CRÍMENES POÉTICOS I.-
Publicado en Jun 26, 2011
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No era difícil de saberse, no era tampoco que significara
que debiera de usar anteojos con más aumento para mirar a fondo
esa necesidad por aclarar una teoría, o fingir que bebo una copa para
poner el vaso sobre la pared y esperar escuchar algún murmullo que dé
autenticidad de que estoy en lo correcto. No necesitaba algún tipo de morbo
que me moviera para verificar que en verdad algo pasaba, no necesitaba
la biblia para creer, tampoco alguna apología filosófica para saber,
porque sí lo sé, sí estoy consciente de esto. Llevo más de veinte días
con este cuerpo sano, con estos ojos limpios, con estos oídos sin telarañas,
con esta carne sin guerras y con estas manos sin dolor.
Al principio empecé olfateando el sudor de la última mujer que se derritió
sobre la almohada en mil gemidos, cuando percibo el aroma y el calor,
los sonidos e incluso la presencia, no hago caso alguno para no salir
del profundo sueño, de la tranquilidad que ahora es el sí poder dormir
con ambos ojos cerrados, porque desde hace más de veinte días que,
mis sueños son solo una mancha negra infinita, sin diálogos ni musicalización,
no me importó que el sudor siguiese escurriendo, ni que el aroma llegara
al techo como una fumarola, tampoco el calor inundando el recinto pero,
cuando el sonido y la presencia se volvieron una frase de tono delicado
y voz fémina, todo cambió;
-" Yo soy el murmullo ahogado en tu almohada...
la misericordia que al final te perdona y te deja dormir"-escucho sobre mi oído.
¡Despierto! enciendo la luz y acudo a mirar el otro lado del colchón,
¡pero no hay nada!, ¡no hay nadie!, solo era el escándalo que crea una
hoja blanca al caer, porque en la noche cualquier susurro, hasta el de una
hoja es un tornado de estruendos -sobre todo si tiene escrita
alguna estupidez- la observo clavada en la almohada sin pensar en
algún significado, en alguna razón, el papel permanece pegado como
un imán monótonamente cuadrado y vacío. Salgo de la cama
y cierro la ventana principal, para que el viento no vuele más cosas
que me impidan dormir, recojo esa hoja suelta que de seguro se deslizó
de la repisa llena de basura y sin pensar nada más la aprieto
con el puño derecho y la enfilo al cesto que está a un costado de la cama,
ese cesto en donde han ido todos esos intentos literarios que ahora
son la basura o el musgo, o quizás los mechones de esa repisa,
lo tiro y regreso a dormir.
- ¡Cómo estará mi consciencia! todo por no preguntarle si quiera el nombre,
después le llamaré-digo al recordar que a la última mujer que se
derritió en esa almohada permaneció anónima en mis labios, por decreto
de que solo así puedo ser un caballero, y no hablar después mal de ella
en esos papeles que vomita la repisa.
Más tarde, un olor pestilente, algo que se podría hasta probar si abrías
la boca encontrando un gusto salado en el aire, como a sangre de días,
un olor fuerte, de esos que marean, un olor a carne muerta, a sangre
de órgano machacado -parecido al de los hombres de las cantinas
que beben tras el abandono- despierto otra vez, ahora voy hacia
el baño que está frente a la cama, enciendo la luz pero, el olor
no proviene de ahí -y eso que yo he sido de esos hombres que
no saben irse sin huir, y terminan oliendo a sangre de órgano machacado
en una cantina que infecta después de diarrea y uno termina
defecando la ecolalia, el tararear una y otra vez el veneno
del nombre por lo que se brindó hasta morir- al no ver nada inusual,
pienso que solo es alguna tontería de esas, como el insomnio
por los pecados del pasado -supongo que hasta un vagabundo
como yo siente las culpas de tanta libertad ácida, o libertinaje insano,
digo, si hasta a los padrecitos pederastas les pasa aún teniendo a Dios
de su lado, con mayor razón debe de pasarme a mí, si siempre estoy
sentado a la siniestra del diablo- tranquilo trato de regresar a la cama,
cuando de pronto un golpe, fuerte, rompe el vidrio de la ventana,
como una pelota haciendo un home run desde algún campo de beisbol
tratando de apedrear a la luna.
-¡¿Qué carajos?!-grito y ando corriendo hacia ella cuidándome
de no clavar algún cristal en mis pies descalzos y tratando de buscar
el artefacto con el que fue penetrado mi espacio pero no logro
ver algo a primera vista.
La ventana parece estar atorada no puedo abrirle los seguros que puse
antes por el aire que hizo de las suyas despertándome, y afuera en la tan
entrada madrugada fría escucho un lamento, de una voz deteriorada
por el volcán de la botella más barata, ladrando como un carroñero ser
que deambula sin motivos justo frente a mi cuartucho de hotel;
- Sólo es lo mismo de siempre; beber con fuerza creyendo
que la beso con pasión
y brindar al cielo con alegría por ella e ignoro la eterna
y terrible decepción,
de que no duermo abrazado a ti, nada más estoy anclado a la botella...
Y no es tu calidez que me cobija y protege,
es sólo el sol que me golpea tan fuerte en la acera de la entrada
en la maldita cantina aquella donde vomité... el amor- se escucha gritar.
- ¡Hey maldito borracho de mier... -le reclamo al intuir que quizá es el
culpable del agujero a mitad de mi ventana, pero al poder abrirla,
la calle, toda, completa, se encuentra vacía, no hay nada,
ni un maldito gato al cual apedrear- ¿pero qué? no está -continúo mientras
busco en los lugares más oscuros de la avenida - ¡si te veo me las pagarás!
¡¡hijo de puta!! -grito y sigo buscando un culpable, a cualquiera que pase,
a cualquiera.
Sopla el aire y en la parte superior de la ventana papalotea algo
a causa del viento fuerte, miro atento, y es otro papel, otra hoja blanca,
atascada en el cristal. Pienso retenidamente ¿qué hace una hoja colgando
de la poca cordura ahora desfragmentada de la ventana
que da a la aburrida calle? A la calle sin colores con sus gentes
trajeadas de sombras grises, donde ninguna minifalda incita
a asomarse a tal abismo, donde ningún imbécil se atreve a retarme
cuando escupo desde  lo alto con el afán de tener algún pretexto
y lanzarme desde arriba para tener un poco de diversión,
a esa misma y desabrida calle que nunca me ha llevado serenata para
alegrarme los momentos en los que no hago nada más que ver pasar
la tarde y ver llegar la noche y siento que se me va el día en dos
cambios de ropa del cielo y termino contando las tabletas de clonazepan,
porque con esta tristeza en mis ojos, para mí no hay más estrellas,
ninguna tiene nombre, y estos antidepresivos fungen como luceros
que pertenecen a la constelación con el nombre del Hospital que me las prescribe.
- Todavía lo tienes, no lo dejes ir... -escucho de repente la misma
voz deteriorada,  con su tono aguardentoso.
- ¿Quien está ahí? -pregunto y veo claramente reflejado en la luz del baño,
una silueta masculina inclinada hacía el retrete-¡te lo advierto sal de ahí!-le digo.
- Todavía lo tienes niño, no lo dejes ir... Mira; "Esta maldita lata del liquido
embrutecedor embotellado, esta maldita botella, no se conforma
con embriagarme y hablarme de ti, sino que aún me pide más vicio
llevándome contigo a las puertas del infierno... o séase a tu domicilio
para llorarte la congestión esta, por la cual de ti borracho vivo..."-dice, mientras silenciosamente volteo a la mesa y no encuentro nada más que un cuchillo,
lo tomo y me abalanzo con rapidez hacía el baño gritándole.
- ¿Cómo sabe usted esas cosas que yo escri...? -al llegar al baño,
no encuentro rastros de la silueta, no hay nada otra vez, solo un sonido
que parece atorar el agua al fondo del toilette, me asomo y es una hoja,
una hoja nada en el retrete de par en par, no tiene nada escrito igual
que la de la ventana y la de la almohada. Meto la mano al retrete
para comprobar, a estas alturas ¿a quien carajos le importa hacer las cosas
lo más sanamente posible? no hay tiempo para guantes, necesitaba
verificar que no tuviera nada escrito, y la comparo con la de la ventana
y con la que yace en el cesto hecha bola y arrugada que cayó a la
almohada antes... y no tienen nada en común, solo la blanca y eterna nada,
todas están vacías, sin nada escrito. Las tiro al cesto nuevamente y
luego voy a dejar el cuchillo sobre la mesa y, veo lo que antes no estaba,
otra hoja vacía puesta bajo una botella.
-¡Qué bien... al menos este fantasma nos dejó para unas
cuantas rondas!-digo indiferente.
Comienzo a beber, directo de la botella, es un whiskey barato
que ni nombre tiene, todo el solitario cuarto empieza a girar alrededor...
casi siempre el mundo suele dar miles de vueltas después de una gran juerga,
pero ahora da vueltas tan solo porque sí, no por un orden físico, sí,
el planeta hace su traslación y rotación, pero en mí, desde hace
veinte días nada gira sobre mi eje, ni siquiera las moscas por tanto
tiempo sin asearme. Termino hundido al fondo de la mesa y ahogado,
escucho más voces retumbando, la botella no se termina, por más largos
y hondos tragos, no se termina y todo empieza a girar con más fuerza,
singuen las voces y las moscas suenan como el golpe de la vieja Olivetti
sin teclas ni cinta, todo en el cuarto se vuelve partícipe con las voces;
- Odio -dice una voz y escucho como los trajes del closet se hacen
pesados y caen de sus ganchos al suelo haciéndole un agujero
a la duela de madera, las corbatas se incendian de repente
y empieza a volar a mi alrededor una hoja y alcanzo a ver
como se mancha de tinta, como si el recitar esa palabra en voz
alta la hoja tuviera el poder de absorberla, me exalto y mareado grito;
- ¡No quiero trabajar! ¡No quiero cargar semejante cadena!
¡Que se quemen todos esos eslabones! -y los trajes arden con más fuerza,
en la esquina derecha cerca de la ventana y frente a la mesa veo
una jaula de ave, y una maseta dentro de ella y otra voz canta;
- No quiero sentirme como una flor enjaulada...
ni como un pájaro enraizado -y nuevamente empieza otra hoja acompañando
a la que flota en círculos sobre mí, y vuelve a mancharse y siento un vértigo
enorme al ver como la jaula arde junto con la maseta de barro,
y el sol no llega, y la botella no se acaba.
- ¡Mentira!-grita otra voz más al fondo y no sé, pero ¿porqué será que
se caen solo las fotos de los amigos y de las antiguas amantes?
de entre ellas se yergue sobre la gravedad otra hoja negra que se une
a la parvada punzante de sus otras semejantes que ahora se acercan a mí
y me cortan poco a poco con el filo de sus esquinas y sus centros vacíos,
porque solo las veo oscurecerse,
no sé si tengan algo escrito.
- Ninguna soledad me duele tanto, ni me hace sentir tan tonto como
la de tenerles a mi lado, y ver tan solo...
tan solo mi sombra... -grita otra voz desde arriba, y se levantan las tres hojas
del cesto y a parecen más y más, y ahora son un cardumen de hojas
piraña que muerden cada parte latente de mí.
Y se levantan sobre las flamas de las fotografías caídas que se incineran sin razón.
Todas, cada una de las hojas tienen ojos, tienen pupilas y gritan todas
las voces a coro, y fuerte, entre sinfónicos cantos agudos
y aullidos con decibel grave;
- ¿Tienes la magia aún? ¿Tienes la suficiente? ¿La tienes?
¿Tienes el suficiente amor a la magia? ¿amor? amor... amor...
despiértate amor...-dice esa voz aclarándose en un tono femenino
y poco a poco las hojas empiezan a caer, la botella empieza a drenarse
hacia la nada y el dolor de las cortadas del filo del papel aminoran,
todo empieza a desvanecerse- ¡amor! despierta amor,
¿qué tienes? -continua la voz y antes de que todo desaparezca,
tomo el cuchillo y les grito a las voces;   
- ¿Amor? esto... ¡esto es amor! -con las dos manos, lo clavo en mi
pecho con fuerza, y empieza a correr sangre roja, que poco a poco se difumina
en color negro y las hojas caen y se manchan de letras, las veo ahora sí
mancharse de letras poco a poco y lo hundí, más, más y más y...
-Amor, ¿qué te pasa?-dice una mujer que suda sobre la almohada
mientras despierto repentinamente de la misma cama en donde
creí tener insomnio y escuche el ruido vuelto frase de aquella hoja monótona
que vomitó la repisa, despierto con un sofoque en la garganta
y la frente empapada en gotas frías y los ojos dilatados.
La observo mientras jadeo con la cara distorsionada en miles de gestos de horror,
y apunto los ojos al baño, a la mesa, a la ventana y a mi pecho,
y no logro enfocar bien nada...  quizá sí necesito ahora mis anteojos
- ¿Qué tienes? ¿Estás bien? -dice la mujer-estabas hablando solo,
y diciendo muchas cosas raras.
- ¿Qué pasó? -le pregunto desahuciado
-¿No me digas que ya se te olvidó? bebiste demasiado y no sé que dijiste
de la almohada y la misericordia, y que estaba ahogada y que te dejaba dormir...
no sé a que te referías, no me dijiste a qué te dedicabas evadiste
la pregunta después de mirarme y tras haber dicho eso -continuaba la mujer
hablando desnuda sobre mi cama, mientras yo seguía buscándome alguna
herida sobre el pecho y tratando de jalar más aire- sí... no lo recuerdo -continuó-
algo me dijiste pero no te escuché pues estaba ocupada allá abajo
entre tus piernas y tenía la boca llena de...
- ¿Qué día es hoy? -la interrumpí mientras me levantaba a checar la mesa,
y luego la ventana, y miré el cesto de la basura llena de papeles
y solo encontré en el fondo la cajita de antidepresivos
con las últimas cinco tabletas - las tomaré después -me dije en voz baja-
oye dime; ¿qué día es hoy?
-Eso no importa, vamos, me encanta que todo esté en misterio,
déjalo así, no sé a qué te dedicas, ni tú me has preguntado el nombre
-justo en ese momento, la miré, y recordé un poco, y supe que
todo había sido un maldito sueño, un delirium tremens quizá y sentí
de pronto una revoltura en el estómago.
- Permíteme, tengo que ir al baño, ya vengo y te pregunto el nombre
-entré al sanitario y no encontré nada inusual a menos eso creía, pero sé que;
no era difícil de saberse, no era tampoco que significara que debiera
de usar anteojos con más aumento para mirar a fondo esa necesidad
por aclarar una teoría, o fingir que bebo una copa para poner el vaso sobre
la pared y esperar escuchar algún murmullo que dé autenticidad de que estoy
en lo correcto y que no estoy loco.
No necesitaba algún tipo de morbo que me moviera para verificar
que en verdad algo pasaba, no necesitaba la biblia para creer,
tampoco alguna apología filosófica para saber, porque sí lo sé,
sí estoy consciente de esto. Lo sé, sé que lo escucharé en los matinales
suspiros por el verso erótico que fluye por las sábanas en forma de polución,
de ambas, la que rectifica la basura, y la que sataniza el sueño húmedo.
Siempre lo he sabido, cada que me distraigo lo sé, siento sus miradas
en la taciturna espera de la idea mientras espero algún destello de la metáfora,
lo sé  lo justifico al ver que le da la primer cucharada a mi plato de comida
fría antes que yo. Lo sé, cuando en las nocturnas ventiscas
mueve las persianas y me espanta los pornográficos trances en los
que pienso en otra, que no sea ella, y nada más ella. Lo sé, lo sé,
sé que está ahí cuando los libros se caen al suelo y se riman solos,
o cuando rasga la puerta y me deja tierra negra en la entrada principal,
o cuando se arrastra con su caliente lengua por toda mi piel.
Lo sé.
- Oye, ¡guapo! espero que no te haya espantado esa pesadilla
que acabas de tener, porque, este es el primero de veinte días en los
que me prometiste dar mucha locura, si ya te asustaste, no importa,
como me pagaste por adelantado me llevaré el dinero de todas formas,
pero descuida, podrás disfrutarme otro día, después de todo eres
uno de mis mejores clientes, aunque es muy raro que nunca me has dicho
tu nombre, ni a qué te dedicas, quizás por eso siento algo por ti,
es muy excitante el misterio ¿no crees? -grita la mujer desde la alcoba.   
Abro el grifo del lavabo del toilette, y lo sé, siempre lo he sabido, alguien,
algún extraño me espía.
- Lo sé amigo -aparece de pronto mi otro yo, el del sueño, parado
detrás mío con el cuchillo clavado en el pecho y me susurra de cerca-
¿Quieres llevar veinte días con este cuerpo sano? ¿Con esos ojos limpios?
¿Con esos oídos sin telarañas? ¿Con esa carne sin guerras?
¿Y con estas manos sin dolor? Todavía lo tienes... no lo dejes ir,
no le seas infiel, no te olvides de ella, deja de perder el tiempo
con ese tipo de mujeres -él voltea y señala a la alcoba- y hazle
caso a las hojas que vuelan, no las dejes morir livianas y vacías
porque se vuelven murciélagos y te morderán por tanta necesidad,
por demasiada postergación, por los eternos letargos
de las palabras que encarcelas en tu necedad y falta de disciplina,
no lo dejes ir, todavía lo tienes, no lo dejes ir por nada- y convencido volteo,
lo miro fijamente y él sonríe repitiendo una y otra y otra vez "lo tienes,
hazlo, lo tienes, hazlo" pongo mi mano en su pecho para arrancarle el cuchillo
y este se marcha, se desvanece frente a mí lentamente,
y decidido pienso en voz baja;
Volver a abrir el grifo y empezar a lavarle la tinta,
porque no estaba manchado de sangre, ya que ese tipo es solo otra de mis
invenciones nada más, sí, siempre lo he sabido, alguien, alguien me espía,
pero no es ningún extraño-camino hacia la alcoba, con el cuchillo
escondido tras la espalda...-siempre que tengo algún
estorbo me espía-... la mujer desnuda sonríe y abre las piernas...-  por eso 
me levanto sudando y despavorido, al mirarme al espejo lo veo,
lo veo dentro de mí y no es ningún extraño, pero tampoco soy yo
- ¿Qué dices amor? ¿No eres tú qué? -dice la mujer desentendida- y le clavo
infinidad de veces el cuchillo en el vientre, y en el pecho, y en cualquier
lado donde quepa este amor por el cual aquel lo clavó en su humanidad.
Este ser de tinta -continúo en voz alta- no es ningún extraño recordándome
los anteriores textos muertos que me obligan  a suicidarme la decidía
por no serle fiel a la idea, y permanecer tanto tiempo despierto
sin escribir nada, lo sé, mirando mi reflejo, siempre que mire
a fondo mi reflejo-agacho la cabeza, y enfoco mi rostro al charco de sangre
que dejó la mujer en la cama-lo veré, lo veré dentro de mí,
porque no es ningún extraño... y tampoco soy yo,  es solo la mismísima
locura que me pide un nuevo poema...  
-Por si querías saber a qué me dedico... -me dirijo al cadáver inanimado
de la ensangrentada mujer-pues te lo diré, aunque nunca sepa tu nombre...
¡Soy Poeta! perdóname por este pequeño inconveniente, pero no puedo
seguir siéndole infiel a la poesía ni un solo día, déjame termino de escribir
algo y ahora te atiendo-camino hacía la mesa, y ahí está otra vez
la misma botella con un papel debajo, zafo el papel del asiento de la botella
y pienso en buscar un lápiz, pero, resulta que el cuchillo ya no es cuchillo
y la sangre ya no es sangre, ahora es una pluma de tinta roja, volteo
a ver el cadáver y miro toda la cama teñida carmesí... viene la idea y escribo;
"encuentro que me dueles tanto cuando lloro entre sueños
¿pero no sé porque no puedo olvidarte?
y en las mañanas siempre descubro que no puedo hacerlo
al ver las sábanas manchadas con lágrimas de sangre"
 
Me levanto de la mesa, y voy hacia la cama para deshacerme del cadáver.
- Me siento contento con el verso escrito-pienso-siento el momento
de paz casi orgásmico pero sigo pensando retenidamente en que debo
de dejar de mezclar los antidepresivos con el alcohol, hoy casi me quedo
en la alucinación, el trence se volvió en mi contra y eso podría ser peligroso,
al grado de darme una congestión o un mal pase de drogas
-envuelvo el cadáver sobre las mismas sábanas y lo pongo en el suelo mientras
voy a la cocina a buscar ahora sí un verdadero cuchillo-.
Esa ventana rota -continúo pensando-, podría ser porque bajo
los influjos de la locura yo haya arrojado algo inconscientemente,
pero bueno, no vamos a negar que fue una excelente acción para crear una idea,
fue un genial empuje. Todas las cosas encajaron justo como las pretendía,
la maseta en la jaula estuvo muy bien, me encanta esa frase
"flor enjaulada y pájaro enraizado" suena muy poético, qué bien que pensé en él,
la dejaré ahí, de algo me puede servir -abro el cajón del gabinete de la cocina
y encuentro un cuchillo cuadrado, de carnicero, un cuchillo
con un buen filo y regreso a donde el cadáver-.
La alucinación de los trajes y de las fotos que arden
e incluso la de la jaula -sigo divagando- no lo entendí,
¿será que esa mujer estaba justo haciéndome un trabajo que me
mantenía más caliente que el infierno? Supongo, por algo siempre la elegía
sin saber que tenía también otro significado, elegir; y su tristeza al decir elegía,
qué dolorosos poemas aquellos, escoger me suena a frase rápida
para las urgencias de hacer el amor, escoger, es-coger. Vaya,
lo que me pongo a pensar, en la profundidad de las palabras
y sus dobles sentidos -tomo el cadáver de la nuca y de la espalda
y doy unas cuantas vueltas semejando un baile- dobles sentidos,
sentidos dobles ¿verdad amor? -termino inclinándola y recojo su pierna
para que parezca que la estira como el adorno de un final de baile y la beso, apasionadamente-. Bueno, suficiente melosidad -digo-soy un poeta erótico
no un poeta romántico y aburrido.
Comienzo a cortar poco a poco las extremidades, los brazos primero
y luego las piernas que separo en dos de los muslos a las rodillas
y de las rodillas a los talones, y recuerdo otra vez el sueño.
-Ese olor que tienen los hombres a órgano machacado -pienso-
¿a qué demonios se habrá referido ese trance?  -termino con las extremidades
y pienso guardar el torso para alguna otra idea, algún otro poema
así que lo separo para meterlo a la nevera y sigo pensando en el olor,
mientras embolso las extremidades para votarlas en el sótano
que está bajo la cama, y al moverla por completo un montón
de moscas salen como agitadas y dispersas en locura
- ¡oh! carajo -digo aturdido-ya sé quienes eran las que interpretaban
a esos papeles que creí que volaban -abro el sótano y ahora sale un olor...
fuerte-¡como a órgano machacado!-grito con un poco de nauseas-.
¡Bueno! creo que debo de limpiar todo para que no se me escape
de las manos la incitación de las ideas y ese empuje que me
lanza a escribir-arrojo las extremidades al sótano lleno de cuanta
carne se pueda-sí, debo de limpiar, y muy bien, porque creo
que acabo de ver a mi primer poema por allá ¡hola nana!
¡Cuánto tiempo!-saludo a la niñera que todavía yace ahí al fondo
leyendo el poema que le escribí en su epitafio de muerta olvidada
o una bolsa negra, pero la saludo con un tono risueño-.
Envolví las sábanas y también las arrojé al fondo,
sin perder el éxtasis de la idea forjada, ni aún con ese olor fuerte
ni las moscas levitando a mí alrededor, resoplándome con sus alientos
que tararean cada uno de mis pecados vueltos poemas.
- Creo que eso es todo -digo tranquilo y, acomodo la cama
me deshago del cuchillo meto el torso a la nevera,
arrojo aromatizante de forma excesiva mientras trapeo una que otra gotita
de sangre que se me pasó y pienso en salir a fumar un cigarrillo,
cuando observo el puño de tierra negra en la entrada del cuarto
-¡ah se me olvidaba esto también!-.
Saqué la escoba y el recogedor de basura y empecé a barrer la tierra,
mientras pensaba retenidamente que sí sería bueno buscar el poema
sin necesidad de estas locuras, sería mejor hacerlo como los poetas
normales que miran a detalle un atardecer y una flor,
o degustan un beso boca adentro, o una caricia sublime,
pero, quizá me convierta en uno de esos aburridos que digan;
"eres mi razón, amor, con mi corazón y tus besos con sabor a limón" o
"¡ay! amor, y amor, amor, mor, or, r..." y que se me acaben las letras
como al trotsko Aguirre, que en vez de decir parlotee, balbucee,
no, no podría, si fuese así, preferiría quedarme con el silencio,
pues si no voy a decir nada más bello que el silencio entonces; shhh.
No, no sería bueno dejarlo pero, por alucinaciones como esta
podría morir de una sobredosis, y morir aquí pudo haber sido
el peor lugar donde decirle adiós a la poesía, así que en verdad
pienso en dejar de hacerlo, por seguridad y prudencia.
Después me incliné para poner el recogedor frente a la escoba
y terminar de limpiar. Y en ese momento, por el pasillo, frente a la puerta
de mi cuarto, me encuentro con unos pies rosados y un trazo dulcísimo,
esquisito que casi se podría asegurar que daban pasos de bruma
marina sobre cualquier agua, de ellos se erguían unas pantorrillas
desnudas con el color pálido de una luna que se asoma de entre
la ventana de cualquier locura sublime y apretada sobre
el paso desmemoriado de los transeúntes que uno esquiva
cuando ama bajo las penumbras de los callejones oscuros por tanta urgencia
y necesidad por evitar el flagelo genital que ni culpa tiene de los brotes de furia.
Subiendo lentamente la mirada descubrí que vestía
a toda la fauna planetaria que decidió tatuarse en su vestido floreado,
sea como un jardín donde andar desnudo,
o como campo santo donde enterrarme, desnudo también y por supuesto.
Luego y finalmente visualicé un rostro delgado con una mirada brillante
y unos largos cabellos rojizos que parecían destellos o una descarga
que se le escapó a la más intensa aurora boreal.
Me incorporé y ella sonrió para decir;
- ¡Hola! soy nueva y me preguntaba si podrías regalarme
un poco de azúcar-la miro y algo empieza a latir.
- ¡Claro! Siempre compro un saco más de azúcar por cada grano de sal
que brota de mis lágrimas, a las mujeres se les antoja más
un café dulce que un hombre llorando -le respondo.
- ¡Ja! ¡Ja! Qué gracioso, eso sonó como a poesía,
¿te gusta la poesía? -pregunta.
-¡Soy Poeta! de algún modo tiene que gustarme.
-A mí también me encanta, me llamo Musa, mucho gusto-dice,
y algo empieza a latir más y más y escucho un susurro en mis oídos.
-Tú lo tienes, tú lo tienes, hazlo, no lo dejes ir, no lo dejes ir...
- ¿Mu... Mu... Musa? ¿Y... te... gusta... la... la... poesía?-pensaba,
cómo dejar ir esto, con semejante nombre, y semejante gusto por,
¡cómo dejarlo ir! ¡cómo dejarlo ir!
-Sí, me gusta... y mucho-dice, eso me sonó como intensidad,
pero con la mirada con que lo hizo me pareció más como a desastre natural.
  
Le indiqué que me esperara un momento en lo que recogía bien la tierra,
y seguía el susurro en mi cabeza, una y otra vez, una y otra vez;
"Tú lo tienes, hazlo, hazlo, no lo dejes ir" pero también pensaba
en que si seguía así, terminaría muriendo por alguna sobredosis,
o algo peor, sintiendo algo que me alejara de mi amada, de la única,
algo que me desentendiera y desapartara de la poesía y de escribir en sí.
Recojo la tierra y antes de echarla al cesto, veo las tabletas, y siento un latir,
más y más fuerte.
-No, no, este es el peor lugar donde decir adiós-pienso-y eso sería lamentable,
así que no, no las consumiré, no, ya no más, ya no más-y en eso ella dice;
-¿Puedo pasar?  Me encantaría que me leyeses algunos poemas,
digo, sino te importa.-y el latido sobrepasa la cordura...
-Sí, puede ser el peor lugar donde decirle adiós a la poesía-pienso-pero
ya me di cuenta que el crimen, es el mejor remedio para sí deshacerme
y decirle adiós a la decidía-cojo las tabletas y las meto todas
a mi boca estando de espaldas a ella y me incorporo diciendo-claro...
no está mal otro poema para completar el poemario,
así ni la niñera ni la que sangra en las mañanas estarán solas.
-¿Perdón?-dice ella.
-Nada, es la introducción a un verso épico, no, a uno de elegía...
pasa estás en tu casa-y al meterme y dejar el cesto,
el recogedor y la escoba cerca de la ventana, miro a ese otro yo,
sacando un cuchillo de la alacena en la cocina, y cuando ella cierra la puerta...
lo último que se escuchan, son los gritos.
           
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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Foto del autor Hoz Leudnadez
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Descripción

la chica pelirroja es caliente... ¡yo lo sé yo lo sé!

Palabras Clave: poesía y la chica pelirroja

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Humor


Derechos de Autor: Hoz Léudnadez


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Hoz Leudnadez

sahaúl;
qué pasó donde mierdas estás?
me debes unas buenas rondas de tequila... saben que odio de esto?
somos amigos desde pequeños, y siempre hemos hablado de literatura
por los talleres, la escuela, los gustos, y todo eso
¿no podríamos hablar de otra cosa?
eso dejenselo a los que se creen aristócratas o los que se dicen compositores de sus "obras maestras"
porque ellos mismos así las nombran.
hablemos de otras cosas, no sé, comida, de plantas
del culo de fioré o qué se yo...
con ustedes siempre es lo mismo jaja.

Bien, Saha, el Hibridismo, una "teología" no entra en nada mortal se dice
amigos, el hibridismo es simplemente el hecho de que yo quiera demostrarme
y estar jodiendo repentinamente en que la grosería suena también a poesía
y que la poesía puede dialogar con aberrantes arrebatos.
La poesía Híbrida, el hibridismo, la puta poesía es básicamente así
mezclar raices anti.amalgámicas pero con cierto toque
ya saben a qué mierdas me refiero
quizás escriba algo que diga y exponga lo que quiero decir
o quizás no... yo no soy de esos tipos que digo más arriba
mejor.. hablemos de otra cosa
de igual forma, gracias Saha popr "venirte" sobre mi tumba
hibridismo? jaja-suena tan cagado
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July 04, 2011
 

Fiore Montefuoire

bueno pero qué par de zafios ya me lo imaginaba, esto quedó inconcluso así que advierto una respuesta pronta de tu compadre... qué tiene mi retaguardia? son unos patánes....
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December 31, 2011

Hoz Leudnadez

muy bien Fioré;
primero que nada, gracias por pasarte a dejar una flor en la tumba
sabes que es siempre un gran gusto encontrar a lectores de estómagos fuertes
veamos, cómo decirte que me sorprendió demaciado tu interpretación
en la parte en donde sí, acertadamente trato de administrarle una dosis
de torpeza al personaje, la expresión no se da de forma expuesta
está narrado en primera persona y elocuentemente
el personaje dialoga mental, pregonante
y literalmente.
Tienes razón en que le hizo falta más narrativa y sé que en dado caso pudiese acomodarle
pero, también se debe de tener encuneta el trazo de quererle como cuento
o relato corto, al menos en esta versión -ya que el borrador que cree
como base, es más que nada una prosa poética, éste ya fue
mal infundado como una tentativa de relato-, el hecho de esta
la misma táctica que se usa con los poemas, me viene a la mente de la misma forma
en la que ya estás acostumbrada a que te lo conteste, la poesía
en sí, la poesía y sus adentros. Odio la Poesía, lo sabes
pero, el hecho de que yo no sea un poeta o que yo no alcanza
a deformar la palabra a edénicos trances, no me hace un mal poeta
solo un poeta sin chicte o sin salsa, pero por lo demás no un mal poeta
-vámos, si el boborola se dice poeta, que yo no?-
otra cosa además, el personaje sí se advierte como tal, como uno completo, lo único
es que es muy decidioso, y su forma de llevar a cabo el objetivo es por medio de la locura
y la subversión, ahora que si bien el título que discierne
acontinuación podría ser "la poesía erótica"
pordría influir en el haber del cuento.
el romanticismo del personaje, viaja demaciado y eso lo lleva a ser y citar
cosas inefables -como todos sabemos a lo que se refiere ésto-
pero entre tanto, es exacto el énfasis del subjetivismo al ver
en primera distancia que no se sabe del porqué de las visiones, ahora
la limitada descripcion lo hace sonar muy hilarante
y por eso se le da un principal esquema al entendimiento que se quiere dar a conocer
por eso, es aquello de que narra de forma torpe, con esa torpeza
la forma casi satírica de su encuentro entre la lira, el dialogo y la narrativa
conjugan ciertamente eso que citas con el monte "parnaso"
es la antitesis del romance y sus excesos, exceso de subjetivismo
o ese raro crecimiento del yo y todas sus redundantes.
Me parece que los versos y las descripciones que citas acontinuacion
sugiriendo el simbolismo está de más
el personaje no es indicativo sin sentencionso de nada
solo se tiene la mentalidad de su asombrosa visión delirante y nada más
ahora, el simbolismo recalcaria que entonces, sí busca trasngredir de forma casi egocéntrica y abrupta
por eso, en estas partes;
"Más tarde, un olo pestilente...." y "al principio empecé olfateando..."
me parecen descriptivas muy sonrojantes e incluso molencólicas, existe el simbolismo de cierta forma
pero vendría a ser muy irrelebante decir que no lo planee, puesto a que sí planee el pensar en esto como
simbólico pero salió sin más adeptos al tributo y más pensando en terminar el cuento.
La estética del personaje lo hace lugubre y fácil de imaginar ¿no creer?
de qué sirve tener un montón de remisos ára protagonistas si todos cumplen el desvelo para ser una saga
esto "crimenes poéticos" quiero que sean unas cuantas secuelas del mismo trama.
claro, con su respectiva historia previa, pero, sí, el principal enfoque es el satirismo, la poesía y la narrativa
ahora, el tema es sugerente y similar, pero te digo, bien podría ser este tomado como
el delirio de un poeta erótico, así que los demás tendrán seguro algo más qué decir
hay muchas vertientes de la poesía.
yo solo quiero escribir lo que me agrade, soy más narrador que poeta
y soy menos escritor que borracho, ya veremos como salen

Atinado mucho, lo de las lecturas, sabría que me encontraria con algo bueno Fioré
gracias, luego te daré el borrador para que veas como era al principio
esta idea.
Sí, la chica pelirroja, me encanta, luego le verás jaja
pd; yo no soy un genio
para mí, las lámparas no tienen nada de maravilloso.
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July 04, 2011
 

Los Tijyus de Hoz

Fioré;

respecto a la crítica sobre al texto del goliardo
creo que se te ha olvidado citar al romanticismo
-bueno, en su caso el romanticismo marrano como él le llamaba
ahora creo que es "puta poesía"-

Hoz; me ha perturbado en demacia el hecho de que
fioré cita al personaje como un hombre algo torpe
y dicho sea de paso, la forma burda con la que lo escribiste me parece importante.

Todos los puntos expuestos por fioré tienen un porqué simple
este relato, a pesar de su raiz gótica, satirica, dramaturgica, y narrativa.
este texto, tiene el único afán de rescatar
de cierta forma la poesía
la narración y la descriptiva forma de visión de Hoz
nos lleva a mirar paredes, repisas, ventanas y retretes que bien
sin ser indicativos importantes, resultan poéticos
y esto es mi querida fioré;
un paso importante y una gran ley impuesta explicitamente
por el Hibridismo
sí, el
H I B R I D I S M O
la mezcla entre la crudeza de las letras
y su impía pronunciacion
junto a la sensibilidad más aguda
y la dilatada delicadeza
hacen del hibridismo una especie de forma u orgiastica razón
para vomitar el tumulto y el asalto por las sensaciones
e imagenes que se plantean acá.
Con un humor muy ácido, el lector puede alcanzar a sentir
una famiiliaridad con la poesía de Hoz, o su forma de ser -los que le conocen en persona-
a mí me suena como a una de esas citas tuyas Hoz
la complejidad de las metaforas es difícil para los que no están acostumbrados a o sí
es la primera vez que se topan con nuestro escriba Reptil.
Hoz Léudnadez es un ser metafórico que representa de cierta forma
la transmutacion corporea de miles de sentires penumbros
y esta es una de las citas y las convictas razones por la cual él
es un escritor fascinante... muy bueno Hozy
muy buen análisis el tuyo Fio
ahora veamos como lo toma el Zafio...
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July 04, 2011
 

Fiore Montefuoire

Ufffff!!!!!!!!!!!!!

Me tardé, llevo mucho leyendo e hice algunas pausas pero, lo terminé
y le volví a leer enseguida, esto no es cualquier cosa niño bonito, así que trataré
de ser muy meticulosa en la opinión -yo no doy críticas, eso es para los correctorcetes
que andan lapidando con su banquetitas narcisistas-
Primero que nada, Hozy, mi querido y ciertamente amado Hozy
esto no es para menos, debo de confesarte que, al momento en el que le hacía pausa para leerle
no queria, ansiaba seguir leyendo pero
tú sabes, el trabajo y además aprenderme otros dialogos
-que se me confundieron las cosas porque ambas eran letras, oséase
mi dialogo en la obra y tu texto es difícil tratar de retener al corazón
que se te exalta con las prisas de la funsión y la efisuón de tu virtuosismo precioso niño-

Crímenes Poéticos;

bien a primera vista salta, esa ya reconocida batuta en tu forma florida de narrar con elocuencia
el lector trata de aparentar que no ha leído el título pero, sabe a lo que nos llevará
meternos en los universos tan diversos de parte del niño Híbrido que nunca deja de sorprender.
Me encanta todo este misterio trazado a minoras intenciones, es un callejon muy oscuro
de eso en los que tú vives y te desenvuelves.
Siento que está mal intensionado y en ciertas partes mal escrito -parecerá- pero, no es eso, me parece que la voz intensifica el relato con sus pausas y sus torpezas al expresar,
eso parece darle una cierta fluidez al personaje.

-“ Yo soy el murmullo ahogado en tu almohada…
la misericordia que al final te perdona y te deja dormir”-escucho sobre mi oído.

Aquí, a pesar de que sinceramente me dejó con ganas de más narrativa
-porque últimamente me andan llegando fuertes rumores de una próxima obra tuya
y que tiene una fluidez esquicita, muy a lo mishima ¿será?-
pero rápidamente empieza ese cosquilleo en el lector
que no supone lo que viene después.
En la "presunta explicación" de tu personaje me encanta ese romanticismo
bueno, pares ser así con mucho subjetivismo de tu parte pero no llega a ser melosidad
si acaso con un ligero toque de parnasianismo.

"Al principio empecé olfateando el sudor de la última mujer que se derritió sobre la almohada en mil gemidos"
-esto bien pudo ser solo un poema-

"Más tarde, un olor pestilente, algo que se podría hasta probar si abrías la boca encontrando un gusto salado en el aire, como a sangre de días, un olor fuerte, de esos que marean, un olor a carne muerta, a sangre de órgano machacado -parecido al de los hombres de las cantinas que beben tras el abandono-

-Despues empieza todo... básico en el cuento de terror gótico
es la descriptiva de forma purulenta aquí entra mucho el simbolismo de poeta que cargas
poco a poco se va desentrañando en el caos... hasta que termina con la locura.-

"¿qué hace una hoja colgando de la poca cordura ahora desfragmentada de la ventana que da a la aburrida calle? A la calle sin colores con sus gentes trajeadas de sombras grises, donde ninguna minifalda incita a asomarse a tal abismo, donde ningún imbécil se atreve a retarme cuando escupo desde lo alto con el afán de tener algún pretexto y lanzarme desde arriba para tener un poco de diversión, a esa misma y desabrida calle que nunca me ha llevado serenata para alegrarme los momentos en los que no hago nada más que ver pasar la tarde y ver llegar la noche y siento que se me va el día en dos cambios de ropa del cielo y termino contando las tabletas de clonazepan, porque con esta tristeza en mis ojos, para mí no hay más estrellas, ninguna tiene nombre, y estos antidepresivos fungen como luceros que pertenecen a la constelación con el nombre del Hospital que me las prescribe."

-esto es hermosisímo, se puede hasta oler el escenario-

Me encanta un poco más adelante el juego de voces que tienen las hojas piraña
parece una especie de ataque de todos los personajes a los que se les dio vida anterionrmente
y que frustrados y enfadados regresan a reclamar por la parte del perdón de su vida contada
sin deseos.

Despues de todo esto, el subito bajón por creer que solo fue un sueño -¿?-
las explicaciones que surgen acopntiniación me parecen importantes y vitales además
de bien razonadas.

1- el personaje principal carece de estética, pero es precisamente del porqué no importa
así mismo se está contando todo lo que parece recreado por su locura misma.

2- la poesía es partícipe en todo momento, por eso narrarlo en primera persona
resulta necesario, y con tus visiones le pusiste una especie de penuria al rededor de todo
lo cual, solo hace que el lector exaspere de lujuria hoja tras hoja.

3- la razón del cuento es quizá una de las cosas que más me parecieron importantes, muestras trazos simbólicos, poéticos, rítmicos, goliardos, románticos, post modernistas, parnasianistas, subjetivistas
e hibridistas -por así citar a tu cánon de la puta poesía- ¿porqué? fácil.

la razón del bestialismo al final del cuento, es un amor, queda una inefabilidad que los romanticos quieren
ante la poesía, el porque abusas de los tóxicos es la necesidad del arte para los parnasianistas y simbólicos
de cierta forma creo que el cuenta está apto para personas adentradas en tu mundo literario
porque el trasfondo que yo veo es la esencia misma de tu texto;

L A P O E S I A

y eso es lo que lo nutre, prosa, narrativa, poesía, todo en un híbrido, en Hoz el híbrido
él y sus otros tres tús... sinceramente hasta tiene esos rasgos tan sátiros que siempre manejas
sobre todo al final cuando la chica pelirroja perece en manos del poeta....

solo algo no cuadra... ¿la mataste? ¿o en verdad se te ofreció?

jajaj de igual forma gracias por escribir así... estoy preparando un artículo para tu canonización en el
círculo de letras de acá... y me da gusto tener otra referencia más en tu haber literario
como este cuento, que, sin ser tan leído por su extención -cosa que no es el problema
porque ciertamente uno quiere que no termine nunca- si está intencionado para los que sabes
que te leen... aun en el hecho tan arriesgado que es saber que
aquí nadie lee cosas tan largas... pero, tu escribes para hacer sonreír, y para tus amigos
que son pocos... pero, que te sentimos... gracias niño bonito
eres el mejor... UN GENIO... muac!
Responder
June 29, 2011
 

Johel Delacroix

Qué hijo de puta Hoz, qué hijo de puta Hoz!!!!!!!!!!
Responder
June 28, 2011
 

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