Miradas perdidas de palos que da la vida,
de no encontrar salida ni nada que te motiva,
de gritarle al viento, de solo escuchar tu voz,
de pasar tanto frio en busca de ese calor.
 
Papa y mama se fueron en busca de tu futuro,
convivir con la verda, la verdad es que es lo más duro,
saltas el muro, huyes de la rutina,
escapas de la realidad porque nada te motiva.

Lo llaman vida pero por abreviatura,
por capricho de natura unos sufren todas las puas,
y es que es cruda la realidad del ser humano, crea electricidad,
tiene ansiedad de ver la paz.
 
Y se desace...como un trozo de hielo,
intentar tocar el cielo y se quedan cortos los dedos,
yo ya no puedo, un nudo en la garganta,
se me nubla la esperanza y se desnivela la balanza.
 
Un puño en alza sera la voz del pueblo,
que lucha por renacer, lucha por seguir viviendo,
ya sea negro, que blanco, cordura,
pues todos somos iguales hijos de madre natura.
 
Alza tu mano, estiende los dedos e intentar tocar el cielo,
el minutero corre, las abujas se clavan y un corazón se devilita.
Alza tu mano, estiende los dedos e intenta tocar el cielo,
la esperanza falta a su cita, el niño grita y una mirada perdida que se dinamita.
 
Doce de enero, el suelo tiembla, el rico enciende velas,
perro busca vidas, pero sangre y lágrimas manchan las aceras,
el niño rebusca en las ruinas de su cuarto,
es mas fácil encontrar recuerdos que esperanzas.
 
Es sensato después de que ayer la ira convertida en infierno,
decidio ser el dueño de sus propios sueños,
pero el oxido consume, fuerte olor a hierro,
es el perfume del azufre que le acerca mas a lucifer.
 
El tiempo no para y cada huella esta marcada,
cuanto polvo dejaron estas zapatillas manchadas,
por barro, sin cortarlo, un fuerte impacto,
de ver que tu barrio es ceniza, un trago de acido.
 
Damelo con hielo, solo queda frio en mi interior,
es ese veneno el que me corrompio,
sobre teclas de un piano, buscando como situarme,
la cabeza alta, puños cerrados en cada frase.
 
Alza tu mano, estiende los dedos e intentar tocar el cielo,
el minutero corre, las abujas se clavan y un corazón se devilita.
Alza tu mano, estiende los dedos e intenta tocar el cielo,
la esperanza falta a su cita, el niño grita y una mirada perdida que se dinamita.