeros. 
11:35 Las mujeres recibieron sus muertos mediante resurrección; mas otros fueron atormentados, no aceptando el rescate, a fin de obtener mejor resurrección.
11:36 Otros experimentaron vituperios y azotes, y a más de esto prisiones y cárceles.
11:37 Fueron apedreados, aserrados, puestos a prueba, muertos a filo de espada; anduvieron de acá para allá cubiertos de pieles de ovejas y de cabras, pobres, angustiados y maltratados.
11:38 de los cuales el mundo no era digno; errando por los desiertos, por los montes, por las cuevas y por las cavernas de la tierra. 
11:39 Y todos éstos, aunque alcanzaron buen testimonio mediante la fe, no recibieron lo prometido.
11:40 proveyendo Dios alguna cosa mejor para nosotros, para que no fuesen ellos perfeccionados aparte de nosotros (Faltan hebreos que deben entrar al reposo de Dios, a los cuales va dirigida esta palabra de exhortación, para que no descuiden este galardón). 
  
Capítulo 12
12:1 Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, (exhortación a vivir según la Gracia de Jesucristo)
12:2 puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios. (Jesús es el principio y fin de la fe, a quien Abraham creyó sin ver, y alcanzó a ser llamado padre de la fe, para bendecir a Israel que tiene la tierra por heredad perpetua, y a aquellos que han entrado al reposo del señor como los gentiles, bendiciendo Abraham de esta manera, a todas las familias de la tierra)
12:3 Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar (él pagó el precio de la contradicción del pecado, del otro logos introducido por el enemigo en el paraíso, la palabra de mentira o logos Babilónico, en quien está la sangre de todos los muertos de Israel y de toda la tierra, y que Dios le cobrará en el juicio). 
12:4 Porque aún no habéis resistido hasta la sangre, combatiendo contra el pecado; (no han muerto por causa del nombre de Jesús,)
12:5 y habéis ya olvidado la exhortación que como a hijos se os dirige, diciendo: Hijo mío, no menosprecies la disciplina del Señor, ni desmayes cuando eres reprendido por él. (Dios es quien en Jesucristo nos disciplina, en el Verbo, en la Palabra que habló, con la cual juzgará al mundo; esta disciplina es el padecimiento, el castigo por el cual tenemos que pasar, para ser dignos de ser tenidos como hijo, puesto que Cristo en lo que padeció, aprendió obediencia.)
12:6 Porque el Señor al que ama, disciplina, y azota a todo el que recibe por hijo. (se les exhorta a soportar con paciencia la disciplina o castigo como algo necesario)

12:7 Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina?
12:8 Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes, entonces sois bastardos, y no hijos. (ser bastardo es sinónimo de no ser heredero)
12:9 Por otra parte, tuvimos a nuestros padres terrenales que nos disciplinaban, y los venerábamos. ¿Por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus y viviremos? (Dios les recuerda la importancia del padecimiento o disciplina, porque esta tiene un grande galardón, ser tenidos por hijos del Padre de los espíritus, es decir, tener la misma naturaleza que él: cuerpo espiritual)
12:10 Y aquéllos, ciertamente por pocos días nos disciplinaban como a ellos les parecía, pero éste para lo que nos es provechoso, para que participemos de su santidad A eso los llama Dios! A participar de su gloriosa santidad).  
12:11 Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados.
12:12 Por lo cual, levantad las manos caídas y las rodillas paralizadas;
12:13 y haced sendas derechas para vuestros pies, para que lo cojo no se salga del camino, sino que sea sanado.(las debilidades se conviertan en fortalezas)
12:14 Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor. 
12:15 Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados; 
12:16 no sea que haya algún fornicario, o profano, como Esaú, que por una sola comida vendió su primogenitura. (Les recuerda el menosprecio de Esaú al llamamiento celestial)
12:17 Porque ya sabéis que aun después, deseando heredar la bendición, fue desechado, y no hubo oportunidad para el arrepentimiento, aunque la procuró con lágrimas.
12:18 Porque no os habéis acercado al monte que se podía palpar, y que ardía en fuego, a la oscuridad, a las tinieblas, a la tempestad,
12:19 al sonido de la trompeta, y a la voz que hablaba, la cual los que la oyeron rogaron que no se les hablase más,
12:20 porque no podían soportar lo que se ordenaba: Si aun una bestia tocare el monte,  será apedreada, o pasada por dardo;
12:21 y tan terrible era lo que se veía, que Moisés dijo: Estoy espantado y temblando;
12:22 sino que os habéis acercado al monte de Sion, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial, a la compañía de muchos millares de ángeles (en la resurrección seremos como ellos, en cuerpos celestial igual al de nuestro Salvador), 
12:23 a la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos, a Dios el Juez de todos, a los espíritus de los justos hechos perfectos, (Por eso no deben desatender este llamado que tiene doble herencia por la primogenitura) 
12:24 a Jesús el Mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que la de Abel. (No se debe descuidar la primogenitura)

12:25 Mirad que no desechéis al que habla. Porque si no escaparon aquellos que desecharon al que los amonestaba en la tierra, mucho menos nosotros, si desecháremos al que amonesta desde los cielos (La amonestación les viene directamente del Padre, en su Hijo Jesucristo, quien está sentado a la derecha de su gloria)..
12:26 La voz del cual conmovió entonces la tierra, pero ahora ha prometido, diciendo: Aún una vez, y conmoveré no solamente la tierra, sino también el cielo.
12:27 Y esta frase: Aún una vez, indica la remoción de las cosas movibles, como cosas hechas, para que queden las inconmovibles. (La tan anhelada eternidad en santidad)
12:28 Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia; 
12:29 porque nuestro Dios es fuego consumidor. (El servicio a Dios en Jesucristo, es indispensable para agradarle, y reinar con él en su reino inconmovible)
Capítulo 13
13:1 Permanezca el amor fraternal. (Es al primordial para servir a Dios Jesucristo, quien dijo: el que me ama, mi palabra guardará).13:2 No os olvidéis de la hospitalidad, porque por ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles (el hijo de Dios tiene que ser hospedador). 13:3 Acordaos de los presos, como si estuvierais presos juntamente con ellos; y de los maltratados, como también vosotros mismos estáis en el cuerpo.
13:4 Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios y adúlteros los juzgará Dios (se les recuerda a los hebreos la importancia de la fidelidad en el matrimonio, pues, a los que son infieles en esto, el mismo Dios les juzgará, y horrenda cosa es caer en manos del Dios viviente).
13:5 Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé ni te dejaré; (confiar siempre que él es el Hacedor, y que lo que ha dicho lo cumplirá)
13:6 de manera que podemos decir confiadamente: El Señor es mi ayudador; no temeré lo que me pueda hacer el hombre.
13:7 Acordaos de vuestros pastores, que os hablaron la palabra de Dios; considerad cuál haya sido el resultado de su conducta, e imitad su fe 8la conducta de los pastores, marcan el hecho de que sus ovejas imiten su fe). 
13:8 Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos. (Nunca cambiará; él es el Hijo de Dios viviente, tanto en el Espíritu, como hecho hombre y glorificado como espíritu vivificante; los hebreos que lo rechazaron, para entrar a su reposo, deben entender esto; el Mesías, el Cristo, es el mismo Espíritu de Dios ayer; hoy espíritu vivificante). 
13:9 No os dejéis llevar de doctrinas diversas y extrañas; porque buena cosa es afirmar el corazón con la gracia, no con viandas, que nunca aprovecharon a los que se han ocupado de ellas. (Exhortación a permanecer en la doctrina del Padre y del Hijo, el Verbo con el Verbo; la Palabra con la Palabra; lo que ha existido desde el principio(.
13:10 Tenemos un altar, del cual no tienen derecho de comer los que sirven al tabernáculo. 13:11 Porque los cuerpos de aquellos animales cuya sangre a causa del pecado es introducida en el santuario por el sumo sacerdote, son quemados fuera del campamento.13:12 Por lo cual también Jesús, para santificar al pueblo mediante su propia sangre, padeció fuera de la puerta.
13:13 Salgamos, pues, a él, fuera del campamento, llevando su vituperio; 
13:14 porque no tenemos aquí ciudad permanente, sino que buscamos la por venir. 13:15 Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es decir, frutos de labios que confiesen su nombre. (Jesucristo no ofició como sumo sacerdote en el templo según la ley de Moisés; la Biblia dice que si estuviera sobre la tierra, ni siquiera sería sacerdote, porque de estos hay que presentan sacrificios según la ley. Él salió fuera, padeció fuera de la puerta, del templo, de la ciudad, porque quiso de esa forma santificar al pueblo, que al creer en este sacrificio, tendría el privilegio de participar de su naturaleza divina, de su santidad. Se le recuerda a los hebreos a valorar el llamamiento celestial, y dejar de vivir por las obras de la ley, abrazando la gracia del Señor Jesucristo, que se entregó exponiéndose al vituperio.
Por eso les insta al sacrificio, para que como él, tengan algo que ofrecer.
13:16 Y de hacer bien y de la ayuda mutua no os olvidéis; porque de tales sacrificios se agrada Dios. 13:17 Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no quejándose, porque esto no os es provechoso. 13:18 Orad por nosotros; pues confiamos en que tenemos buena conciencia, deseando conducirnos bien todo. 13:19 Y más os ruego que lo hagáis así, para que yo os sea
restituido más pronto.
Y también a que sea Dios quien les prepare
13:20 Y el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno;
13:21 os haga aptos en toda obra buena para que hagáis su voluntad, haciendo él en vosotros lo que es agradable delante de él por Jesucristo; al cual sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén. (Es necesario que los miembros del cuerpo de Cristo, los que están en su reposo, sean enseñados que nada es por obras nuestras, sino que Dios haga su voluntad en lo que es agradable delante de él, por Jesucristo, rogándoles a aceptar la palabra de exhortación)
13:22 Os ruego, hermanos, que soportéis la palabra de exhortación, pues os he escrito brevemente. 13:23 Sabed que está en libertad nuestro hermano Timoteo, con el cual, si viniere pronto, iré a veros. 13:24 Saludad a todos vuestros pastores, y a todos los santos. Los de Italia os saludan.13:25 La gracia sea con todos vosotros. Amén.
Dios en su Hijo usó a este escritor de la carta a los Hebreos para exhortarles en cuanto al privilegio de entrar en su reposo, en el cuerpo de su Hijo Jesucristo; igualmente usó a Pedro para recordárselo a los judíos expatriados a otros lugares; en 1ª de Pedro 1:1  dice: Pedro, apóstol de Jesucristo, a los expatriados de la dispersión en el Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia.
1:2 elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sean multiplicadas.
1:3 Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos,
1:4 para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros,
1:5 que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero. 
1:6 En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, 
1:7 para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo, 
Toda Escritura es útil para enseñar, para redargüir, para instruir en justicia, y aunque la carta a los Hebreos y las dos cartas de Pedro fueron escritas a los israelitas elegidos para ser miembros del cuerpo de Cristo; sus contenidos son grandemente provechosos para los miembros gentiles de la iglesia, pues en ellas está la forma de vida pedida por Dios a sus hijos, para hacerlos participantes de la naturaleza divina de Jesucristo; y de ninguna manera podemos decir que debemos ignorarla, pues no es de nuestra competencia.
En la carta a los Hebreos está claramente definido que Jesucristo, el Verbo encarnado, el segundo Adán, el varón perfecto aprobado por Dios; después que se despojó y se hiso hombre, Dios lo declaró sumo sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec;  y por lo tanto, no podemos de ninguna forma, ignorar el juramento del Creador, pensando en hacer de Jesucristo Dios, cuando certificado como el Hijo de Dios viviente.
Y para terminar
Quiero reiterar que la palabra griega que se traduce salvar, es sozo, con diéresis en las dos vocales; y en estas cartas de Hebreos  y de Pedro escritas directamente a los israelitas o judíos, aparecen solamente en: Hebreos 5:7 Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a causa de su temor reverente. 7:25 por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos. 
1ª de Pedro 3:21 El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva (no quitando las inmundicias de la carne, sino como la aspiración de una buena conciencia hacia Dios) por la resurrección de Jesucristo. Y en 1ª de Pedro 4:18 Y: si el justo con dificultad salva, ¿En dónde aparecerá el impío y el pecador?
También quiero hacer notar que la palabra griega utilizada para traducir salud, es soteria, con diéresis en la o, la cual ha sido traducida por salvación en los siguientes pasajes de estas Escrituras dirigidas a los israelitas o judíos: Hebreos 1:14 ¿No son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación (de la salud)? 2:3 ¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación (salud) tan grande? La cual, habiendo sido anunciada primeramente por el Señor, nos fue confirmada por los que oyeron, 2:10 Porque convenía a aquel por cuya causa son todas las cosas, y por quien todas las cosas subsisten, que habiendo de llevar muchos hijos a la gloria, perfeccionase por aflicciones al autor de la salvación (salud) de ellos. 5:9 y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación (salud) para todos los que le obedecen; 6:9 Pero en cuanto a vosotros, oh amados, estamos persuadidos de cosas mejores, y que pertenecen a la salvación, (salud) aunque hablamos así. 9:28 así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar (salud) a los que le esperan. 11:7 Por la fe Noé, cuando fue advertido por Dios acerca de cosas que aún no se veían, con temor preparó el arca en que su casa se salvase; (tuviese salud) y por esa fe condenó al mundo, y fue hecho heredero de la justicia que viene por la fe. 
Igualmente en 1ª de Pedro 1:5 que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación (salud) que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero. 1:9 obteniendo el fin de vuestra fe, que es la salvación (salud) de vuestras almas. 1:10 Los profetas que profetizaron de la gracia destinada a vosotros, inquirieron y diligentemente indagaron acerca de esta salvación (salud),  2:3 ¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación (salud) tan grande? La cual, habiendo sido anunciada primeramente por el Señor, nos fue confirmada por los que oyeron, 3:15 sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza (salud) que hay en vosotros.
 Dos términos tan diferentes en su significado no pueden ser utilizados con la misma connotación ¿Es la salvación igual a la salud en estos casos? Definitivamente no.
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