VINO A PEDIRME AGUA

Amigas, he conocido un profeta
es galileo.
Estando junto al pozo de Jacob
vino a pedirme agua.

No le creí, ¿a mi, por qué a mi?
Y él, porfiado insistía
hablando del don de Dios.

Amigas, vayan a oírle, su voz
es música que sana.
No le creí y otra "agua" me ofrecía.
Agua que corre en el corazón, agua, agua
en ríos de agua viva.

Y me leyó el alma, a mi
que no le creía.
Son sus ojos un mar en calma,
un no se qué de palabras que sanan.

Con él me sentí dichosa, contenta, aceptada
y mi historia me dice que ya es hora, de abrazarla.

Amigas, he conocido un profeta
junto al pozo de Jacob, Es Jesús, el Nazareno,
que vino a pedirme agua.