¡Ay, si de mi boca
escucharas el suspiro!
¿Qué te dirían mis letras desgranadas,
de las palabras que no te digo?
Ellas  volarían presurosas hasta tu oído,
Viajarían, locas de amor,
hasta encontrar en tu pecho
los amados latidos.
 
Seria un baile eterno de sonidos,
todos tuyos, todos míos,
¡Ay, si de mi boca solo saliera tu nombre!
en susurros primero y por ultimo a gritos,
fecundando la tierra para después geminar
verde, de mis palabras dichas a tu oído.
¡Ay, si mi risa rozara tu cara, blanca de dicha
 y en un ramo de besos llevara mi voz!
 
Seria en la algarabía de pájaros agitados
que tu corazón escuchara las palabras,
que te grita mi amor.
¡Ay, si mi mano tocara tu alma!
Qué de latidos no relumbrarían en mi tímido rozar,
palparía, de a poco, la envolvería en un capullo,
arrullándola con las letras de las palabras
que no has podido escuchar.