El libro comienza con un una mujer de nombre Serafina que va a buscar a un hombre que trabaja en una panadería de nombre Simón, acompañada de tres hombres.
Al llegar al establecimiento, Serafina suelta unos disparos con un arma que llevaba, así como tira gasolina para incendiar el lugar. Por fortuna sobrevive a dicho atentado, y ya en el Tribunal, les dice que la culpable de todo fue dicha mujer.
Le hacen firmar unos papeles, y estos mismos, son lo que lo condenan a estar encerrado en la cárcel durante 6 años.
Comienza a contar, como es que conoce a Serafina y de todas las veces que la abandona por querer volver a su tierra: al Salto de la Tuxpana.
El delito que hace su condena, es cuando Serafina, después de un extraño encuentro un tanto violento y cariñoso, le pide, junto con su hermana Arcangela, ir a tirar un cadáver; este acepta la proposición arrepintiéndose segundos después de su propia respuesta.
Después nos narra como es la vida de Serafina y Arcangela, así de cómo obtuvieron el cabaret.
Arcangela obtiene el burdel porque era prestamista, y al no encontrar a alguien que fuera honesto en el trabajo, decide hacerse cargo ella.
El negocio es todo un éxito. Invita a su hermana Eulalia para que se volviera como ella: una madrota, pero esta se niega rotundamente al decir que ese trabajo no era moral y no es lo que su padre esperaba de ellas.
Arcangela, tras el rechazo de su hermana, acude a su otra hermana, que es Serafina, y está, no lo duda y accede.
Relata como es que era el trato y el comportamiento de las prostitutas dentro de este lugar; de lo que tienen permitido y  de lo que no deben hacer, así como su método de administrar el lugar.
Cabe mencionar que a la mayoría de las chicas, las obtiene a base de engaños
Abre tres burdeles, el México Lindo, el Calle del Molino y el Casino del Danzón.
Pero le clausuran el Casino del Danzón.
Un caso peculiar, fue el de Blanca.
Llevaba a la prostitución desde la edad de catorce años, gracias a una mujer que la encontró en una playa y que se la vendió a Arcangela Baladro.
Blanca es la que más clientes tiene, por lo tanto su número de fichas es alto, pero un día, tras un descuido, se embaraza; la Calavera (señora que era la criada de las Baladro) le hace tomar tés, pero estos no tienen efecto sobre el embrión.
Las hermanas Baladro le ofrecen la idea de una cirugía con los gastos a su cuenta, y Blanca, acepta la oferta.
La cirugía tiene éxito, pero lamentablemente, está terminando con la salud de Blanca.
La internan en hospitales, donde el Libertino, un admirador de ella por las noches eróticas excelentes que le hizo pasar, termina huyendo después de ver que tiene parálisis.
Durante ese tiempo, Arcangela se entera de que le clausuran el México Lindo, ahora el único lugar con el que contaba; ese mismo día ve morir de su hijo Humberto.
Se plantea la problemática de donde pondrá a todas sus trabajadoras, así que hace algo ilegal: viola la ley, y regresa a "el casino del danzón", donde hace tratos con una señora.
Dentro de aquel lugar, la Calavera le hace un remedio a Blanca que le recomendó una curandera, provocándole que se le desprendiera la piel y las pocas horas, su muerte.
Las hermanas entierran a Blanca en el corral.
Otras dos mueren ocasionado por un barandal que ya se estaba desprendiendo y una riña que estaban teniendo por los dientes de Blanca (dichos dientes eran de oro), y al caer de la balaustrada, sus cráneos se rompen haciendo que sus sesos se desparramaran por todo el suelo.
Las demás mujeres, solo ven dicha escena y al llegar las Baladro, deciden darles el mismo destino que Blanca.
Otras dos son asesinadas por Teófilo, cuñado de las hermanas, puesto a que tenía órdenes de asesinar a las mujeres que intentaran escapar ya que tenían un castigo de aislamiento por haber golpeado a una de las mujeres con las que estaban viviendo en el casino.
Otras mujeres intentan asesinar a la Calavera, pero corrió con suerte de que  Arcangela las encontró en plena acción.
Las mujeres actuaban de esa manera, ocasionado por la falta de libertad que tenían, además de los castigos rigurosos que les imponía Bedoya (amante de Serafina después de Simón).
Debido al arrancado y arrebatado atentado que hizo Serafina a Simón, las autoridades la buscan para cumplir su orden de aprensión. Bedoya es advertido de que visitarían el casino del danzón, y esté corre inmediatamente con las hermanas Baladro para desalojar el lugar, pero olvidan unas tortillas.
Las hermanas intentan sobornar a un general que estaba tras la búsqueda de Serafina (no se sabe si tomo a la gran suma de dinero que le ofrecían), y esté se percata de que algo más está pasando.
Regresa al Casino del Danzón, donde, por puras coincidencias, pisa donde estaba enterrada Blanca y se le hunde el pie; manda a excavar en aquel lugar, y lo que encuentra es una mano de lo que resta de su cuerpo.
Encuentran los demás cadáveres.
Las "trabajadoras" son llevas a declarar, donde exponen todas las vivencias desagradables con las hermanas Baladro.
Son condenadas a treinta y cinco años de cárcel junto con  otros; ellos son condenados a menos tiempo y acusados por cómplices.
Las hermanas Baladro son conocidas en la vida real como "las poquianchis"