Al fin y al cabo
Publicado en Jan 12, 2011
Dos cajas de leche conversaban en la góndola del supermercado. Una de ellas era tremendamente presuntuosa y le comentaba a la otra que estaba contenta con estar en un local del barrio alto, al menos iba a ser bebida por gente de bien. La otra en tanto, no le prestaba atención a tan simples conjeturas. Vino una mujer las tomó a las dos y las echó al carro. Cuando ingresó a la cocina la mujer tomó una y se la regaló a su nana. Esta última la guardo en su cartera, y en la tarde salió de regreso a casa, viajó en un bus y llegó a una población donde en una mediagua estaba su madre cuidando a su hija recién nacida. Calentó al fuego un poco de leche y se la dio, ella y su nenita durmieron contentas. La otra fue abierta al día siguiente para el almuerzo. La cajita presuntuosa esperaba lucir su sabor en tan refinados paladares, pero fue utilizaba para hacer puré. Al cabo de una semana, se descompuso y fue tirada. La metieron en una bolsa negra, y luego lanzada al interior de un camión recolector. Cuando fue descargada entre una cantidad enorme de basura, rodó hasta quedar al lado justamente de la otra cajita. Esta última sonriente –le dijo- mira donde nos vinimos a encontrar.
Página 1 / 1
|
Esteban Valenzuela Harrington
Muchas gracias por tu comentario.
Saludos,
Esteban
Esteban Valenzuela Harrington
Muchas gracias por tu comentario.
Saludos,
Esteban
Caranndor
caranndor
Daniel Florentino Lpez
Ameno y con mensaje
Felicitaciones!
Daniel