EL SOMBRERO DE PAJA - REGRESO - JALHAN , EL HINDU
Publicado en Aug 20, 2011
"Cubre tu cólera con la alegría, al igual que el lago tranquilo oculta al caimán"
Así dice en su media lengua Jalhan la cabeza hindú, el dueño de la única tienda de lienzo de la feria de la plaza. Esta cabeza de tez de aceituna vino a América según dice él hace unos 15 años, recorrió Guatemala, Ecuador, México, Perú, Costa rica, Panamá, al final como dice la cosa y revolotea la mosca terminó en este pueblo. Las otras cabezas le suelen decir, -¡haz conocido el mundo!, ¿Qué no sabes Jalhan, que no sabes ya? Jalhan me observa, siempre me ha observado, (recuerdo que una vez le dijo a la cabeza que me sostiene, -¡te compro el sombrero de paja!, ¿cuánto pides? -¡no amigo!, le responde la cabeza, es un viejo sombrero, no vale mucho dinero, sería robarte. -no lo creas, vale más de lo que tu piensas. Y juro, que mis hilachas se sintieron reconfortadas y orgullosas al escuchar eso) como dije antes Jalhan me observa y vuelve sus ojos a las telas, "se puede sondear todo menos el silencio de un hombre", saben, si la memoria no me falla, yo escuché esta frase hace un tiempo atrás y lo decía un sombrero ruso, hasta me parece verlo, grande, pesado y peludo, un desastre para los sombreros, el Señor de los sombreros debía haber estado enojado ese día que lo creo. Por supuesto que no hace falta comunicarles un detalle, y es que Jalhan no usa sombrero sino, turbante, ¿debo explicarles que un turbante es una tira de tela de varios metros por 10 cm de ancho que se enrolla prolijamente en la cabeza?, ¿no?, bueno porque en mi caso tuve que descubrirlo después de muchos intentos de comunicarme con él. Jalhan es soltero, toda su familia está en la India, lo sé porque así cuenta la cabeza que me sostiene a sus compadres amigos cuando preguntan sobre la procedencia de esta extraña cabeza, sé que vino a los 17 años de edad y que no se sabe, ni se cuenta mujer alguna que lo haya cinchado, las otras cabezas siempre le dicen cuando andan medias embebidas y cuando no, también, ¿porqué no consigues mujer Jalhan?, busca una buena morena que caliente tu cama, no es bueno que el hombre esté solo, así dice la biblia Jalhan no solo nosotros, así lo dice, argumentan, argumentan y yo sé que no lo hacen de buenos compadres, es que ellos ya están arrimados y... "envidiosos es de mala condición, pues por daño a otro quiere su perdición", pero Jalhan es astuto y con una sonrisa blanca, y amagando las manos como echando viento en una calurosa tarde les dice lo que le dice siempre como alegato a su condición, "de desgraciados está el infierno lleno", ufff como me gusta este refrán, como me gusta, sí señor. Lo que pasa, y ojo no quiero que piensen mal cuando les cuente esto, ya saben que no soy hecho pa´ chúsmerio, sino es que lo digo porque tengo un pequeño cosquilleo parecido (cosas raras que últimamente me están pasando) a lo que las cabezas llaman, lástima, es que a uno le da un no sé que ver una cabeza sin sombrero, es algo parecido a estar sin retaguardia, los pensamientos van por doquier expuestos a todo y... a todos, sí señor suele ser peligroso los pensamientos cuando están sin protección, yo sé, porque las cosas son así, previsible algunas, inevitables otras, que Jalhan piensa en volver a Madrás, su ciudad natal, no sabe cuando, en algún día, seguro, ¿será tal vez cuando el sol embebido en café y en bachatas le diga que es hora?,¿o será cuando su piel deje el aceituna y se vuelva caoba?, ¿o el día que cambie su tunica por camisas blancas y pantalones anchos?, sé que un día cualquiera dejará Uribia, un pueblo dormido en el tiempo que limita su frontera con tabaco y cacao, un poblado que lo endulzó con cañas de azúcar y miradas serenas, con caminos de tierra, casetas de paredes blancas y sonrisas a medias alegrías y a medias penas, cualquier momento es bueno para decir que esto es justo ¿no es cierto Jalha? Yo sombrero de paja os digo, "quién tiene la llave, cuando quiere cierra y cuando quiere abre", sí señor, el que tiene ese preciado don, de no solo saber sino sentir que es libre, limita los sueños para volverlos realidad. -¿Has escuchado la novedad?, le pregunta la mujer de la cabeza que me sostiene. - No, responde él. - ¡Jalhan el hindú! - ¿Qué pasa con él mujer? - Parece ser que se volvió pá la India y te dejó algo, allá, en lo de Doña María de los Ángeles. ¡Ah, sí señor! quién diría y quién te ve, vaya regalo, un hibrido turbante..
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Mara Ester Rinaldi
Besos, nena.
Turmalina
UN ABRAZO...TURMALINA
Hoz Leudnadez
qué sorpresa volver al cafetal de viejo sombrero sí señor!
y vengo a decirle a la autora -esto con todo un tono reverencial-
que me encanta! ya esperaba algo, la verdad sabía que no se quedaría así
Este nuevo paso y aventura llena de coloquiales imagenes que llegan al recoveco
rural de paisajes bucólicos punta para mucho, este es un interesante relato
de fe, y de mucha tolerancia creo yo, el hindú añorando al viejo protagonista
de la saga anterior -está de más decir porqué- con su turbante tan alejado
de la parla de las cabezas que sostienen a todos los sombreros de paja
hacen una tierna parla y conteo del chisme pa el lector que está embobao
al final, el regalo relata la plenitud de un día que llega sin que se espere
o sin que se trame, simplemente se va y ya, en lo personal querido sombrero
-y creo ya habertelo confesado- soy un vagabundo, un beat, y siempre iba a la central
de buses para planear a donde ir, y nunca lo hice, luego, en la adolescencia
pensaba seriamente en que no tenía una lugar a donde ir y supe, que ese es el mejor
motivo para salir y vajar... yo la pluma de la mano hibrida izquiera que me sostiene
te digo querido sombrero, esto es un conteo melancólico que queda para la posteridad
hay que pensarle pa que no se quede de envalde "más sabe el poeta por puto que por poeta"
sí señor!