Los observadores
Publicado en Nov 05, 2010
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Así como existen oficinas de control que regulan las actividades de las distintas instituciones y/u organizaciones, aunque no lo crean, también existe un órgano de control que se encarga exclusivamente de la supervisión de los diferentes planetas; se lo denomina Corte Universal de Organizaciones Planetarias, que a su vez se subdivide en diferentes áreas de competencia. La que se ocupa de nuestro querido planeta Tierra está compuesta por tres miembros; un representante del pasado, uno del presente, y por supuesto, otro del futuro. Estos son llamados “Observadores”.
El primero de ellos es más bien conservador, estricto y hasta a veces un poco autoritario, casi todo lo contrario al segundo, que es liberal, terminantemente defensor de la democracia y con un perfil demasiado alto –suele robarse el protagonismo en todas las cumbres que se realizan-. Por último, el representante del futuro, que es una especie de mezcla de los dos anteriores.
La última vez que la Corte sesionó fue la noche del 8 de noviembre de 1989, apenas un día antes de la caída del muro de Berlín, en aquella ocasión, se dice, Verteenwoordigende Toekoms –representante del futuro- influyó en la decisión de la gente para que derriben el muro. Otras sesiones de gran importancia y relevancia fueron; la del 29 de abril de 1945, 13 de julio de 1789 y el 11 de octubre de 1492, entre otras.
Teniendo en cuenta los hechos transcurridos en esas fechas, me desvela saber por qué los miembros de la Corte vuelven a juntarse en el día de hoy. Me desvela pero también me asusta, ¿Que pasará luego de la reunión? ¿Habrá cambios radicales? Por suerte, y gracias a mis influencias, pude enterarme de algunos datos bastante precisos.
Me dijeron que lo primero que ocurrió en dicha reunión fue la presentación de los temas correspondientes a discutir.
El primero en hablar fue Letzten Wiederholung –representante del pasado- quien sugirió volver a prácticas tradicionales para corregir los errores del presente. Avaló la imposición de autoridad concentrada en una sola persona y pidió por penas más duras para los que incumplen las leyes.
En su monólogo, Feckless Behavior –representante del presente- sostuvo que había que enfocarse en descubrir políticas para mejorar la calidad de vida de la humanidad, para que esta pueda gozar de algún premio extra por enfrentarse a la lucha diaria que significa vivir. Behavior calló inmediatamente al ver como Toekoms (representante del futuro) se cubría la cara con la mano derecha.
-¿Qué te ocurre?- Le preguntó Behavior.
-¿Que qué me ocurre? ¿Te has oído querido Feckless? Y continuó.
-No puedo concebir que reclames un premio extra para la humanidad por el solo hecho de vivir, cuando verdaderamente esto en si mismo constituye un premio. Entiendo que pueda ser difícil para algunas personas, o para muchas, no lo sé; pero creí que en la reunión de hoy íbamos a debatir sobre cómo proteger a las generaciones futuras. Esto es realmente preocupante, si seguimos así, ¿a qué mundo vendrán? No te has puesto a pensar en eso por lo que veo.
Behavior, con un gesto soberbio y demostrando desinterés le respondió:
-Verteen (así le dice), amigo mío, las generaciones futuras son solo eso, futuras. ¿Cómo puedo yo, representante del presente ocuparme en resolver los problemas de personas que no existen? Y al oírme a mí mismo, me doy cuenta que por ende tampoco existen tales problemas. Llegado el momento, esa gente ficticia, deberá resolver las diferentes cuestiones, como esta pobre gente lo está haciendo ahora. Dicho sea de paso, nadie pensó en ellos, y así y todo, llegaron a este mundo.
Ambos miraron a Letzten (representante del pasado). Quien dijo:
-A mi no me miren, no puedo ser responsable de lo que se hizo antes, les recuerdo que esta Corte la integramos tres personas.
-Si Letzten, pero hace 100 años tú estabas en esta Corte como representante del futuro, aparentemente no lo hiciste de la mejor manera- Lo provocó Verteen. 
Para evitar posibles discusiones sin sentido, el representante del presente los calmó y siguió diciendo:
-Calma amigos. ¿Por qué mejor no debatimos sobre las cuestiones que nos competen? Empecemos. Letzten, ¿Qué propones para combatir la inseguridad en los países menos desarrollados, y las crecientes olas de violencia en los países del Atlántico Norte?
Letzten Wiederholung se sintió importante, juntó las manos y se dispuso a hablar.
-Primero, voy a insistir con mis viejas políticas, necesitamos cerrar las fronteras de los países desarrollados, ya que estas “olas delictivas” sabemos muy bien que provienen del tercer mundo. Y en éste, no hay otra solución más que imponer penas más rigurosas, las personas que habitan estos países no respetan los valores básicos del ser humano; respeto, lealtad, comprensión, tolerancia, y así puedo seguir todo el día. Si no los presionamos y “maltratamos” nunca se adaptarán al resto.
Según me cuentan, Verteen Toekoms (R.F.) sintió nauseas al escuchar a su colega. Casi desplomado y sin ganas de seguir oyendo, le contestó:
-Como bien dijiste, tus políticas son viejas, y eso no es lo peor colega, son inhumanas, lastimosas y desagradables. Las olas delictivas no provienen del tercer mundo solamente, también del primero y del segundo si es que existe.
Cuando se disponía a seguir, Behavior lo interrumpe:
-Disculpa, pero creo que en este punto coincido con Letzten en que el tercer mundo es responsable de muchísimos delitos “inhumanos”, por usar un término de tu propiedad.
-Escúchense compañeros, hablan del primer y tercer mundo como si realmente viviéramos en mundos diferentes, ¿Qué es eso? ¡Santo dios! ¿No se dan cuenta de que si ustedes, los sabios y respetables Observadores, piensan de esa forma, no que nada para la gente que habita este Planeta? Y los mundos diferentes a los que ustedes hacen referencia, no lo son, lo diferente son las realidades que atraviesan unos y otros.
Parándose de su silla y alzando la voz, Letzten le contestó:
-¡Por dios! ¡No somos nosotros los que dividimos a los países en mundos, son ellos mismos quienes lo hacen!
Sin quedarse atrás, y ante la mirada de Behavior, Verteen enfurecido le gritó:
-¡Por eso mismo estamos aquí! ¡Por eso mismo somos Observadores! Para corregir, para guiar y para alentar a las personas a que puedan modificar sus conductas.
Sin quedarse atrás, Feckless Behavior (R.Pr.), con un tono de voz aun más elevada, pero sin pararse, le dijo:
-Has dado en la tecla Verteen, nosotros estamos aquí para modificar sus conductas, y aunque no coincido, Letzten nos propuso su idea. En vez de incurrir en inútiles guerras discursivas, ¿por qué no nos propones una solución?
Inmediatamente, y aun parado, Veteen accedió a responder.
-Es que, ¿Cómo explicarles? Les daré un ejemplo muy sencillo: si yo les pongo sobre la mesa un problema matemático acompañado del resultado correcto, y les pido que lleguen a él, pero ustedes, mientras lo hacen, notan que es imposible alcanzar ese resultado, ya que el problema está mal planteado, ya sea porque cometí un error al poner los signos, algún numero, o quizás puse mal el resultado ¿Estarían de acuerdo en que les exija que lo resuelvan aunque sepan que es imposible hacerlo? ¿Sería coherente de mi parte?
Ambos negaron con la cabeza dándole continuación a la propuesta de Verteen.
-¿Entonces? ¿Por qué me piden que resuelva un problema que está mal planteado? Y no es que quiera incurrir en guerras discursivas, pero es importante que veamos con objetividad y frescura que es lo que le está pasando a la gente, y también, la meta que realmente queremos alcanzar. Mientras sigamos dividiendo un mismo Planeta en mundos diferentes, estaremos equivocando el camino.
Tanto Letzten (R.Pa.) como Feckless se miraron. El silencio se hizo presente. Eso no fue una buena noticia. Según el artículo número 37 del estatuto de la Corte:
“Si el silencio se hiciera presente durante una sesión, ya sea ordinaria o extraordinaria, ésta queda totalmente sin efecto de forma inmediata, así como las medidas adoptadas durante el transcurso de la misma. Y, debido a que el silencio solo se presenta en caso de que, una propuesta, respuesta o pregunta deje sin comentarios a otros miembros, el mismo que formula queda cesado de su cargo”.
Muchos Observadores a lo largo de la historia han dudado de la eficacia de este artículo, ya que muchos lo consideraron malicioso y tendencioso.
Mientras el silencio se hacía más profundo en la mesa de debate, Verteenwoordigende Toekoms se sintió defraudado por sus colegas, desde un primer momento creyó que se quedaron callados solo para perjudicarlo.
Mientras el silencio envolvía a Verteen y lo sacaba de la sala, él, intentando zafarse de los brazos envolventes se retiró gritando:
-¡Ustedes lo planearon, no son Observadores, son simples personajes al servicio del poder y traicionaron los ideales y valores de esta organización! ¡Deberían avergonzarse, yo mismo me encargaré de que no vuelvan a tomar ninguna decisión nunca más en la vida, miserables! ¡Lo único que buscan es que esto no cambie, o lo que es peor, que cambie para mal!
Cuando estaba a punto de pasar por la puerta, el silencio pronunció las primeras palabras desde que la Corte está en funcionamiento:
-Sabes lo que pasa con vos Verteen, desde que te hiciste cargo de tu trabajo como representante de las generaciones futuras, siempre te creíste que el futuro estaba en tus manos.
Las lágrimas le ganaron a Verteen, quien lentamente había abandonado el lugar.
El silencio, con una sonrisa en su rostro, murmuró:
-Ahora sí, más que nunca, el futuro no está en manos de nadie, o mejor dicho, está en nuestras manos.
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Hacia donde vamos?

Palabras Clave: Cuento mundo paz guerra historia observadores

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Relatos



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