Maldiciones gitanas
Publicado en Mar 24, 2011
Después de tantas traiciones, nada te voy a decir,
más, me voy a permitir, enviarte unas maldiciones. Ojalá sean efectivas y calmen mis decepciones. Quisiera ser, para vos, una piedra en el zapato, Una carie en el molar, aunque me es indiferente, puede ser en cualquier diente, pero eso si ¡que te duela!. Una espinita de tuna, que te cause padecer, en eso tengo experiencia, espinas, tengo a granel Un absceso doloroso, esos que suelen salir en donde menos se piensa y al ponerse en evidencia, con abultada presencia, en verdad, te haga sufrir. Que te machuques un dedo, con la maza o el martillo, por hacer algo sencillo, como es el clavar un clavo. Si con ella vas al campo, que los sorprenda algún toro, los persiga por el prado, después, los tumbe en el lodo. Que las abejas, furiosas porque invaden sus dominios, les claven sus aguijones y algún mastín sus colmillos. No creo haberme excedido en enviarte maldiciones. Tengo otras… más la prudencia me indica que reflexione. Si estas no se concretaran no escasean las opciones. Ya calmados mis enojos, les pido, Santos del cielo, me manden un novio nuevo, ni artero ni desconfiado ni osado, ni traicionero, solo quiero, un hombre bueno. Lo digo con sentimiento y se que voy a lograrlo por propio merecimiento.. ¡y ahora voy a cuidarlo!.
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Filiberto Oliveros
para expresar maldiciones
por buenas o malas razones,
cuando lo alcancen un día,
no va a servir pa´ un carajo,
por efectos del trabajo.
Querida haydeé, yo deploro que ese tu poema, tan bueno, no haya tenido varioscomentarios elogiosos merecidos.
Es un poema para ser calificado con un máximo exponente, por su construcción esmerada, gracia y contenido, es mi opinión.
Recibe mi afectuoso saludo y máximas calificación. Filiberto.
haydee
Extrañé su presencia y por momentos se me dio pensar lo peor. Imaginé que había caído en manos de JUANA y esta, después de someterlo, habría sorbido su voluntad e ingenio hasta dejarlo vacío de inspiración.
Es un alivio saber que volvió al ruedo, que se mantiene íntegro y tan generoso, como siempre, en sus elogios y consideraciones.
Me volvió el alma al cuerpo y ahora, Utd. deberá hacerse cargo.
Afectuosamente
haydée