DILOGO ENTRE LA PRINCESA Y EL CABALLERO I - (Del libro Relatos de un Caballero de Sir Marian)
Publicado en Dec 16, 2010
DIÁLOGO ENTRE LA PRINCESA Y EL CABALLERO I
(Del libro “Relatos de un Caballero” de Sir Marian) Su misión, en aquella tarde radiante y distinta, Consistía en traer de regreso a la princesa… Sin dudas… La mejor de todas las misiones de su vida. Partió con sus escuderos y escoltas Y también con la carroza a modo de “protocolo real”. El sabía que la traería en su propio corcel… Consentido por toda la legión que lo acompañaba. Ella se encontraba de visita noble y familiar, En el castillo de sus tíos, los Reyes del oeste, Por donde el sol de las mañanas siempre trepaba apasionado. Entibiando las torres de sus primas princesas adolescentes, Galán y ardiente, entrenándolas para el amor, constantemente Antes de cruzarse algunos instantes cotidianos con su luna, Que luego de la noche de luceros candentes, todo el cielo le entregaba, siempre fiel, y partiendo por el este… Al castillo llegó, Estando al frente de la caballería… Y tan solo por mandato, o por el “que dirán” del brazo la escoltó hasta la carroza. Partieron de regreso… Y a no mas de un kilómetro de distancia, El caballero, le ordenó al cortejo custodio detenerse. Rompiendo fila y costeándolo, Se aproximo a la puerta de la carroza, Desmontó y abrió su puerta, sonriente… Tomó sin hablar a la princesa, alzándola suavemente Y la montó en su blanco corcel, Conteniendo apasionados silencios, muy valiente, sin jamás bajar su mirada de la de ella… Tan iluminada, ella…en silencio consecuente. Ella no se resistió, tan disimulada… Sin embargo, quizás por coquetearlo olvidó el protocolo, Rompiendo el silencio de su mandato o legado… Y estando ya, suavemente cabalgando a gusto, Abrazándolo como si en un dragón estuviesen volando, Le preguntó: - ¿Caballero, por quien me ha tomado, como se le ocurre a Usted tomarme en sus brazos, así, como si vuestra fuese?. - Maravillosa Princesa: que Usted y los cielos me perdonen… Mi corazón interrumpió la triste e inhibida razón de mi mente. - ¿Su corazón es un tanto salvaje?... Quizás le sería adecuado un tanto de doctrina para que logre calmarse… - Mi corazón estaría encantado de aprender, dado que bien en claro ya tiene, que aprendiendo a amarla, mucho viene disfrutando, aún sin mayores maestros que el viento que consigo siempre trae hasta mi, el perfume de vuestra piel, envuelto en sus ráfagas excitantes. O el dolor que a tiempo estalla en mis soledades, a solas con mi alma, en alguna que otra noche de calma y desvelo de amor que olvida todos los sufrimientos y cansancios, entre una y otra batalla… - Mi caballero que nunca hablaba… permítame calmar su prisa de palabras contenidas con una caricia en su mejilla. - Princesa y mujer soñada de mi alma eterna, por favor… aun deseándola como jamás nadie lo haría, sea paciente, en este momento no lo haga, porque en el caso de que llegase a hacerlo… mi alma ansiosa de palpar su cuerpo estallaría y con ella también lo haría mi cordura, en un lugar e instante no apropiado para los deseos que venia atesorando. - …Caballero mío…¿Usted recuerda con quien se encuentra dialogando?... - Princesa Real, le ruego mis disculpas. Permítame regresarla a su carroza. - Como princesa real, olvidaré el hecho de que no ha respondido a mi pregunta… Olvídese de mi carroza! dispérsese unos minutos de su legión, y lléveme a pasear en su corcel unos minutos por la orilla del río que refleja en vuestra dulce mirada, su color de fuego atardecido. - Al oído le respondo mi princesa, yo la amo y doy mi vida por Usted, pero no sería de Caballero, pasear a la mas bella de las damas, entre custodios y escuderos… A partir de la noche que ahora comienza a penetrar y embellecer al oscuro e infinito firmamento negro, este Caballero comenzará a robar del tiempo, el riesgo de su destino, para lograr llegar a Usted, a solas, entre destellos de estrellas palpitantes, aventuras y penumbras con la astucia de las sombras estelares, in retenibles e impalpables… - ¿lo jura Caballero? - Lo juro por Dios mi adorada mujer Princesita. - Gracias por custodiarme con tanto cariño Sir Custodio y Caballero… - Princesa mía… por favor ingrese a su carroza, que ya casi estamos llegando…y dado que, el momento propicio, aun no esta dado… - Correcto mi Caballero, es Usted muy amable… Ella continuó observándolo por la ventana de su carroza… El… valla uno a saber como reaccionaba debajo de su casco… Ella era tan diestra para el amor… La mujer indicada para que el deje atrás a las batallas… Lo colmaba tanto de amor… Que sin matarlo… con fatal delicadeza de mujer, lo destrozaba… Provocándolo para disfrutar de su noble caballerosidad… Y permitirse excitarse por primera vez como mujer enamorada, obviamente… Mientras que de él, un poquito se abusaba...
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MARIANO DOROLA
YO CREO QUE ESO ES LO LINDO DE TODO ESTO.
MAS ALLÁ DE QUE LOGRE O NO EDITAR MI LIBRO...
MI SUEÑO YA FUE CUMPLIDO.
TE QUIERO MUCHO SACHYUS
FELICIDADES PRINCESITA DE LOS SUEÑOS CONCEDIDOS.
fairy