Slo brillabamos
Publicado en Apr 14, 2011
Sólo brillabamos en nuestras moléculas.
A la luz del fogón roto hasta Demetrio estaba allí. Nos sosteníamos en nuestros cuentos y sus dichos eran irreales, como el espacio desnudo e incipiente en que nos asomábamos a la velada. Las muchachas venidas de los atelieres cantaban un can can entre jolgorios y se desternillaban de la risa si tenían una ensalada o un galán en frente. Frente a todos, vacuolas de aire y una música de por si bastante defenestraba. Todos estábamos como integrados en nuestros mundos de lerdas comidillas. Las bocas se movían como panales ámplios donde suele sepultarse la abeja. El café sabía al café real y primosoro de los egipcios tras la pesca fértil: Ninguno se acercaba a ser la imagen o la semejanza de la imágen de la desprocreación. Se hablaba de serpientes al igual que de bolígrafos indiscretos o de cinematógafos lujuriosos. Se especulaba sobre los alcances reales que da la inexplicable quiromancia y todo ello mientras llegaban las olas del amanecer y su nueva prosodia puliendo la cara y los ojos de los que atiborraban, petrificados, las mesas. Había comezón de saber y de existir, pero más estábamos en la abstracción del distraimiento. Y esto fue una tarde en que no hubo escupitajos ni nadie salió de una música histérica: Sólo brillábamos y refulgíamos y el mundo parecía contraerse en las bocacalles.
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Richard Albacete
luis jos