La maana altiva
Publicado en Mar 02, 2011
La mañana altiva enrarece a los puertos:
Se ha levantado con olas de migraña. Se ha apresurado como titán magnífico a golpear las sombras sólo por aplastarlas. La mañana súbita se encarama a mi frente como suelen subir de pronto las edades: Va quemando sin pundonor mi entrecejo. Me hace recordar que de la muerte vivo. La mañana altiva me quita mi careta para que puedan ver mi estructura explosiva. Se avalanza hacia mí cual gatillo de luz haciendo que detone granadas en racimo. Y luego me secuestra y me lleva a las aguas para mostrar que en su calor todos nos evaporamos. Sin embargo, anhelo la paz del pescador que jamás recibió comida de milicia.
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Richard Albacete
Filiberto Oliveros
muy bien escrito; segundo, porque la ma;ana, siempre o casi siempre despierta con la altivez que el sol le presta;
tercero, porque en mi carrera, yo consumi, muchas veces comida de milicia, la cual disfrute bastante.
Recibe un extenso abrazo, felicitaciones y estrellas de recompensa.
Filiberto