Te amo aún cuando eres imbécil,
aún cuando no dices nada más que tonterías
mientras me muerdes con bocaditos
mis pezones rosas y me produces escalofríos.
Eres un idiota perdido, escribes sandeces
una vez tras otra, eres un gilipollas
de blanca camisa y cuello estirado,
un señorito orgulloso de su nabo
descapullado, que muestras a tus amigos
y ellos te enseñan el suyo: maricas de terciopelo,
amigos para tocarse un rato. Te crees un macho
y estás en el filo, puede que caigas del otro lado,
ése que te horroriza, que tanto aborreces,
más desde que eras niñato de ti siempre tira.
Te amo porque soy imbécil como tú lo eres,
te amo porque digo que te amo..
si un día guardo silencio, cierro los ojos,
y me muerdo los labios, sin duda me daré cuenta
de que no es cierto... pendón,
que eres un pendón.