Hola Verano, yo tambien quisiera vivir veinte mil años, pero para alcanzar a cumplir muchos sueños truncados, pero como usted dice el tiempo es demaciado corto, hasta para escribir un poema, en realidad a mi el tiempo nisiquiera me alcanza para inspirarme.

Muchos saludos para usted de oculta.

Claro que soy una contradicción, mi querio Humberto. Todos somos seres de condición contradicha. Afortunadamente, el arte nos permite estas libertades, algo que no ocurre con la razón ni con la lógica aristotélica. Aunque me declaro ateo, Dios, para mí, es un concepto como tantos otros, y como tal lo asumo en mis escritos, independientemente de que lo apruebe o no. Te envío un cordial abrazo y las gracias por comentarme el texto. Verano.

¡Jaja! Muy bueno, Verano.
Es una contradicción en sí mismo.

Saludos

Humberto (nuevo por acá)