Un libro para mi infancia solitaria
Publicado en Feb 03, 2011
Tengo acostumbrada la memoria, ha rescatar siempre los mismos versos, no son los mejores de la literatura universal, ni son por ellos, los de más provecho, quizás, para otro cualquiera. Pero en mis soledades de infancia, no había en casa una enorme biblioteca. Solamente una antología, desgarbadas las hojas, amarillas y el lomo del libro como mordido por varias serpientes. Así y todo, ese único libro, me libraba, válgame el juego de palabras, de no tener otro amigo, para jugar juegos. Entonces rumiaba siempre las mismas páginas, las leía quizás para no llorar tanto, y empecé a gozarlas. Con el tiempo… se me acostumbró la memoria, a rescatar el niño que alguna vez fui, entre aquellas páginas gastadas. Admiro a quienes conocen innumerables libros, pero no por eso desprecio, mi pequeño capital intelectual, esa antología, de unos pocos autores, en un solitario libro, que a mi, me aportó mucho. Que me libró de estar tan solo, sin bibliotecas gigantes, pero con un amigo, de papel y arte .
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Durazno sangrando