Debemos, amor, amarnos más
para que los celos y la hiel no nos salpiquen.
Debemos brillar alto en toda comisura
para que los reflejos jamás se desvanezcan.
Debemos amor, advenir en el otro
para que el cielo vea que no nos desnacemos.
Debemos fundir ombligos, hombros, labios
para que seamos uno en total unicidad
y nos enraicémos en todas las junturas
para llenar la tierra de hijos arraigados.
Debemos ser amor, viscosos, viscerales
y que el amor del Uno sea la alegría del Otro.
Que cada uno llene en el otro cavidades
y que jamás volvamos a sentir las distancias
pues en lo que está junto, no caben oquedades.
( Y sea mi bóveda palatina esa misma bóveda tuya ).