LA HOJA SAGRADA
Publicado en Jul 06, 2009
La coca, es una hoja de arbusto, clasificado por los naturalistas como perteneciente a la familia de las eritroxíleas; esta hoja es una especie de alimento para todos los descendientes de los incas en América del sur, y la suponen llena de muchas virtudes, curar y adivinar.
Con la ceniza de quinua o de espinos de cierta clase amasada en bollos pequeños, o con papas cocidas, en algunos pueblos la mascan con la hoja de coca, mordiendo de cuando en cuando un pequeño trozo del tamaño de una lenteja, y un trozo mayor cuando hay mucho vicio, en otros lugares usan cal viva en unos mates tapados, del que extraen con un palito redondo, del calibre de un lápiz, para chupar la parte de cal que sale adherida, a esta composición o lejía la llaman Llucta, y es para la coca lo que la sal para los alimentos, al probarla uno siente que se le estrecha la garganta, como si se hiciera gárgara con alumbre. Sin embargo nuestros hermanos indígenas, con una pequeña bolsa de coca, un poco de cancha o anca (maíz tostado) un trozo de charqui (carne salada reducida a tajadas delgadas) suelen atravesar grandes distancias, sin necesitar otro alimento. Es gracias a la hoja de coca que han podido sobrevivir, admira como viven en sus cabañas, sustentándose solo con la Lagua, que es una mazamorra de maíz molido con cecina, y algunas veces sin cecina, también de tostar y moler la cebada; del chuño molido y de la cutipa, que es el afrecho alto y delgado que sale del trigo, del choclo horneado y guardado, y de la papa asoleada, hacen también la lagua, llaman a la primera chochoca y a lo segundo cocopa o cañihuaco. No esta fuera del caso hablar, que conforman un ejercito extraordinario, con coca y cancha, atraviesan enormes distancias, pues existe la versión que en 1,837 recorrieron en veinte días 400 leguas, desde Tarija hasta arequipa, llegando en el acto a combatir como si nada hubiesen andado. Tímidos y desconfiados por carácter, y escarmentados de lo que han sufrido por parte de todos los dominadores, si un viajero les pregunta ¡cuanto dista el lugar tal! Aun cuando este se halle a poca distancia contestan siempre con humilde tono, chaillallapi taytito (aquí cerca padrecito) como para deshacerse del que pregunta, desconfían de todos los que no les pertenecen. En sus caras sucias y flacas, algún día se encenderá la alegría y cantaran: Los picaflores reverberan en el aire Las palomas dicen tinyay tinyay Porque hay alegría en sus pechitos Taytakuna, Mamakuna.
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