Tan manso y dócil como un gigante
ante las manos frágiles y aventureras
que van recorriendo el paisaje nefasto
escondido en recuerdos
y mojados por los besos
que nos prometemos.
 
Voy recorriendo tu cuerpo
excavando en tus recuerdos
y descubriendo tus secretos,
ante tus ojos que son dos faros
a la orilla de mi cara
donde guían mi mirada,
desde lo alta de tus montañas
contemplo la sensualidad de tus secretos
y la suavidad de tus sentimientos.
 
Mi boca te besa,
mis labios te rozan
abriéndose paso con una dulzura loca
crean un camino imaginario
donde a cada lado esta un te amo
o simplemente un abrazo.
 
Como un déjà vu de alegría
recuerdan mis caricias
haber vivido contigo esta fantasía.
Aunque no lo pueda contemplar
como las olas al mar,
es lo que necesito para mantener tu imagen frescas en mi almohada
que todos los días suspiran por tu ser.