TRES BRUJAS; Y el viacrucis de un Goliardo (parte III).-
Publicado en Feb 22, 2011
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Día Tres en la tarde noche;
Primero, La Que Vuela me preguntó si había cambiado en algo,
nada, seguía teniendo las mismas alas, pero El Espectro no se quedaba atrás,
se veía bien, entramos al metro explicándome que iríamos a ver el lugar
de la hecatombe, es decir; el lugar donde se haría el recital.
Ellas no sabían ni como llegar, estaban desorbitadas y todo eso,
les conté que había estado en uno dentro de un restaurante que gira
y suelta espasmos de agua, y que era bueno.
La Que Vuela y El Espectro al parecer estaban un poquito asustadas
por lo que ocurriría el siguiente día, al parecer contaban con muy poco,
y quizá esperaban mucho de mí -vaya fe- no sabía exactamente que decirles,
yo estaba desentendido de todo, porque como dije,
la mocosa insolente no me explicó nada a detalle,
solo dijo con su voz tierna y sumisa;
-Ven aquí ¡borracho! y léeme la Monstruosa Verga de Jesucristo,
y ya... después ¡muérete!-bueno así me sonó.
En el metro estaban desconcertadas por que quizá no saldría nada bien,
"no tenemos nada"-dijeron ambas a coro, uno muy triste.
Tenemos poesía-yo pensaba- qué más ruido que eso, no somos
ni Lina Zerón -voltee a ver a La Que Vuela-
ni Marina Polidori-miré a El Espectro-
ni somos Jaime Sabines-me voltee a ver a mí- pero,
tenemos el don del habla, de la palabra, y de pensar,
yo no me siento menos ante ningún escritor consagrado
porque también tengo la locura y la imaginación para crear lo que quiera,
quizá los tiempos de los citados y los nuestros sean distintos,
pero no me imagino que en aquel entonces se amara más a la poesía
que ahora, una vez una mujer que mata, una hechicera del Amazonas
me dijo que yo era bueno, que creyera en mí,
hasta dijo que era mejor que algunos de los grandes...
por eso creo en mí, tanto como en ustedes, así como ustedes creen en mí,
deben de creer en sus dotes, porque yo creo en ustedes
-pensaba en decirles todo, pero no tenía base.
-Pero no escribimos bien-dijo El Espectro.
-Son puras groserías-dijo La Que Vuela.
¿Y qué? hemos aprendido juntos los tres, durante todos estos años
que nos conocemos que, todo se puede decir, que todo puede resultar sublime,
ustedes han visto mis culos, mis mierdas, mis espermas, mis nalgas,
mis tetas y mis vergas, tatuadas en cada uno de mis poemas,
y han sido palabras que construyen esos textos que a ustedes les fascinan.
¿Espectro, no te he dedicado unos cuantos como una blasfemia,
como una súcubo, como una lésbica poetisa, y hasta como bailarina
jugándose la vagina en un juego de cartas cuando según yo
traigo la mano del muerto? y te encantó, me lo agradeciste,
me amaste en esos poemas, me besaste en esos poemas, me sonreíste
y nos volvimos más amigos. ¿Ángel de la muerte, no te he citado
como La Que Vuela, como la que destroza y mata ilusiones,
como una princesa, como una diva, como una puta,
es más, hasta te he ofrecido la monstruosa verga de Jesucristo
y hasta te he dicho que te pagaré bien por tus servicios?
y te encantó, hasta dijiste que no importara que textos leyera,
siempre y cuando te dijera ese, Por la Monstruosa Verga de Jesucristo...
La belleza radica en que uno lo haga con fuerza...
y esa es la mejor alianza que tiene un hombre
con la PUTA POESÍA CARAJO!!!!!-excelente discurso me imagine
en ese momento pero mejor opté por decir;
-Todo va estar bien, ¡mierda! La belleza radica en la fuerza que
uno dice el poema.
Nos pusimos a revisar el lugar, había un quisco, donde se supondría
sería el lugar. Hicimos pruebas de sonido -así le dicen allá a gritar
groserías desde un palco- como la A va primero, ni modo, La Que Vuela
fue a decir sus groserías, mientras El Espectro y yo bajamos a escucharle,
luego, El Espectro sintió algo de pena, o pudor, u orgullo -¡ja! ¡ja!-
así que me enfilé yo. Subí, y la verdad me cagaba,
no sabía que decir, pero al pie de la escalera,
algo se me vino después de un beso.
"Déjame saludarte con una grosería,
con una mentada de madre,
déjame saludar a tu ausencia con el recuerdo,
a tu presente y su presencia viva.
Déjame saludar a los dolores que llevas dentro con mi lengua,
para purificarlos con mi saliva,
para que dejes de dejarme
y de dejar me dejes.
Déjame saludarte con una palabra vacía,
con una copa llena,
con una tumba viva o con un jardín muerto.Mejor, déjame saludarte con el corazón,
para que me lleves como pluma a tu cama si quiera como un sueño"
y luego otro;
"De entre la mañana,
la tarde y la noche,
 yo prefiero quedarme sonámbulo todo el día,
siempre y cuando tú te desveles conmigo,
sino te quedas con las culpas de vestir la cama de féretro"
-y ellas aplaudieron, quizá estaban un poco más tranquilas...
yo no, sinceramente yo no.
Caminamos, deambulamos después, vagando, en busca de alguna cantina
para festejar un triunfo, o despedirnos de este mundo.
En el camino algo se dijo de un tipo y una mujer, la mujer le decía al tipo,
"No te quiero volver a ver en mí vida" alguna vez me dijeron eso,
y respondí; "¿Una vida? eso es muy poco... ¿no te puedes ir más lejos?"
No encontrábamos nada, nada de nada amigo poeta, solo lugares
atiborrados de gente que camina sin pensar, y nosotras tres,
las tres brujas con la demencia que trae el mañana.
Olfateábamos como toda una mini jauría de letras con espuma
-por la espuma de la cerveza-
retumbábamos como un enjambre de conjugaciones que se arrastran
-por el ronroneo de fumar el plácido cáncer del alquitrán, la nicotina
y la poética fumarola- solo dábamos vueltas en una "u" cursiva.
La Que Vuela bien apresurada, agarrada de extremo a extremo de nuestras manos,
del Espectro y de esta Puta o su Goliardo, sería seguro la última en caer,
no me importaba primero encontrar un escondite para esconder
la hibridez que arrastraba desde la provincia. No, no me importaba,
lo único que necesitaba era algo para bajar el sabor a poesía
maldita hasta mis entrañas, hasta mi corazón, hasta mi estómago,
y digerirla, o hasta mi vejiga y orinarla, solo quería eso, en la esquina de una calle,
una dulce dama vendiendo periódicos, en un puesto.
-Permítame, ¿sabe de una cantina, de esas baratas, de esas de mala muerte
donde al entrar deja atrás toda esperanza al cruzar la puerta,
una de esas de índole venéreo, una de esas que al entrar hace que
uno tenga el riesgo de perder más que la vida?
-¿Perdón?-dice desentendida.
-Sí, una cantina pues, y un hotel, ¿sabe de algo cerca?
-Yo no sé de eso joven todavía soy menor de edad -dice con gracia
la hermosa dama septuagenaria-pero dicen que, a tres calles hay una en
una esquina, y más adelante un hotel, y al lado de ese hotel,
hay otro, y por ahí más cerca otro.
-¡Gracias! Sus ojos son la patria del relámpago y el cielo,
del parpadeo y de sus lluvias querida Señora   
 -Niño ¿qué cosas dices? anda con cuidado, cierro a las diez.
La amable señora bromea, pero, sin querer, ella estaba presagiando
una especie de lugar, que dormita y se suspende entre la fantasía y lo común,
algo que ese mismo día bautizaría como el aeropuerto perfecto
para el poeta en trance, algo que no sabía que podría hacerse en un frío lugar,
tan entrado al limbo y alejado del cielo.
Anduve, y les indiqué a las otras brujas las coordenadas de la adorable señora,
y llegamos a un bar, cerraría pronto, así que primero fuimos a conseguir
el refugio, el primer lugar, nada... y se veía seguro.
Además que estaba muy caro, le pregunté al encargado si tenía algo mejor
-o séase, más peor- pero dijo que no, ese era el precio, porque éramos tres,
pero, ¿tantos números por una habitación?
-¡Pero sí las mujeres las traigo yo!-le dije, así que pasé de largo.
Y el siguiente, tenía  una fachada con olor y tatuaje a perversión y urgencia,
de los que se citan como en un poema de esos que nadie dice como;
-¡Ay! maldito amor, guerra para él sin cuartel -o séase de cuartos ocupados,
sin cuartos libres, que invitan al encuentro acogedor en clandestinos
callejones oscuros-¿quién se atrevería a escribir esta cochinada?
Entré, las otras dos brujas aguardaron el conjuro afuera, entré y le dije al tipo;
-¿Cuanto pasa si me sirvo unos tragos e invito a dos chicas al cuarto?
-¿A dos?
-Sí, es que traigo hambre.
-Bien 250
-¡Genial! ahora regreso entonces.
-Toma, te daré uno cerca al baño.
El tipo me dio la llave, y la alcoba tenía todo lo necesario, una cama -que bien
podría ser una nave- una silla -que bien podría ser un cisne- un tocador
con su espejo -como un cántaro de visiones-
un buró -como un féretro donde depositar toda angustia.
El piso era de madera, un balcón donde arrojar el suspiro y la ventisca,
el techo también de madera, de cedro, como para ser piso,
¿quién dijo que la cascada tiene que fluir de arriba hacia abajo?
la gravedad es solo una palabra como de esas que el hombre inventa
por no comprender la raíz de la naturaleza.  Bien, dejé el equipaje,
el cual no pasaría frío e incomodidades en el sótano de algún autobús,
no, esta vez dormiría cobijado por la nave y sus alas.
Salí en busca de las Brujas, y el tipo me preguntó, con quienes venía,
se me hizo perverso decirle que,
venía acompañado de dos poetisas malditas, hubiese pensado aún peor...
así que opté por;
-Son mis primas...-aunque creo que eso sonó más pervertido ¿no amigo poeta?
Fuimos por el embarque de cebada, veo mi cadena atada a los pantalones,
con varias llaves
-¿Para qué traes llaves?-pregunta La Que Vuela.
-Cierto... sino tengo a donde ir.
Llegando al compendio de alcohol, se me resbaló un poema,
La Que Vuela lo ve, y sonríe quizá no se creía que pienso en todos mis amigos,
en todos los que entienden mi sangrar escribiendo.
De regreso al aeropuerto poético, empezó todo, cada letra, cada palabra todo,
absolutamente todo era poesía,
El Espectro no quiere fumar.
-¡Qué ridícula la muerte... se cuida la salud-le digo a La Que Vuela y reímos.
Las puertas del balcón abiertas, un letrero de no fumar, y con las ansías
de ser dragones oxidados y echar fuera todo el humo. La Que Vuela,
como toda una responsable dama dice;
-Hay qué romper las reglas y fumemos-enseguida cierra las puertas
de la borda de este barco.
Y se habla, se transgrede, se tatúa la poesía de los labios impíos de ambas,
yo, fascinado, tenía meses que no hablaba con alguien, que no hablaba de verdad,
porque con todos se cuenta del partido de futbol, del auto de moda
y del culo de fulana de tal, pero no de lo que en verdad soy.
Se bebe, El Espectro cita tenerme en una caja aparte, donde guarda sus almas,
la mía será un buen ingrediente para algún conjuro, les cuento lo que pasó
con mi muerte repentina por el paso de unas pastillas hasta mi alma.
Se bebe, y la que vuela habla de escribir con modestia, con mesura y recato.
-Y luego que tú tienes la magia para por fin hacerle el sueño realidad
a la bala y convertirla en flecha. 
Se bebe, se abre una de tantas veces la puerta, y van a orinar,
ando tras con el fluvial en la punta de la montaña y digo;
-¿Nunca te han dicho un poema mientras orinas?
-No.
-Pues ahí va, inaugurémoslo-termino-¿a ti tampoco te lo han dicho?
-No.
-Pues ahí va... otro.-y nos echamos a reír, quien es tan insolente
para quitarle la concentración a dos mujeres tan solo por unos versos
con aliento a bohemia, solo un loco podría, o un idiota... o yo o tú amigo poeta.
Se marchan, y me quedo tambaleando en la puerta, sin nada en el estómago,
sin nada en que pensar muy tarde, demasiado. Entro y convivo con la gente del lugar,
hablábamos de poesía y bebíamos tequila ella es;
La Que Vuela, y el otro un Espectro, y tienen mágicas manos,
de un hacha y de un caldero sale poesía.
Bebí hasta la madrugada... casi no dormí pero me desperté temprano.
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Descripción

ya no más falta una... no se desmayen

Palabras Clave: -..............

Categoría: Cuentos & Historias

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Derechos de Autor: Hoz Léudnadez


Comentarios (6)add comment
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Hoz Leudnadez

Fio;
con dinero y sin dinero
hago siempre lo que quiero
y mi poesía es un vayvén
no tengo trono ni reyna
ni naiden que me comprenda
por eso sigo siendo Leudnadez

sí son de mis más grandes
no todos, pero sí importantes
son mis odios
son mis poemas
la cómplice y la espectra
algo así como lo que no vivímos Sahá tú y yo
pero con más tinieblas
Responder
March 01, 2011
 

Hoz Leudnadez

Ya vi a la que vuela!!!!
Responder
March 01, 2011
 

Hoz Leudnadez

el rugir de las letras y visceras vueltas poemas
maldito Johel

epa! yo soy la más guapa!!!
Responder
March 01, 2011
 

Fiore Montefuoire

parece que te divertiste ojos bonitos
con razón al regresar sucumbiste en la tristeza
¿tanto te gustaría seguir llevando esa vida de perdición?
esa vida sin destinos ni futuros
no entiendo como puedes hacer tantas cosas sin dinero
ni refugio, mucho menos con pudor...
vaya noche la tuya, acompañado de tus dos amores, quizá los más importantes no hozzy?
excelente relato, me enctantaron los poemas en el palco
seguro y a quien se lo dedicaste te sonrió, o más
andas como en tu periodo romántico no?
me hiciste reír mucho... y sí fue más perverso decir que eran tus primas
aunque las mujeres las traigas tú
el volar cuesta mi querido... vamos por el último
ay! esa poetiza que vuela...
Responder
February 27, 2011
 

aNTTha LyThra

jajajaja...y seguimos en la lectura!
Responder
February 22, 2011
 

Johel Delacroix

Estas brujas, este goliardo me sumerge en un mundo de enseueño bohemio y decadente, estómagos vacíos y rugientes...¿quién puede escribir si no escuchar su estómago rugir? Yo no. Maldita Poesía. Hay por qué vivir y por lo cual grznaar cada atardecer en lña luz crepuscular.

De puta madre Hoz. Por cierto, guapisímas las tres brujas de la foto.
Responder
February 22, 2011
 

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