Estás ahí entre los algoritmos
encriptada en decisiones matemáticas.
Pero el amor no sabe de ecuaciones
y es envolvente desde su nacimiento.
Está en las masas de sudores espasmódicos
y no se ata al oscilar de alguna ciencia:
El amor es una irreverencia
que hace al logaritmo irrelevante.
y, lejos de tu método científico
te atrapa en bonancibles relaciones.
Es el alma que late junto al cuerpo
atrapado en la inconciencia del deseo.