-Domingo de Resurreccin. Una Patada En Tus Huevos de Pascua.-
Publicado en Apr 26, 2011
MÁRTIR "poeta"
-el otro viacrucis, la otra pasión, la otra muerte y la otra resurrección- por; Hoz de NazaRecthicus-Hereticus Léudnadez IV -Domingo de Resurrección- UNA PATADA EN TUS HUEVOS DE PASCUA Al tercer día, despierto de entre los muertos embaces de cerveza vacía y sorprendo con ademanes de esta maldita resaca infernal que apenas principia. Balbucean los supervivientes de la juerga de ayer no son beduinos del Neger pero creo que dicen en arameo salve maestro dildo de dildos; ¡Hoz Léudnadez! No me lo dijeron las escrituras porque yo no compro el periódico ni leo los horóscopos fue esta maldita cruda la que me levantó para buscarme otros buenos sorbos. Están todos en fila, mirándome andar y ver doblar mis piernas como ciervo recién nacido, es el don de la vida amigos míos y el alcoholismo de su servidor Híbrido -¡salute! Sigo reteniendo el llanto por saber que he sobrevivido estos días con puras inexistentes cenas; y sus últimas sobras, que resistí la tediosa condena de navegar con este cuerpo marchito hasta algo más lejos que Tyburn, vengo del morir otra vez y renazco completo sin nada fuera de su lugar y con una erección común como la que todas las mañanas tú dejas pasar amor -quien quiera que seas. A pesar de los fallidos intentos de publicar y los fríos encuentros con las respuestas que dicen que me hace falta mejorar, me siento completo, aunque tenga hoy dos semanas o más sin escribir sin decir mis estupideces, sin maldecir lo establecido y sin desangrarme por el acostumbrado poema colorado y maldito. Aquí nadie me conoce, siento la libertad de llorar, aunque eso signifique contradecir lo que me vine diciendo todo este recorrido; "no sueltes una lágrima que enfatice que ellos te pudieron ganar" porque es cierto, es verdad, nadie debe de extinguir mi fuego tan solo por que no les llegó a gustar algún texto nadie puede, solo yo soy capaz de decidir cuando dormir, cuando terminar, cuando perder, cuando decir adiós cuando admitir que no tengo un don, cuando ponerle el punto final... solo yo puedo y nadie más. Con lo poco de humanidad que me queda arreo al refrigerador y cojo la última cerveza existente, salgo al local de la puerta principal de la casa de mamá y al destaparla escucho una voz retadora exigiéndome el pago por lo bebido es el fariseo Poncio o mejor dicho mi tío. Me reta, argumentando que le he vaciado la cartera -cierto pero fue con toda su voluntad y ni opuso resistencia- y siento algo dentro de mí, algo late, como una ventisca igual o más fiera que las tormentas de Guillermo Capace, ¿qué será? Y sigue empujándome, humillándome, escupiéndome... y nadie lo detiene y sigo latiendo, sigo sintiendo esto... y comienzo a llorar, sin más pena comienzo a llorar lo que todos estos días me aguanté. Me pregunta si ya le tuve miedo, y sonrío, y sé que morirá un enemigo, y sé que le he ganado a este destino que me sataniza, este es el último llanto que guardaba y no sabe del gusto que tengo por que me retara, esto que late es la idea y por mis huevos de pascua, le patearé los suyos le grito. Y que te lo sepas que los míos dentro traen sorpresa ¡sí! esto es lo que me faltaba una buena pelea el mejor pretexto para escribir un poema y dejar atrás toda la tristeza ajena de aquella gente, a la que no le gusto a la que no le agrado, esto es para mí morir por las letras y me importa un carajo que todos los demás no entiendan de esta osadía pero todo está dicho... ¡Nadie puede con la Poesía! ¡Nadie puede contra mí Poesía! ¡Mi amada Poesía! ¡Mí descarnada Puta Poesía! ¡Mí... mi hermoso arte que se desangra!
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Fiore Montefuoire
por ti querido niño hìbrido
con sus eternos ojos de pàjaro!!!
Guillermo Capece
hay un grito de LIBERTAD indudable en tu poema; guardemos esta libertad para siempre para poder crear con ella, y resucitemos cada vez que escribamos algo.
Abrazo
Guillermo
Mara Ester Rinaldi
Siempre habrá quién cuide esos ojos de pájaro.
Abrazos.
Hoz Leudnadez