OJOS DE PJARO; Dialogo entre un Hbrido y sus tres sombras.-
Publicado en Jan 24, 2011
Del Poemario Ojos de Pàjaro (1992-1994)
El Híbrido: tenías que ser una de esas aves sin nombre ni rumbo, que solo alteran el cielo de forma precipitada y aleatoria con los vientos en contra que terminan en una eterna lluvia con sol. Las Tres Sombras: tenías que ser tú de esos instantes difusos donde palidece la malva cuando crujen al cerrarse los capullos porque se derriten las telarañas y las luciérnagas que tropiezan desde el firmamento y anidan sobre los tejados cálidos. El Híbrido: tenías que ser tú el que tuviera la última calada de fragancia que te hiciera dueño de un siguiente día profetizando los latidos enclaustrados en tan obvio suspiro que desenmascare la gravedad de tu veneno. Todos a Coro: tenías que ser tú y tenía que ser yo El Híbrido: tenias que ser tú la que tuvo el nacer bajo la marca de alguna luna prófuga que bostezó a solas en cualquier callejón oscuro la humedad tan recia que la aventuró a huir de los gemidos más hondos que vierte toda una urbe cuando dormita con el verano entre las sabanas del sudor que se dilata sin sabor por falta de alma. Las Tres Sombras: tenías que ser tú el que se escapó del plumaje solar de un desconocido astro que se pierde entre los soplidos del árbol más alto viajando sin decoro con la desnudez sobre la briza más cínica que congela los flancos sin estrellas de universos vacíos con el invierno encima de las lágrimas de los cristales que se someten, kamikazes que no encuentran la tierra de unas manos que pregonen un barato abrazo. El Híbrido: teníamos que ser ambos los que nos deshojáramos cada que se desangra una letra siempre que se aúlle con frenesí a las penumbras buscando una luz muda con los senderos llenos de ceniza por donde ningún ciego pasa. Las Tres Sombras: teníamos que haber sido los dos los que nos conjugáramos cada que se rimara un poema cuando se caen los libros de la repisa de los días en los que se cierran las puertas solas cuando la nada las azota con furia entre los laberintos donde tampoco...un ciego rondaría. Todos a Coro: tenía que ser yo... el que llevara las riendas del descarrilado crepúsculo que nos cegó el día en que se detuvieron los colores de nuestros ojos de pájaro nublando los horizontes fértiles sin esperanza de dar frutos cósmicos a la hora de dormir en sus jardines... tenia que haber sido yo... y mis otros tres yo... los que hubiéramos diluido los espirales líquidos del autismo... y no dejar morir a éste híbrido.
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Hoz Leudnadez
un beso amiga
Andica
Hoz Leudnadez
no sè què decir, supongo que el silencio es lo mejor
el autismo es el estado poètico del silencio
o de la nada
gracias amigo
Hoz Leudnadez
o una especie de delirios que a veces les dà a los niños
que no entienden un por què
es bàsicamente una especie de platica entre mis personalidades
y el hìbrido que no sabe que le pasa a su rostro
es triste y lamentable què aùn despues de tanto, no lo supere
gracias amigo por pasarte a dejar una linda flor a este panteòn
Eduardo Fabio Asis
LOBOLEJANO