Only nightmares IV
Publicado en Mar 21, 2011
Tenía cada vez más y más miedo, no sabía que hacer, primero pensé lo más ridículo, o sea, escapar, pero después de ver la cara de Envoyé me arrepentí. Traté de pensar otras cosas, como negociar mi salida o “mi escape”, no funcionó, mi último intento fue preguntar que deseaba de mí, y eso fue peor…
-Deberías pensar bien tus palabras –dijo leyendo el libro negro de sus manos- -Quiero irme de aquí –musité mirándole asustada- No sé que le pasó, pero lo que de verdad sé es que mi visión cambió completamente, como si de la nada me trasladara a otro lugar. -No, tú no deseas irte –musitó abrazándome por la espalda- -Si, deseo irme de aquí –dije soltándome- Comencé a mirar a mi alrededor, y vi a una niña pequeña llorando en un rincón, traté de saber que le ocurría, y recién ahí me di cuenta de quien en verdad era yo… Después de tratar de tocar a mi yo pequeña, para saber que le ocurría llegó un hombre alto, de cabello largo, tomó a la niña del cuello... y la azotó contra la pared, la golpeo hasta cansarse… y la dejó ahí botada como un animal muerto. Llorando me dí cuenta que era ese pasado que había borrado… -¿Por qué me haces esto? –Pregunté llorando en el suelo- -Porque te necesito para terminar con gente como eso –dijo apuntando a la puerta por donde el hombre se fue- -Yo no lo soportaré –dije llorando acurrucada en un rincón- -Tu fuiste maltratada… mira los golpes que te dieron tú a esa edad deberías estar muerta. –dijo tomándome los hombros- -No podré –dije mirando el suelo- - Tú naciste para esto… tú naciste para vengarte de aquellos que hacen daño, para hacer sufrir a la gente que alguna vez te hizo mal –dijo tomando mi cara- Traté de levantarme pero me encontraba sentada en el sillón cuando me levanté. -Haré lo que desees, pero déjame en paz –dije llorando petrificada- -Entonces esta noche comenzaremos –dijo pasándome un maletín- Miré que es lo que había adentro… armas de todo tipo… desde una navaja hasta un machete, una pistola… hasta un silenciador.. Asustada lo miré… -¿Qué? –preguntó él sonriendo enfermizamente- -¿Para qué las armas? –pregunté asustada- -Para matar a tu primera víctima –musitó recostándome en el sillón- ¿Matar yo?, pensé unos momentos sin moverme de donde estaba, sorprendida por las palabras del otro simplemente me alejé unos pasos, al notarlo, me miró sorprendido. -Ya deberías darte cuenta que no mueves un pie sin que yo no soy sepa… -sonrió terminando de armar una pistola- -¡Yo no puedo matar a nadie! –le miré tratando de calmarme- Suspiró un par de veces y bajó la cabeza -Sino lo haces te mataré…-me apuntó con la escopeta recién armada- -Y..yo… -cabizbaja traté de decir algo- -¿y? –dejó de apuntarme con la escopeta- -No sé si pueda… ¡pero no quiero morir! –me dejé caer en el suelo y comencé a llorar- Sonrió lleno de malicia y comenzó a limpiar otra arma…
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raymundo