Renacen mis sentimientos que dormían  en un rincón del alma
Ausente estaba la presencia del amor
No se exaltaba ya el corazón por un beso  o una caricia dada
Reposaba temeroso escondiendo su verdad
Y una gran sombra negra de soledad
Ocultaba y no dejaba ver  la luz ardiente y brillante
Que flameaba en mí ser, un doloroso llanto
Lento y eterno reinaba en mí y una amarga
Tristeza que no quería abandonar mi corazón
Me causaba la sensación de que jamás encontraría el amor
Una almohada, una habitación
Testigos de llanto y dolor, la habitación cual si tuviese vida
Se estremecía y sufría; la almohada maltratada, cansada y gastada
Me entendía y también sufría
Testigos fieles fueron por mucho tiempo
Del llanto y dolor
Hoy ya no lloro, no sufro
Solo existe el recuerdo de un pasado
Que atormento y ultrajo todo mi ser
Hoy vue4lvo a sentir y saborear
Ese jugoso y dulce fruto que embriaga
Y que me droga desde el pensamiento hasta la palabra
Hoy no hay tristeza ni llanto, soledad ni dolor
No existen sombras,  amarguras ni temor
Hoy he encontrado el AMOR