El cristiano que encontr la salida
Publicado en Feb 24, 2011
Cierto día, estaba Nerón aburrido de los sacrificios de los cristianos, quiso darle una oportunidad a 7 (por los días de la semana) de ellos y solicitó que eligieran los más fuertes y jóvenes.
Una vez presentes los 7 Cristianos, les dijo; los he mandado a llamar, para darles una oportunidad que logren su libertad, los hombres le miraron incrédulos; Nerón prosiguió, cada uno dispondrá de un picota y una pala y serán llevados a las minas del rey Midas, pero no para sacar oro, sino para que caven por su libertad. Los hombres fruncieron el ceño, sin lograr entender aún lo que les proponía Nerón. Mis consejeros aseguran que aquel que cave en la dirección correcta encontrará la salida al otro lado de la montaña y habrá ganado con ello su libertad, ninguno podrá ayudar al otro, esto depende de cada uno, no contaran con más luz que la que les indique su instinto, mis soldados le darán abrigo y víveres para un mes, tiempo que se ha calculado suficiente para encontrar la salida, aquel que abandone la lucha, perecerá de hambre y sed, pero será condición que antes de morir deje escrito, la razón de su abandono a la vida. Sólo uno de los cristianos encontró el camino adecuado, pero cuenta la leyenda que una vez que el hombre encontró un haz de luz, en vez de cavar con más ahínco, pasaron varios días en que no cavó, hasta que al fin se decidió. Nerón y sus consejeros le esperaban al otro lado de la salida y deseaban ver al hombre que había logrado la hazaña, se lo imaginaban como el más rudo de los 7, en cambio salió aquel que parecía el más débil. Nerón llamó al cristiano, y le pidió que le explicara como logró llegar a la salida, que fue lo que lo motivó a continuar (se había demorado 27 días), el hombre contestó: Pues bien, fueron mis debilidades las que me ayudaron en un principio y luego mis fortalezas. Como que tus debilidades, ¿no habrán sido siempre tus fortalezas? No señor, fueron mis debilidades, las que me guiaron, los primeros meses, pues al comienzo me sentía “fuerte”, si en ese momento me preguntaban si lo lograría, hubiese contestado – que no lo pondría en duda, pero a medida que avanzaba la montaña se hacia más dura y a veces las fuerzas no me daban y sentía la impresión de que sólo acariciaba la roca, entonces escuchaba a don “orgullo”, quien me decía que no podía ser menos que los demás, que ellos se reirían de mi, que eso era más importante, que debía demostrarles que yo podía, y entonces sacaba fuerzas de la nada y seguía cavando, luego a medida que avanzaba la montaña se hacía más oscura, entonces vino doña “angustia”, doña “desilusión”, y doña “desesperanza”, ellas me decían que no lo lograría, que no sacaba nada con seguir picando día y noche, que la montaña era interminable, que había equivocado el camino, que más adelante la roca sería tan dura que no podría siquiera hacerle un rasguño; estas odiosas damas y sus comentarios hicieron que por llevarles la contra aún sin convicción siguiera picando, al menos para llevarles la bronca, debo confesar que en esos momentos, aún no confiaba en mi. Entonces vino a acompañarme en mi andar, el señor “miedo”, él se sentaba a mi lado y me decía y ¿si estas damas tienen razón, si vas por el camino equivocado?, ¿si la roca es tan dura como ellas dicen? Vas a morir agotado, en la oscuridad; entonces sólo por que se callara, le decía, bueno al menos dirán que no dejé de luchar, que al menos lo intenté y seguí cavando. Fue así que al golpear la roca y aparecer un pequeño haz de luz, me detuve...... -Pues quien te entiende hombre, exclamó Nerón algo disgustado, como explicas tu reacción. -Tal como les dije anteriormente, en la oscuridad fueron mis debilidades (orgullo, angustia, desilusión, desesperanza y miedo)las que hicieron que golpeara la roca de la montaña, ahora que veía la luz, ellas me abandonaron desilusionas, y quedé solo, débil, de pronto las fuerzas se habían consumido, mientras estaba en la oscuridad, era una víctima de la vida, mi lucha era a tientas y entonces podía sentir pena de mi mismo y compadecerme, pero al ingresar ese pequeño haz de luz, debía enfrentarme ante una nueva realidad, debía dejar mis debilidades, pues en la luz, ellas no podían acompañarme, quien entonces me acompañaría en mi camino- me preguntaba una y otra vez – sin encontrar respuesta. Decidí dejar de luchar, no me creía preparado y a pesar de estar tan cerca del logro, me abandoné, y me quedé dormido. Entonces, me despertaron la señora perseverancia y doña fe, - ¿quienes son ustedes? ¿de donde aparecieron? les pregunté. - Te hemos acompañado desde siempre; lo que pasa es que no nos prestabas atención, les dabas mayor atención a tus debilidades, pero cuando dormías, nosotros te dábamos fuerzas y te cuidábamos; por eso pudiste continuar, ahora es tiempo que termines lo que has empezado. Y gracias a esas fortalezas pude sacar fuerzas y encontrar la salida.....
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Esteban Valenzuela Harrington
Siempre es grato recibir un comentario de tu parte.
Un abrazo,
Esteban
Daniel Florentino Lpez
Linda parábola
Un abrazo
Daniel