Últimamente me he encontrado con mujeres fieras que no han dudado en destriparme con palabras.No sé si se deba a comportamientos equívocos o a temperamentos encontrados. No soy un patiquín florido dispuesto a recibir sus dagas envenenadas, ni pienso destartalar mi alma por aquella que me sale respondona. Estoy bajo la mirilla de acuariénses y taurinas que me persiguen con sus dardos frenéticos. En este punto hoy, 23 de Diciembre de 2010, corto con ellas en seco y las envío a que molesten al demonio.Si bien amo la femineidad hay mujeres del todo intolerables, así como sobramos hombres de la misma estirpe. Nadie nace unido al otro y cada cual puede partir en su esquife hacia sus mundos sagrados. Quizá el Cosmos conspire contra mis relaciones pues no creo en las tretas del zodíaco. No me arrodillaré más a beber un agua mansa que luego resulte de cloaca o cañería:Beberé del agua potable que me traen los pájaros y caminaré sobre las cumbres del monte Carmelo. Seguiré, como siempre, cantando al amor y a las hembras pues la mayoría de ellas merece la celebración de mi sangre....Pero jamás volveré a acordarme de las que me trataron con extremada desconsideración.
 
                                            RICHARD ALBACETE