DESDE LOS CONFINES DE TU DESEO
Publicado en Nov 24, 2010
La boca esta llena de agua. Hay esparadrapo para volcar sus jugos sobre los labios. Hay miel y cenizas en las planicies d tu cuerpo, como olas que van y vienen sin respuesta, me quedo con tus manos pequeñas, con tus ojos de ágata, con tu mirada de nutria. En mis aposentos cabe el dolor de haberte imaginado, la angustia como vertedero de las tripas para encontrarte abismada en un llano y en una estrella colmada de fulgores. Sueño con íntimos deseos tratando de volcar la realidad sobre un par de piyamas muertos. En la endeble cita de la melancolía hay un nardo y un jazmín del aire, hay un naufragio y cierta verdad de tu cabello enredado con trenzas morochas y una quena y un charango para desmalezar el silencio de los brujos. Me permito arrojarte del mundo con la violencia de mis sombras. Sería la última ocurrencia antes de ir a prisión. Como un caballo desbocado te veo mientras galopo por los arenales de mi tímida locura. Y me quedo con la tentativa en la mano, con la idea que me da vueltas, tan recurrente, mostrando mis zonas oscuras, las que irrumpen porque si, sin explicación, como una voz que se escucha en la cercanía, detrás de los cuchillos, mas allá de las alarmas. La próxima ingesta será a las nueve de la mañana. Entonces tal vez tome la determinación final. Cada canalla que encubre su duelo se muestra lozano y jovial como un cervatillo. Yo te envuelvo en humores con cáscaras de plátano, te llevo encinta con los miedos y los retruécanos del olvido para permanecer en el presente con tu perfume de magnolias. Yo te empino como una botella de ron, saboreando tus bordes lejanos, en medio de las ostras y los cardúmenes donde tanto sabe el idioma de rielar espacios y lunas. La noticia está en todas partes. Basta con subirse al balcón de la marea y gritar hasta morir dando al mar una buena puñalada en el centro vital de sus reflujos. La palabra viene oscilando como una boya. Es una perla la palabra. Tiene nacarada de rocío su verdad luminosa, viene como un bebé a posarse sobre los andamios, buscando refugio en los rincones, a veces maniatada como si esperara otra respuesta de la vida, con otros atributos, imagino que en un desliz tan franco como un murmullo. Y de tanto mirar por dentro de los parques se va agotando el mundo femenino con sus polleras y sus tacones, a pesar de que ames siempre estarás amando y eso te salvará de la nube de hipocampos en pesadillas siniestras. Y la música que oyes será parte de la navegación a fondo por los abismos del satori.
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Leidy Mar
TIEMPO SIN LEERTE; ESPERO SABER PRONTO DE TU POEMARIO. UN ABRAZO.