Sus pasos eran tan rítmicos como el golpeteo de su corazón
Sus movimientos eran tan delicados como una suave melodía
Su expresión era tan seductora como la lluvia en un día caluroso
Sus ojos eran del mismo color del mar
Su cabello competía con la oscuridad de la noche
Su piel era tostada como la arena en la playa
 
 
Era la joven flamenca que él tanto amaba
La belleza por la que Sevilla moriría cual Troya por Helena
Su sangre era caliente como el acero al fundirse
Solía danzar por pura alegría
Lo hacia como toda buena española de alma
Con la razón de un lado y la pasión consumiéndola
 
 
Nadie sabia quien era su madre
Nadia sabia si tenia familiares
Lo único  de lo que era consiente la gente era de que era la esperanza de España
La mujer que ponía en alto a las Sevillanas
 
 
Pero eso a él no le interesaba
Sólo sabia que la amaba con profundidad
Era su droga, su propia perdición
Verla era el deleite mas grande de su alma
La paz de su corazón
El veneno de su vida
 
 
Ella no lo sabia, ni siquiera lo conocía
Su presencia le pasaba desapercibida, ella sólo bailaba
Lo hacia sin ser consiente de que èl siempre estaba entre el público
Encendido de pies a cabeza
 
 
La joven flamenca nunca se había enamorado ni le hacia falta
Juraba a todos que no necesitaba un hombre
No quería ataduras, no quería que la sujetasen
Era un alma libre
Como un ave fénix
Si caía, renacería de sus cenizas y saldría victoriosa
Y, como toda mujer, se limpiaría sus lagrimas y secaría su sangre para seguir
 
 
Despreció a todos los hombres que se le acercaron
Los desdeño a todos y les hirió en lo profundo de su corazón
Pero él seguía cerca de ella, seguía viéndola danzar
Seguía perdidamente enamorado....
Pero ella, nunca lo supo