INSOMNIO (FINAL)
Publicado en Mar 06, 2011
Salí al estacionamiento, abrí la maleta del coche y, en una caja decorada con motivos infantiles, encontré lo que buscaba...una venda para los ojos, unas esposas forradas en terciopelo negro para las muñecas y los tobillos; y además, algo que llamó poderosamente mi atención, un enorme cuchillo de cacería; el reflejo de la luz en la hoja me aturdió por unos segundos y mí mente, algo confusa por el efecto de la marihuana y el alcohol, fué bombardeada por imágenes fugaces, a modo de flashes fotográficos...gritos, llanto, súplicas, dolor, sangre.
-”Debes hacerlo...debes hacerlo ahora”...dentro de mi cabeza, incesantemente, martillaba una voz lacerante. Al volver a la habitación ví a Diana todavía en el agua, sus cabellos parecían aún más rojos, al igual que sus labios. Sentí la sangre hervir y correr dentro de mí cuerpo cómo un río sin control. -¿Por que tardaste tanto amor?- preguntó, -pensé que te habías arrepentido y que te irías...jajaja -, agregó, sonriendome con algo de malicia en la mirada. -¿Irme?...no mi ángel, no es lo que tengo planeado para tí , dije entrando al jacuzzi. Tuve una intensa erección al instante. - Mmmmmmm...veo que estás contento de volver...- , dijo observando mi pene que la acechaba, desafiante; -...si...me gusta...ven, dámelo...-, extendió su mano y atrapó el miembro entre sus dedos, acariciandolo con suavidad, lo acerca a su boca, posa sus labios y luego con su lengua experta masajea, primero con sutileza, después con vigor el suave y sensible extremo del glande, proporcionándome gran placer, en ese instante tomé la venda y la puse sobre sus ojos... -¡Wooow!...ésto se va poniendo más interesante...me gusta...sí...me gusta...-, exclamó en un susurro. Tomé su muñeca y le puse una de las esposas; el otro extremo, en una de las llaves de la tina; en la otra muñeca repetí la acción. -Uuuy...eres un caja de sorpresas...me encanta lo que haces...me excita lo inesperado...quiero sentir...quiero que me hagas vibrar...quiero ser tu esclava...castígame amo, soy una chica mala.-. Con cada una de sus palabras, su respiración se hacía más intensa y entrecortada. Jadeaba mientras le acariciaba sus tetas suaves, turgentes, de pezones duros y largos; mientras besaba y mordía su cuello, sus hombros...sus brazos. Me sentía demasiado excitado, sólo deseaba penetrarla con rudeza, hacerla mía, deslizarme dentro del túnel húmedo...derramarme en sus jugos lúbricos, sin embargo, la voz se repetía como un flagelo constante en mí cabeza. Una canción de Lucibell en el aire, “Tu sangre”, asuzaba mis pensamientos. -”Debes hacerlo...debes hacerlo ahora...está en tus manos, éste es el momento que buscabas”-, una y otra vez, como un eco sin fin. Tomé el cuchillo que había dejado en el piso, al lado del jacuzzi, la adrenalina se apoderó de mi sangre y el corazón me latía a mil. Su pecho subía y bajaba con ansioso frenesí. -Uuuuhhhh...¿que es eso?....mmmmmm...siiii...se siente frío...pero...siii, me gusta...me excita...más...quiero más...-, lentamente comencé a deslizar la navaja por su blanca piel y me dí cuenta de cómo se erizaban sus poros; palpándo sus recovecos; hundiéndola...buscando el lugar perfecto... -Ay, ¡caramba!... eso me dolió...pero...que...aayyy...no...¿que haces?...me duele...me hieres...¡noooooooooo!...por favor... no sigas, me haces daño...-. Una mueca de dolor se dibujó en su bello rostro, las lágrimas rodaban por sus mejillas ...mi erección se hacía más firme y palpitante; su cuerpo contorsionaba, ya no podría escapar, en cada brusco movimiento, la navaja se incrustaba un poco más en su blanda carne...densas lágrimas escarlata resbalaban por su pecho, sus brazos...y por mis labios; el agua fué tiñendose lentamente de rojo...rojo intenso; Diana ya no se movía. Faltan dos minutos para la medianoche y la maldita pastilla aún no consigue su efecto, el mal humor me consume, las bestias golpean mi cabeza y mi cerebro está embotado. El exceso de marihuana, sexo y alcohol me ha pasado la cuenta. Debo salir...debo buscar a alguien...alguien que quiera pasar una noche de insomnio conmigo.
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daih
JUAN CARLOS
Un gran abrazo...Juan Carlos
Caranndor
un abrazo. y mis felicitaciones Caranndor