La “jeba” de los tacones altos
Publicado en Dec 15, 2010
El sábado estuve de fiesta tras casi ochos horas entre el bailotear y la conversación de pie. Cuando llegué a casa no me cabían los dedos en los zapatos. Parecían jamones en un festejo navideño.
Me pregunto, ¿Cómo mi guapa “jeba”, con la cual me la pasé bailoteando toda la noche, puede resistir esos altos tacones? Desde que la conocí nunca la he percibido sin ellos… …me la encontré un día de frente, cuando salí de shopping, y por un momento pasé por una situación embarazosa, donde la persona te llama por tu nombre, te pregunta sobre tu familia, y uno con la mente en blanco, hurgando en el cerebro, se pregunta, ¿dónde carajo conozco esta joven? Teresa era una de esas colegiales caricaturescas de la escuela elemental. Yo mismo, junto a otros hijos de putas del sexto grado, le decíamos la patita fea. Lucía siempre descuidada. Su pelusa le gritaba: cepillo. Su uniforme deslucido corría delante de la plancha que le gritaba: “Quiero quitarte las arrugas.” Para mi asombro, aquella tarde en el centro comercial, estaba espectacular de los pies a la cabeza. Dijo, de los tacos a la cabeza. Estaba exacta, como me la había recetado el cardiólogo a mi corazón mujeriego, que latía a millón cada vez que miraba una chica guapa. Solté un respiro, cuando ella misma, con ojos muy picaros, me dio su número del celular. ¡Diosito, qué suerte tengo! Así, que sin perder tiempo, la invité a un rico helado de chocolate. Ese mismo día probó, para mi goce masculino, unos de mis condones con sabor a coco, que tenía guardado en mi cartera para algún caso imprevisto… ¡Lo paladeó mucho más que su helado de chocolate! ¡Ya tú ves, desde hace seis meses voy repitiendo cada sábado esos ricos mantecados de chocolate con condones incluidos! En todos nuestros encuentros la he visto en tacones altos. Dice que hasta para ir al colmado de la esquina a comprar mangos o guineos no se los quita. ¡Ni cuando relincha sobre mí como un jinete, pues luce sensual con sus tacones altos! Me he preguntado muchas veces, ¿cómo se verá en camiseta, sin maquillaje y con chancletas mete dedos? Sí, porque yo, de tanto chingueo y tanto meneo me duele este callo que me quiere reventar el dedo grande del pie. Eso que no uso tacones altos.
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José Luis Marrero
doris melo
José Luis Marrero
Verano Brisas