En las costuras profundas de mis mundos internos
indefensa y desnuda,
de otra noche callada me despido
expulsando amargas verdades
en un mundo desolado.
donde los sentidos se desbarrancan 
en el temblor de lo cotidiano.
 
Desafiando penumbras,  siempre te encuentro
en las fraguas sudorosas de los cíclopes
 donde los escombros perfumados
  inventan  sueños tardíos,
para dejar atrás
 sueños truncos y zapatos vacíos.
 
 
Deslumbradora  y sedienta
entre sábanas pobladas de secretos,
 fugaces serpentinas  ruedan
en callejones de nostalgias.
 
Quisiera encenderte al filo de la sombra,
cómplice al  ritmo dionisiaco
donde las noches se hacen breves
y los amaneceres son  eternos.
 
Pero yo aquí prendida con alfileres
en las esquinas del tiempo,
entre los pliegues de estos versos,
remando mi destino hacia la orilla de la vida.
 
Doris Melo 2011