EL SOMBRERO DE PAJA - LA FAMILIA-
Publicado en Aug 20, 2011
Don José Cisneros y la cabeza que me sostiene se conocen desde hace algunos años, tienen una amistad atenta, cordial y cálida como una taza de café en el desayuno.
Se conocieron por casualidad en el día del trueque, que es hace una vez por mes en la plaza central, Don José intercambio con la cabeza que me sostiene una mula llamada Tea, bestia malhumorada, petizota y fea como no se halla visto nunca, algunos decían por lo bajo, - mal bicho pa´ la estancia-, pero no, lo que ven no significa que sea, una vez charlando con ella, me dice, las mulas soportan los golpes sin queja porque es la reputación que nos han puesto, y me dejó pensando esta bestia, ¿cuántas cabezas se han sentido mulas solo por haber llevado consigo una insignia representativa no reconocida como parte de una raza? , vaya que sí que me dejo pensando. Como decía, intercambiaban a Tea por unas chivas manchadas y chismosas, y a partir de ahí las conversaciones se hicieron costumbres en las tardecitas del mercado, del puesto o de las casas. De esta forma, supe que Don José tiene aparte 10 hermanos, 6 cabezas mujeres mayores que los 4 varones, él, es el mayor de todos, así que no es difícil de imaginar que la voz mandataria familiar es de Don José Cisneros. Dos de sus últimos hermanos tienen, ¿como decirlo?, ¿una patología molesta?, no, hablemos a cabeza calva pa´ hacerla clara, los dos últimos hermanos de Don José poseen el molesto vicio del robo, ufff roban todo lo que este a mano dicen las malas lenguas y cuando las malas lenguas bailan, den por seguro que el río baja turbio, dicen que dicen que también roban mujeres ajenas, ellos argumentan con una sonrisa de payo, - las morenas de ahora en día, no miran pa´ la iglesia sino pa´ el establo-, y dicen también, como engullendo grandes palabras que "tienen el coraje de un corazón libre y eso vale 150 salmos", ya Don José no se habla con ellos, está que lo lleva los diablos con ese comportamiento, -¡no son familia! grita fuerte pa´ que lo oigan, ¡no merecen llevar el apellido Cisneros, no señor, mientras yo viva serán parias los desgraciaos!. Cuando las primeras preguntas sobre las emociones tan dispares de las cabezas turbaban mis fibras, recuerdo que un joven kipá perteneciente a un rabino me ayudó aclararlas, -"una cabeza sabia es aquellas que busca instruirse con todas las cabezas, la cabeza fuerte es aquellas que sabe quebrar sus deseos, la cabeza rica es aquellas que se contenta con su suerte y la cabeza honrada es aquellas que honra a las demás", les digo que fue mucho, porque aún lo sigo recordando. La familias para las cabezas, a mi parecer, son como los virus, surgen de la manera más imprevista, algunos lo tienen desde su nacimiento, así que ya viene infectados, otros se incorporan más tarde, son de carne, sangre, sentimientos y pertenencia, suelen ser cálidas por lo que veo, pero también por lo que veo son, de-vas-ta-do-ras, a diferencias de otros virus mortales, estos se mutan continuamente, así que nunca, aunque lo intenten de mil formas, cosas que he visto por eso se los digo, nunca logran ser erradicadas por completo, porque resurgen, ¿de las cenizas pensarán ustedes?, no, por supuesto que no, resurgen desde del extrañar y desde la necesidad de la continuación. Hace unos días atrás, Don José y la cabeza que me sostiene se sentaron a tomar unos tragos, a mí me apoyo sobre la mesa rústica, - sabe, dice Don José, mis hermanos, los descarrilados vinieron la otra noche a pedirme perdón, vinieron solitos, así como quiere la cosa, sin que los llame y dicen que van a volver pa´ la estancia a ayudar en la cosecha de algodón, ya era hora, todo fue por cosas de chicos, pasa en todas las familias, la cabeza que me sostiene afirma con un leve movimiento de cabeza y piensa, "no hay ciego que pregunte porque son felices los que se aman", a ver , no digo que este mal, tampoco que este bien, pero si no hay condimento en la cazuela que desabrido sería vivir. Por eso, yo, sombrero de paja os digo, "no pierda tu tiempo mirando a la mala hierba e imaginando que el trabajo ya ha terminado, porque afuera el sol sigue saliendo y la lluvia sigue mojando", ¡sí señor, la familia, gran misterio humano!
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Hoz Leudnadez
A cabeza calva os digo sombrero, excelente colector pueblerino de tormentos
ya me lo decias en otra de tus aventuras ; "pueblo chico infierno grande"
la semblanza que crea afin el lazo familiar sobre la orgiástica danza de genes
crea y procrea distancias enormes entre las familias, pero este sombrerito
nos disipa en todo este menester que al final y siempre, como ha de ser
el amor y el arrepentiemiento no se lleva en el apellido... sino en el más profundo
sentir del corazón. Me encanta ahora como se desarrolla las charlas en el cafetal
les siento un poquito más intensas... veremos que otra cosa nos cuenta el viejo sombrero
un gusto leerle y no perderme de esto QUE ES DE LO MEJOR QUE HAY POR AQUÍ
SÍ SEÑOR!