Lobos I I
Publicado en Apr 20, 2011
Ardo en deseos de ver el arma que me mató. Pero los lobos se adueñaron de mí y me arrojaron al fondo de la fiebre. Como en un acto falso de amor tomaron mi olvidada cabeza y la tiraron bajo calles, puertas, paredes vacías. Yo sabía de sus bellezas y sus culpas, pero nada pudo atravesar mi perpetuo abrazo endemoniado. Sin embargo: hoy soy mi corazón sustraído de la bolsa más austral; soy el olor, la mano que no acaba. Soy el sobresalto de la luna y el alimento primario de un consuelo que no llega. Hoy ellos son hiedras pegadas a mi saqueado cuerpo. Dientes blancos que fueron mis verdugos. Aquí mi desolación, mi urgente llamado a esas plantas que nacen en nuestras almas cuando el cuerpo se ha acallado, y sólo queda el fruto silencioso de lo que no fue. Guillermo Capece
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Mara Ester Rinaldi
Aquí mi desolación, mi urgente llamado a esas plantas que nacen en nuestras almas
cuando el cuerpo se ha acallado,
y sólo queda el fruto silencioso de lo que no fue.
Melancólico y bello, Guillermo,
Casi diría que duele, pero no, no es dolor, es nostalgia y un resurgir, como si nada fue suficiente para quebrar esa voz, ese corazón silencioso, esa lucha interna que nunca tendrá fin, es... hermoso, poeta.
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Guillermo Capece
muy buen analisis el tuyo, te agradezco muchisimo tu deferencia; hace poco me dieron antidepresivos; lei que había aumentado la venta de antidepresivos en las grandes cuidades... es cierto? lo notaste?
Un beso, Marité
Guillermo
Guillermo Capece
como siempre sos muy generoso, acepto tu generosidad, y gracias !
Abrazo
Guillermo
Daniel Florentino Lpez
Sin palabras
Estrellas: todas
Un abrazo
Daniel