Casi no hay nadie, casi no hay luz,
es mediatarde pero en el bar de los rockeros locos
siempre parece de noche, con unas cuantas luces de gas,
y siempre suena ACDC...
Apura su birra, se acomoda los huevos,
le dice al barman: "Ahora regreso", y paso a paso, lento,
se conduce hasta el lavabo, ni cierra la puerta,
apenas se mira al espejo, se mete en un water,
y apoyado en la pared de baldosas blancas
se saca la polla y empieza a frotarla...
allí, solo como una noche,
con el rostro de ella como inspiración,
se la menea casi con desgana,
lo ho hecho tantas veces,
es algo tan mecánico, el puto macarrón
sabe correrse muy fácil. En apenas tres minutos
la polla reluciente se abre cual una rosa roja
y suelta un poquito de esperma
para que él sonría con la levedad que imprime
a todos sus gestos. Aún le gotea
cuando se la adentra, cierra la cremallera
y sin limpiarse las manos se vuelve al bar,
donde siempre parece que sea de noche
y una vez tras otra suena en la Juke Box
el Made in Japan.