Póstumos
y densos sonetos
los pasos cuando te largas a beber
y morir
como creyendo ser el que tiene la gracia
sin conocer la desgracia que es amarte.
Somos tres locos esperándote
somos tres;
yo,
él,
y tú
esperando a tu otro yo.
Al único que sale a saludarnos
porque tus ojos se escudan en una ceguera
somos tres niños que no sueñan
por el desvelo de tus perturbaciones.
El juego de escribirte en pétalos
es el mismo motivo para oler tus soledades
inmersas en sugestión.
Por eso él;
quiere ser dios para curarte en el espejo de un cántaro
Por eso yo;
quiero tener alas y cuidarte esos ojos de pájaro
Por eso tú;
lloras y cuentas las heridas entre nuestros brazos
Por eso tu otro ser;
te exilia de comprender que somos amigos.