SIN AMOR (NIRA ETCHENIQUE)
Publicado en Dec 03, 2010
Si por lo menos
no hubieras dicho que me amabas, si sólo hubieras dibujado con tu mano cabal la mansedumbre de mi cuerpo, si me hubieras asaltado en silencio, como el agua, si hubieras venido a mí como un sonámbulo, todo pulso, y calor, y piel, y lengua. Si por lo menos no hubieras dicho que me amabas, esta noche, esta noche tan amarga me sería más fácil caminarla. Caminarla sin ti que estás mordido como pan de vagabundo en la ventana, caminarla sin ti, que te has herido como pájaro de vientre prolongado. Si por lo menos no hubieras dicho que me amabas, si sólo hubieras llegado con tu hoy simple y rotundo como un cero y nada más, y nada de tu ayer y tu castigo, y tu culpa y tu viejo carro uncido. Si me hubieras penetrado sin palabras solo y único, en silencio, acorazado. Si me hubieras medido con tu carne con la boca afirmada a la moneda, si me hubieras logrado sin hablarme.... Si por lo menos no hubieras dicho que me amabas, si solo hubieras descendido oscuro y anónimo y feroz y enmudecido, qué fácil caminar por esta noche de ciudad dilatada en bocacalles. Qué fácil detenerte en las esquinas y en las manos que juegan a ser rosas sobre el límpido cristal de las vidrieras. ¡Qué fácil el otoño y el olvido! LA NIÑA DE LAS NARANJAS. Sin embargo recuerdo. Un cuarto piso. Gorriones que venían con espejos, Un suave olor a nardo, Un suave olor a sexo, Un suave olor a noche, Un suave, suave, suave, Un suave olor a humano. Entonces las ventanas se abrían como madres Y el cigarrillo ardía Y ardía la campana, la lámpara, el abismo Del muslo que gemía, del labio que quemaba, Del áspero silencio sangrando boca arriba. A veces te tocaba como si hubieras muerto. Se me ocurrían cosas de loca, parecía Que el mundo era de yema, De azúcar, de canela, Que había alcohol caliente tocando las paredes Y pájaros de trigo colgando de mis senos. Se me courrían cosas de loca, me reía O acaso no reía, O acaso me callaba O sólo, solamente O solamente acaso Lloraba con el gusto de tu pelo en mi boca. A veces te miraba como si hubieras muerto, Dormido, estremecido, sin protección ni odio, Prófugo de mi arena, solo en isla de miedo, Negro de negra ausencia Marinero sin espumas. O quizá me soñabas y me estabas soñando Pero yo te miraba como si hubieras muerto. Entonces en el barco feroz de mi garganta Navegaba cigarras, hormigas, grillos ciegos, Un circo de cristales Un mercado de lobos un pozo de calandrias Y un cántaro de rosas. La tarde se ponía color de cien naranjas. Volvías a tu isla. Naufragabas en mí.
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María Ester Rinaldi
Gracias por el comentario.
Abrazos.
María Ester Rinaldi
Una pena por cierto.
Serà porque la poesìa no es rentable? Siento que el alma no vende, amigo.
Un abrazo.
Maritè.
Daniel Florentino Lpez
No conocía a esta autora
Gracias por compartir este texto
Saludos cordiales
Daniel
Guillermo Capece
gran recuerdo para Nira Echenique, otra gran olvidada... sera destino de los poetas o de la poesia??
gracias
Guillermo
María Ester Rinaldi
María Ester Rinaldi
Entonces las ventanas se abrían como madres
Y el cigarrillo ardía
Y ardía la campana, la lámpara, el abismo
Del muslo que gemía, del labio que quemaba,
Del áspero silencio sangrando boca arriba.
A veces te miraba como si hubieras muerto,
Dormido, estremecido, sin protección ni odio...
Es... poesìa que desborda el alma.
Hoz Leudnadez
había uno que me leía mi madre y decía:
Alfiler alfler
retocado en el marco
que reloj que reloj
entre mis brazos volarás alto"
ay! qué nostalgía buenísimo... esto sí se desangra
poesía, verdadera poesía
María Ester Rinaldi
María Ester Rinaldi
No me canso de leerlo.
Mi pequeño homenaje a una escritora bellìsima.